Perspectivas a futuro para las industrias creativas en Colombia

Uno de los pilares del presidente Duque desde que estaba en campaña ha sido apoyar las industrias creativas en Colombia, de hecho, escribió un libro al respecto. El día de hoy, voceros de diferentes entidades del gobierno discutieron la importancia de apoyar la economía naranja en el marco de ANDICOM 2018.

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“En el caso de Bogotá, la economía naranja no es una aspiración, es una realidad”, afirma Marco Llinás, Vicepresidente de Competitividad y Valor Compartido de la Cámara de comercio de Bogotá. Según Llinás, alrededor de 85.000 empresas de las casi 500.000 de las que tienen registro, están vinculadas directa o indirectamente a las industrias creativas y generan alrededor de $55 billones en ventas. 

Entre las actividades que hacen parte de la denominada “economía narnaja” están la arquitectura, el cine, diseño, moda, música, publicidad, software y videojuegos, entre otras. Incluso, hacen parte de estas industrias los sectores de la joyería y prendas de vestir, que rara vez suelen asociarse a este sector pero que hacen parte de este por los procesos de diseño que conllevan. 

Llinás afirma que ya tienen adelantados varios proyectos vinculados a las industrias creativas en la capital, entre ellos la nueva cinemateca, con la que esperan capitalizar la industria audiovisual, y un parque científico y tecnológico que están desarrollando de la mano de Universidad Nacional y Colciencias. 

Por su parte, Santiago Castro, Presidente de Asobancaria, asegura que uno de los mayores problemas que presenta esta industria es que las empresas de este tipo no sobreviven a su etapa inicial, pues menos del 40% de las pequeñas y medianas industrias superan los 5 años. Castro atribuye este fenómeno a la informalidad y las limitaciones de acceso a fuentes de financiamiento que esto conlleva, ya que suelen depender de los dueños o socios para mantenerse en pie. 

Desde el sector bancario sugiere acompañar a estas empresas emergentes a través de capacitación en conceptos básicos de educación financiera, uno de esos intentos ha sido la creación del portal Saber + Empresarios, en el que brindan herramientas de capacitación y asesorías en temas contables y administrativos virtualmente. 

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“A pesar del talento, la creatividad y el potencial que hay en nuestros países, participamos de una manera ínfima en el mercado global y además de dar acceso financiero, hay que trabajar en modelos de negocio que permitan generar un valor agregado. Ese es un reto que queremos abordar desde el plan de desarrollo para la economía naranja”, aseguró Rafael Puyana, Subdirector general sectorial del Departamento Nacional de planeación.

Uno de los pilares del presidente Duque desde que estaba en campaña ha sido apoyar las industrias creativas en Colombia, de hecho, escribió un libro al respecto. El día de hoy, voceros de diferentes entidades del gobierno discutieron la importancia de apoyar la economía naranja en el marco de ANDICOM 2018.

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“En el caso de Bogotá, la economía naranja no es una aspiración, es una realidad”, afirma Marco Llinás, Vicepresidente de Competitividad y Valor Compartido de la Cámara de comercio de Bogotá. Según Llinás, alrededor de 85.000 empresas de las casi 500.000 de las que tienen registro, están vinculadas directa o indirectamente a las industrias creativas y generan alrededor de $55 billones en ventas. 

Entre las actividades que hacen parte de la denominada “economía narnaja” están la arquitectura, el cine, diseño, moda, música, publicidad, software y videojuegos, entre otras. Incluso, hacen parte de estas industrias los sectores de la joyería y prendas de vestir, que rara vez suelen asociarse a este sector pero que hacen parte de este por los procesos de diseño que conllevan. 

Llinás afirma que ya tienen adelantados varios proyectos vinculados a las industrias creativas en la capital, entre ellos la nueva cinemateca, con la que esperan capitalizar la industria audiovisual, y un parque científico y tecnológico que están desarrollando de la mano de Universidad Nacional y Colciencias. 

Por su parte, Santiago Castro, Presidente de Asobancaria, asegura que uno de los mayores problemas que presenta esta industria es que las empresas de este tipo no sobreviven a su etapa inicial, pues menos del 40% de las pequeñas y medianas industrias superan los 5 años. Castro atribuye este fenómeno a la informalidad y las limitaciones de acceso a fuentes de financiamiento que esto conlleva, ya que suelen depender de los dueños o socios para mantenerse en pie. 

Desde el sector bancario sugiere acompañar a estas empresas emergentes a través de capacitación en conceptos básicos de educación financiera, uno de esos intentos ha sido la creación del portal Saber + Empresarios, en el que brindan herramientas de capacitación y asesorías en temas contables y administrativos virtualmente. 

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“A pesar del talento, la creatividad y el potencial que hay en nuestros países, participamos de una manera ínfima en el mercado global y además de dar acceso financiero, hay que trabajar en modelos de negocio que permitan generar un valor agregado. Ese es un reto que queremos abordar desde el plan de desarrollo para la economía naranja”, aseguró Rafael Puyana, Subdirector general sectorial del Departamento Nacional de planeación.