Petróleo, un beneficiado con la tregua con el ELN
Este año la producción diferida a causa de los atentados fue de 1’650.000 barriles, con un costo de $250.000 millones.
Jorge Sáenz v.
La petroguerra que el grupo guerrillero Eln declaró a la industria de los hidrocarburos del país podría estar llegando a su fin de hacerse permanente la tregua bilateral acordada esta semana entre el Gobierno Nacional y ese grupo insurgente, y que regirá entre el primero de octubre y el 12 de febrero de 2018. (Lea "El 1° de octubre comienza a regir el cese al fuego bilateral con el Eln")
La tregua bilateral de cuatro meses anunciada por el grupo insurgente, que desde la construcción le declaró la guerra al oleoducto, es la cuota inicial de un proceso que se espera se haga extensiva más allá de esos 120 días.
La industria petrolera ve con buenos ojos el anuncio de los llamados elenos y que así los 43 atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas y uno contra el Trasandino, registrados en lo corrido de 2017, sean parte de las estadísticas del pasado.
“Es muy positivo que se den estos cuatro meses de tregua bilateral. Lo que esperamos es que esto lleve a que sea una situación que se consolide en el tiempo”, dice Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros del Petróleo (Acipet).
Este año la producción diferida a causa de los atentados fue de 1’650.000 barriles, precisa un informe de Ecopetrol. El valor de la producción diferida (no producida por atentados) fue de $250.000 millones; esa cifra incluye regalías, impuestos y lo que deja de exportar el país. Sin atentados, hubiéramos producido 7.000 barriles más en los primeros ocho meses del año, indicó un vocero de la estatal petrolera.
Los ataques dinamiteros de este año contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas se han presentado en los departamentos de Norte de Santander (36), en Arauca (5), en Boyacá se registró uno y en Cesar otro. El ataque contra el Trasandino se produjo en Nariño.
El año pasado se registraron 50 ataques contra la infraestructura petrolera. De esta cifra, 42 fueron detonaciones contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, el principal medio de transporte del crudo en el país.
El presidente de Acipet insiste en que ojalá el anuncio “no sea sólo flor de un día, sino que permita avanzar a que se suspenda todo tipo de atentado y ataques contra la infraestructura petrolera del país por parte del Eln”.
Vera añade: “Nos preocupa que el Eln es un grupo bastante beligerante y no responde tan directamente, como sí lo hacían las Farc, a su mando central. Entonces ojalá que se logren consolidar los diferentes frentes del grupo y se beneficien regiones como Arauca y Norte de Santander, en donde ellos tienen presencia”.
En 2016, los costos de reparación de los oleoductos afectados por voladuras superaron los $40.400 millones. Para reparar el tubo del Caño Limón-Coveñas la cifra llegó a los $36.000 millones, señala un estudio de Ecopetrol.
En las tres décadas de operaciones el oleoducto ha sufrido más de 1.400 ataques y, sólo este año, ha estado inactivo 131 días.
“Los actos terroristas del Eln le han hecho mucho daño al país, al ambiente y a la industria. Esperamos que las negociaciones avancen bien”, indicó el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda.
Ataques dinamiteros
Los actos terroristas contra la infraestructura petrolera en lo corrido de este año se han registrado en Norte de Santander, en donde las voladuras al Caño Limón-Coveñas han afectado varios tramos de tubería en los municipios de El Carmen, El Tarra y Teorama. En Arauca, las principales afectaciones se han dado en los municipios de Arauquita y Saravena; en Boyacá, el ataque se produjo en el municipio de Cubará, y en Cesar, en La Gloria. El ataque contra el oleoducto Trasandino ocurrió en el municipio nariñense de Guachucal.
Los ataques a la actividad petrolera no sólo han minado esta industria, sino que también han generado serios daños ambientales, principalmente en fuentes hídricas.
Destaca Ecopetrol que en la región del Catatumbo (Norte de Santander) las voladuras del oleoducto han ocasionado derrames en quebradas, caños y ríos, como el Tibú y el Catatumbo. Además, se han puesto en riesgo ecosistemas donde habitan más de 20 especies de mamíferos, 30 de peces, 15 de reptiles y 20 de anfibios.
El atentado más reciente contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas ocurrió el 28 de agosto en la vereda El Cajón, municipio de El Carmen, departamento de Norte de Santander, que produjo caída de crudo a las quebradas La Virgen y El Carmen.
Los ataques contra el oleoducto también les han ocasionado heridas y la muerte a integrantes de la Fuerza Pública y civiles, trabajadores de empresas contratistas de Ecopetrol. De acuerdo con un documento de la compañía estatal, entre 2015 y 2016 fueron asesinados 115 integrantes de la Fuerza Pública y 314 resultaron heridos mientras cuidaban la red de oleoductos. En 2014 perdieron la vida tres civiles y cuatro quedaron heridos. Todos eran trabajadores contratistas de la empresa colombiana y fueron atacados por francotiradores cuando adelantaban labores de reparación del oleoducto Caño Limón-Coveñas en Norte de Santander. (Lea "Esfuerzos por el cese del fuego con el Eln")
La tregua puede impulsar la llegada de mayor inversión extranjera para el sector de petróleo, hidrocarburos y minería que, hasta agosto de este año, ha llegado a US$3.323 millones, según la balanza cambiaria del Banco de la República.
La petroguerra que el grupo guerrillero Eln declaró a la industria de los hidrocarburos del país podría estar llegando a su fin de hacerse permanente la tregua bilateral acordada esta semana entre el Gobierno Nacional y ese grupo insurgente, y que regirá entre el primero de octubre y el 12 de febrero de 2018. (Lea "El 1° de octubre comienza a regir el cese al fuego bilateral con el Eln")
La tregua bilateral de cuatro meses anunciada por el grupo insurgente, que desde la construcción le declaró la guerra al oleoducto, es la cuota inicial de un proceso que se espera se haga extensiva más allá de esos 120 días.
La industria petrolera ve con buenos ojos el anuncio de los llamados elenos y que así los 43 atentados contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas y uno contra el Trasandino, registrados en lo corrido de 2017, sean parte de las estadísticas del pasado.
“Es muy positivo que se den estos cuatro meses de tregua bilateral. Lo que esperamos es que esto lleve a que sea una situación que se consolide en el tiempo”, dice Julio César Vera, presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros del Petróleo (Acipet).
Este año la producción diferida a causa de los atentados fue de 1’650.000 barriles, precisa un informe de Ecopetrol. El valor de la producción diferida (no producida por atentados) fue de $250.000 millones; esa cifra incluye regalías, impuestos y lo que deja de exportar el país. Sin atentados, hubiéramos producido 7.000 barriles más en los primeros ocho meses del año, indicó un vocero de la estatal petrolera.
Los ataques dinamiteros de este año contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas se han presentado en los departamentos de Norte de Santander (36), en Arauca (5), en Boyacá se registró uno y en Cesar otro. El ataque contra el Trasandino se produjo en Nariño.
El año pasado se registraron 50 ataques contra la infraestructura petrolera. De esta cifra, 42 fueron detonaciones contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, el principal medio de transporte del crudo en el país.
El presidente de Acipet insiste en que ojalá el anuncio “no sea sólo flor de un día, sino que permita avanzar a que se suspenda todo tipo de atentado y ataques contra la infraestructura petrolera del país por parte del Eln”.
Vera añade: “Nos preocupa que el Eln es un grupo bastante beligerante y no responde tan directamente, como sí lo hacían las Farc, a su mando central. Entonces ojalá que se logren consolidar los diferentes frentes del grupo y se beneficien regiones como Arauca y Norte de Santander, en donde ellos tienen presencia”.
En 2016, los costos de reparación de los oleoductos afectados por voladuras superaron los $40.400 millones. Para reparar el tubo del Caño Limón-Coveñas la cifra llegó a los $36.000 millones, señala un estudio de Ecopetrol.
En las tres décadas de operaciones el oleoducto ha sufrido más de 1.400 ataques y, sólo este año, ha estado inactivo 131 días.
“Los actos terroristas del Eln le han hecho mucho daño al país, al ambiente y a la industria. Esperamos que las negociaciones avancen bien”, indicó el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco Lloreda.
Ataques dinamiteros
Los actos terroristas contra la infraestructura petrolera en lo corrido de este año se han registrado en Norte de Santander, en donde las voladuras al Caño Limón-Coveñas han afectado varios tramos de tubería en los municipios de El Carmen, El Tarra y Teorama. En Arauca, las principales afectaciones se han dado en los municipios de Arauquita y Saravena; en Boyacá, el ataque se produjo en el municipio de Cubará, y en Cesar, en La Gloria. El ataque contra el oleoducto Trasandino ocurrió en el municipio nariñense de Guachucal.
Los ataques a la actividad petrolera no sólo han minado esta industria, sino que también han generado serios daños ambientales, principalmente en fuentes hídricas.
Destaca Ecopetrol que en la región del Catatumbo (Norte de Santander) las voladuras del oleoducto han ocasionado derrames en quebradas, caños y ríos, como el Tibú y el Catatumbo. Además, se han puesto en riesgo ecosistemas donde habitan más de 20 especies de mamíferos, 30 de peces, 15 de reptiles y 20 de anfibios.
El atentado más reciente contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas ocurrió el 28 de agosto en la vereda El Cajón, municipio de El Carmen, departamento de Norte de Santander, que produjo caída de crudo a las quebradas La Virgen y El Carmen.
Los ataques contra el oleoducto también les han ocasionado heridas y la muerte a integrantes de la Fuerza Pública y civiles, trabajadores de empresas contratistas de Ecopetrol. De acuerdo con un documento de la compañía estatal, entre 2015 y 2016 fueron asesinados 115 integrantes de la Fuerza Pública y 314 resultaron heridos mientras cuidaban la red de oleoductos. En 2014 perdieron la vida tres civiles y cuatro quedaron heridos. Todos eran trabajadores contratistas de la empresa colombiana y fueron atacados por francotiradores cuando adelantaban labores de reparación del oleoducto Caño Limón-Coveñas en Norte de Santander. (Lea "Esfuerzos por el cese del fuego con el Eln")
La tregua puede impulsar la llegada de mayor inversión extranjera para el sector de petróleo, hidrocarburos y minería que, hasta agosto de este año, ha llegado a US$3.323 millones, según la balanza cambiaria del Banco de la República.