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En el marco de Estudios Económicos de la OCDE Colombia 2024, realizado en el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el organismo internacional destacó los retos económicos de Colombia en reformas fiscales y laborales, claves para combatir la desigualdad y reactivar el crecimiento.
El evento abrió el telón con el jefe de cartera, Ricardo Bonilla, quien advirtió que somos un país “altamente endeudado”, en que la deuda no se utilizó en inversión, sino para gasto corriente: “no se crearon capacidades adicionales para generar recursos”.
Según el ministro, el país ha avanzado en reducir la pobreza mediante subsidios, pero no se ha logrado lo mismo con la desigualdad, debido a que muchos que los subsidios están “mal focalizados” en personas que no los necesitan.
Señaló que hay que pagar $112 billones de deuda en 2025, $95 billones este año. Además, el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) fueron $37 billones en 2022, $20 billones en 2023, y cerrada la brecha de este año, cerrará en $11 billones.
“Esperamos que el impacto de la inflación de esos tres días no sea tan fuerte para seguir bajando la inflación”, mencionó. Y agregó que se espera que la tasa de interés del Banco de la República (10,75 %) disminuya en 75 puntos básicos.
En cuanto a la Ley de Financiamiento, desglosó los tres puntos clave: estímulos a la reactivación económica, transición energética y anticipar regla fiscal a 2025 para mayor gestión de la deuda.
El panorama de la OCDE para Colombia
Álvaro Pereira, economista jefe de la OCDE, dijo que Colombia ha tenido un avance económico y social significativo, con un PIB per cápita triplicado desde 1990. Tras la pandemia, al igual que otros países, ha experimentado un crecimiento lento.
Según el directivo, el Emisor reaccionó rápidamente ante la inflación con el aumento de la tasa de política monetaria desde 2021 hasta abril de 2023, “logrando bajar la inflación desde su pico de 13,3 % en marzo de 2023 a 6,3 % en agosto de 2024″.
“Aunque aún es alta, esperamos que la inflación vuelva al objetivo de 3 % a final de 2025″, dijo.
La previsión para Colombia
La OCDE prevé un crecimiento económico mayor de lo proyectado, al pasar de 1,2 % a 1,8 % para 2024. Aunque disminuyó el de 2025 de 3,3 % a 2,8 %.
La tasa de desempleo subirá de 10,2 % en 2023 a 10,5 % en 2024, y bajará a 10 % en 2025.
En cuanto a la inflación, se espera que termine 2024 en 5,7 % y 2025 en 3,6 %. Mientras tanto, el balance fiscal como porcentaje del PIB pasará de -4,3 % el año pasado a -5,6 % en 2024, y disminuirá a -5,1 % en 2025.
El futuro económico necesita reformas
“Colombia necesita revitalizar la inversión”, dijo Pereira, y subrayó que para ello las reformas son cruciales.
Ahora bien, cuestionó aquellas frecuentes y fragmentadas, ya que incrementan la incertidumbre. “Colombia ha implementado 21 reformas tributarias en las últimas dos décadas, pero los ingresos tributarios siguen siendo bajos”, agregó.
“Es de los pocos países del mundo en que la desigualdad aumenta con el sistema de pensiones y no disminuye”, dijo el directivo. “Ha cambiado un poco con la reforma pensional, pero todavía sigue siendo así”.
El jefe de la organización multilateral mencionó que se deben reducir las cargas corporativas y mejorar los aspectos regulatorios, con un enfoque en combatir la informalidad y ampliar los esfuerzos ante los riesgos climáticos.
¿Qué sugiere la OCDE?
- Mantener unas finanzas públicas sólidas: cumplir con la regla fiscal y reducir los costos de financiamiento, como la eliminación gradual los subsidios del diésel. Además, optimizar los ingresos tributarios, con menos gasto tributario para financiar la inversión, como la reducción de exenciones tributarias.
- Cerrar las brechas regionales: mejorar la infraestructura, usar transferencias para distribución efectiva de los recursos. Asimismo, simplificar las regulaciones que desarrollen el clima empresarial.
- Fomentar igualdad de oportunidades: la informalidad es de 60 %, una de las mayores de América Latina. Abordar la informalidad desde una estrategia integral, que actualice los costes de formalización y los impuestos a las empresas, que a la larga disminuyen las cargas sociales. También enfatizó la necesidad de ampliar los servicios a la niñez y la tercera edad.
- Acelerar la transición energética: regulación y precios consistentes, lo que favorecería la inversión verde. Ahora bien, se debe priorizar ampliar los esfuerzos para la adaptación a los riesgos climáticos.
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