Así le va al sistema pensional de Colombia al compararlo con el de otros países
El sistema pensional del país ocupa el puesto 24 entre 47, según el Índice Global de Pensiones. Le contamos cómo estamos, qué podría cambiar si se aprueba la reforma y qué lecciones dejan los mejores sistemas del mundo.
Analizar cómo está el país respecto a otros en temas cruciales como las pensiones permite ver en perspectiva qué se está haciendo bien y qué se podría hacer mejor. El Índice Global de Pensiones de Mercer y el Instituto CFA compara 47 sistemas que cubren al 64 % de la población mundial, teniendo en cuenta las categorías de adecuación, sostenibilidad e integridad. En la lista Colombia ocupa el puesto número 24, con un puntaje de 61,9 (0,3 puntos menos que el análisis del año pasado).
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Analizar cómo está el país respecto a otros en temas cruciales como las pensiones permite ver en perspectiva qué se está haciendo bien y qué se podría hacer mejor. El Índice Global de Pensiones de Mercer y el Instituto CFA compara 47 sistemas que cubren al 64 % de la población mundial, teniendo en cuenta las categorías de adecuación, sostenibilidad e integridad. En la lista Colombia ocupa el puesto número 24, con un puntaje de 61,9 (0,3 puntos menos que el análisis del año pasado).
En esta entrega (la número 15 del índice), el sistema de ingresos de jubilación con mejor calificación fue el de Países Bajos, seguido por Islandia y Dinamarca. Al analizar la situación en Latinoamérica, el mejor sistema es el de Chile, que mejoró frente al año anterior por los cambios en la regulación, y le siguen Uruguay, Colombia, Brasil, Perú y México. En último lugar, no solo en la región, sino en toda la clasificación, está Argentina, con un puntaje de 42,3.
De acuerdo con Tracy Teel, líder de patrimonio de Mercer para Latinoamérica y el Caribe, la clave para mejorar los sistemas de la región es la sostenibilidad. La experta dice que, considerando que varios países están analizando reformas (incluyendo a Colombia), se “deberían examinar acciones que impulsen una mayor cobertura para las personas y revisar las características automáticas de membresía o inscripción, lo que aumentaría el nivel de activos en el sistema para financiar futuras pensiones”.
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Cada año el informe cambia teniendo en cuenta las nuevas realidades globales y los retos que suponen. Este año, por ejemplo, se incluye el impacto que puede tener la inteligencia artificial (IA) en la mejora de los sistemas de pensiones y seguridad social.
David Knox, socio principal de Mercer y autor del estudio, explica que la expansión de la IA puede llevar a decisiones más eficientes y, por ende, a mayores rendimientos, incluso podría mejorar los costos de administración y la transparencia en la información. Sin embargo, como advierte el documento, el uso de esta tecnología implica riesgos asociados a la privacidad de datos e incluso genera preocupaciones éticas.
Con este panorama general en mente, es tiempo de ver este análisis en clave de reforma pensional: ¿cómo está hoy el país? ¿Qué podemos aprender de los mejores sistemas del mundo?
📍 Pensiones, Colombia y reforma
El puntaje de Colombia en los últimos años se mantiene estable, la baja en el índice de 2023 tiene que ver con los ajustes que le hacen al informe (por ejemplo, cambios en cuánto vale en el cálculo una u otra variable). En sostenibilidad, el puntaje del país es de 55,4; en adecuación, 62,9, y en integridad, 69,3.
En Colombia hay un reto importante en cuanto a cobertura, solo se pensiona una de cada cuatro personas mayores, y a sostenibilidad. David Cuervo, director de Bienestar Financiero y Patrimonial para Mercer Andina, Centroamérica y el Caribe, explica que no se trata de quién administra los recursos (en este caso Colpensiones o las administradoras de fondos de pensiones), sino de otros aspectos: por ejemplo, cómo se paga ese beneficio, a quiénes subsidia el sistema y cuántas personas logran pensionarse. De ahí que es clave, según el experto, pensar en cómo “deslaboralizar la seguridad social”, dicho de otra forma, que más personas puedan entrar al sistema y ahorrar para su vejez. En el componente de integridad queda camino por recorrer respecto a la transparencia de la información, temas como los costos subyacentes o cuánto se paga a los gestores de inversión.
En este momento está en trámite una reforma (todavía le quedan tres debates) que podría cambiar la ecuación. El gobierno de Gustavo Petro propone un sistema con cuatro pilares.
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Básicamente, en el pilar solidario estarían las personas mayores en condición de pobreza que no logren tener una pensión (a los 65 años los hombres y a los 60 años las mujeres), estas recibirían una renta básica correspondiente a la línea de pobreza extrema. En el semicontributivo estarían quienes (en los mismos rangos de edad del solidario) cotizaron al sistema entre 300 y menos de 1.000 semanas; en el sistema actual se les devuelve lo que cotizaron (en el caso de Colpensiones, sin intereses), pero con la reforma ese dinero se convertiría en una renta vitalicia.
El tercer pilar (y el que genera más polémica, justamente, por la duda de si es sostenible) es el contributivo. Si se aprueba la reforma, todas las personas afiliadas al sistema cotizarían entre uno y tres salarios mínimos en Colpensiones y de ahí en adelante en las administradoras de fondos de pensiones (AFP). Es decir, quien gane cinco salarios mínimos cotizará tres en Colpensiones y dos en las AFP, y quien gane uno, dos o tres solo cotizará en Colpensiones. El cuarto pilar es de ahorro voluntario.
Cuervo sostiene que la reforma no resuelve los problemas del sistema actual, pues hay cambios en quién administra el dinero, pero las pensiones se siguen calculando de la misma manera y seguirán llegando subsidios a personas que no los necesitan. La regresividad es una de las mayores críticas de expertos al sistema actual, teniendo en cuenta que se destinan importantes recursos para personas que no son pobres.
En Colpensiones se dice que hay un “subsidio” en las mesadas, porque lo que recibe el pensionado es mayor que lo que ahorró, con la reforma se limitan, pero no se eliminan. Es decir, hoy quienes tienen pensiones altas reciben ese “subsidio” en toda su pensión, con la reforma lo seguirán recibiendo, pero solo hasta tres salarios mínimos.
Más allá de eso, asegura el director, preocupa la sostenibilidad fiscal del sistema en un panorama con reforma, un tema que han advertido expertos y organizaciones, como Fedesarrollo. Todavía no es del todo claro cómo se van a financiar las pensiones ni si es suficiente el fondo de ahorro que crearía la iniciativa. “El índice no contempla qué sucedería si pasa la reforma, pero es posible que en cuestión de cinco a 10 años las calificaciones del sistema pensional de Colombia empiecen a caer, considerando la poca sostenibilidad que tendría”, dice el experto.
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En el componente de sostenibilidad también preocupa cómo se gestionarán las inversiones del fondo de ahorro. El Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana ha advertido sobre los peligros de que sea Colpensiones la entidad que administre los recursos de las cotizaciones, entre otras razones, porque no es independiente del gobierno de turno y porque le hace falta experiencia en esa materia. Además, este jueves se conoció un concepto enviado al Congreso por la misma entidad en el que advierte que, en caso de que se apruebe la reforma, requiere inversiones importantes para poder atender a muchos más afiliados.
La reforma (al menos en la ponencia para segundo debate) contempla el fallo de la Corte Constitucional que pidió reducir las semanas de cotización para que las mujeres puedan pensionarse. En el documento se establece que el requisito mínimo (hoy son 1.300 semanas) empezará a bajar progresivamente hasta llegar a 1.000 semanas en 2036. Para Cuervo esta medida, si bien reconoce las dificultades que enfrentan las mujeres en el mercado laboral y la mayor carga de cuidado que recae sobre ellas, no soluciona el problema de fondo, entre otras cosas porque ese problema viene del mercado laboral.
Esta medida, según cálculos incluidos en la ponencia, implica que la probabilidad de pensionarse de las mujeres aumentará un 8,8 %, pasando del 32,56 al 41,43 %. Para el experto, aunque más mujeres podrán acceder a una pensión, hay que considerar que se destinarán recursos para mujeres que tuvieron un trabajo formal y lograron acumular 1.000 semanas, mientras que otras (incluyendo mujeres vulnerables) seguirán sin pensión.
📍 Algunas lecciones que dejan los mejores sistemas
En los dos mejores sistemas del mundo (Países Bajos e Islandia) las pensiones son un tema de conversación constantemente porque se plantean ajustes para hacerlo mejor y más sostenible. Hace dos años, Países Bajos hizo una reforma en su sistema, especialmente para promover mayores niveles de ahorro y así prepararse para el envejecimiento poblacional.
Otro punto que no toca la reforma, y que sí están analizando o ya modificaron otros países con sistemas sólidos, es la edad de pensión. Aunque es una discusión poco atractiva, la realidad demográfica indica que cada vez hay más personas mayores y que viven durante más tiempo, mientras que cae el número de nacimientos. “Tenemos que preparar a la gente para su retiro más allá del sistema pensional, pues tal como lo conocemos ahora, este no será suficiente”, dice Cuervo.
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Finalmente, en los mejores sistemas participan tanto el sector público como el privado para construir mejores pensiones: hay un componente de apoyo estatal para entregar ingresos a las personas mayores desprotegidas; un componente de ahorro, que puede ser administrado por el Estado, por privados o por ambos y otras estrategias privadas. En países como Islandia, Países Bajos o Australia gremios o asociaciones profesionales crearon esquemas de contribución para mejorar las mesadas.
Las pensiones seguirán siendo un tema de conversación, incluso en un escenario sin reforma. El sistema actual, si bien está mejor que otros de acuerdo con el índice, no está cumpliendo a cabalidad su principal propósito: pensionar.
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