Pobreza monetaria bajó para 2023 y el panorama mejoró, sobre todo, en el campo
La pobreza monetaria, así como la pobreza monetaria extrema, mostraron su mayor reducción desde 2021. Las mejorías más importantes en el indicador se dieron en la ruralidad. Así se encuentra el panorama de este fenómeno en el país.
Este martes, el DANE presentó las cifras de pobreza monetaria en el país para 2023. Estos datos son clave, pues además de ofrecer un pedazo del panorama económico del país, hablan del bienestar básico de millones de personas.
Para 2023, la pobreza monetaria se presentó en 33 % de la población, lo que representa una reducción de 3,6 % frente a las cifras de 2022, cuando este indicador se ubicó en 36,6 %.
La mayor reducción se presentó en los centros poblados y rurales dispersos, en donde la caída fue de 4,7 puntos porcentuales.
Así mismo, la pobreza monetaria extrema presentó una incidencia de 11,4 %. Esto implica una caída de 2,4 % frente a los resultados de 2022. Esto representa una buena noticia, pues entre 2022 y 2021 este fenómeno había tenido un crecimiento, pequeño, pero crecimiento al final.
Nuevamente la curva de caída fue más pronunciada en los centros poblados rurales y dispersos, al pasar de un 23,3 % en 2022 a un 19,8 % en 2023, consolidando así una pérdida de 3,5 puntos porcentuales.
Según lo explicado por la directora del DANE, Piedad Urdinola, el protagonismo que tuvo el campo en esta medición se debe, principalmente, al impacto que han tenido las ayudas monetarias dadas por el Gobierno, pues es en estos territorios donde concentran su mayor peso.
En números totales, estos datos significan que hay 16,7 millones de personas en situación de pobreza y 5,7 millones de colombianos en pobreza extrema, de acuerdo con los datos presentados por el DANE este martes. Ambos registros representan reducciones frente a los números de 2022: 1,6 millones menos y 1,1 millones menos, respectivamente.
¿Cuándo se considera que un hogar enfrenta pobreza monetaria?
Para clasificar a un hogar en esta condición el DANE utiliza algo que se llaman las líneas de pobreza, es decir, barreras que establecen unos valores de ingreso para determinar quiénes se encuentran en esta condición. Para 2023, la línea de pobreza monetaria fue de $435.375 per cápita.
Es decir, si se suman los ingresos del hogar y luego se dividen por el número de personas, y como resultado se obtiene una cifra por debajo de los $435.375, ese núcleo familiar se encuentra en pobreza monetaria.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mencionada línea de pobreza es para el promedio nacional, pues cada ciudad tiene su propia línea (porque cada una maneja diferentes canastas de productos y servicios). Para que se haga una idea, debe tener en cuenta que la mayor línea de pobreza monetaria en el país la tiene Bucaramanga, con $599.865, mientras que la más baja está en Riohacha, con $375.831.
Pero también está la pobreza monetaria extrema, que son los hogares que no alcanzan a satisfacer una dieta diaria de 2.100 calorías. Para el promedio nacional, esta fue de $218.846. La más alta la registró Bucaramanga, con $288.120, mientras que la más baja la tuvo Sincelejo, con $195.284.
Las ciudades con mayor y menor pobreza monetaria en Colombia
Parte de los resultados que reveló el DANE muestra la profunda desigualdad que se vive en Colombia, pues la pobreza no golpea de la misma forma a todas las regiones.
Muestra de esto es que las cinco ciudades con mayor un índice de pobreza monetaria fueron Quibdó (60,1 %), Valledupar (49,8 %), Riohacha (46 %), Sincelejo (44,3 %) y Florencia (43,7 %). En contraste las que menos registran son Manizales (17,6 %), Medellín (22,6 %), Cali (23,6 %), Bogotá (23,7 %) y Pereira (27,1 %).
Otra forma de ver estos datos es entender que la brecha que existe entre Manizales y Quibdó es de 42,5 puntos porcentuales.
Esta desigualdad la mide el coeficiente de Gini, que usa el umbral de 0 a 1, en donde cero corresponde a una perfecta igualdad y 1 a una total desigualdad. En 2023, este bajó en Colombia, pues pasó del 0,556 al 0,546. La ciudad con más desigualdad fue Bogotá con un 0,530, mientras que la que presentó mayores niveles de igualdad fue Pereira, con un 0,447.
La importancia de las ayudas económicas
Como se ha visto en otros años, y gobiernos, las ayudas económicas a las poblaciones con mayores necesidades ayudan a reducir de forma significativa la incidencia de la pobreza monetaria en Colombia.
Para el total nacional, estos beneficios mitigaron la pobreza monetaria en 4,4 puntos porcentuales, mientras que la pobreza monetaria extrema en 4,7 puntos porcentuales. Es decir, sin estas ayudas la incidencia de esta hubiera sido del 37,4 % y del 16,1 %, respectivamente.
Las ciudades en donde estas tuvieron un mayor impacto (visto esto como reducción de la pobreza monetaria) fueron Sincelejo (-4,7 %), Riohacha (-4,7 %) y Montería (-4,1 %). En contraste, en donde hubo una menor incidencia (sin decir con esto que no fueron importantes) son Medellín (-1 %), Pereira (-1,7 %) e Ibagué (-1,8 %).
¿Qué es la pobreza monetaria y por qué es importante?
De entrada, hay que establecer unas diferencias clave.
La primera es aclarar que el país hace dos grandes mediciones de pobreza: la monetaria (con el añadido de la extrema) y la multidimensional.
La que fue presentada este martes por el DANE fue la monetaria (con la extrema), que tiene en cuenta sólo el poder adquisitivo de los hogares: es una medición que se hace en relación con el dinero.
La multidimensional (como su nombre lo indica) tiene en cuenta una serie extra de elementos y dimensiones; es un índice más complejo, que busca pintar un panorama más granular y complejo de la situación de una familia (si tiene acceso a servicios de salud o cuál es la calidad de su vivienda, por ejemplo).
Ahora bien, la medición de pobreza monetaria establece un monto de dinero que permite tener unas condiciones mínimas de vida en términos de acceso a alimentación, vivienda y servicios, por ejemplo.
La pobreza monetaria extrema se reduce exclusivamente al tema de alimentos: esta categoría se entiende como la posibilidad de que una persona tenga una alimentación básica (2.100 calorias diarias).
Y de estas mediciones se desprende un término que tiene algo de popularidad: las líneas de pobreza. Estas son, en palabras sencillas, el monto de dinero que permite unas condiciones mínimas de vida.
Las líneas tienen un cálculo nacional, pero también local, puesto que el costo de los arriendos, servicios y alimentos varía entre ciudades y departamentos.
Así mismo, las líneas se utilizan para definir asuntos como subsidios y otras asistencias del Estado.
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Este martes, el DANE presentó las cifras de pobreza monetaria en el país para 2023. Estos datos son clave, pues además de ofrecer un pedazo del panorama económico del país, hablan del bienestar básico de millones de personas.
Para 2023, la pobreza monetaria se presentó en 33 % de la población, lo que representa una reducción de 3,6 % frente a las cifras de 2022, cuando este indicador se ubicó en 36,6 %.
La mayor reducción se presentó en los centros poblados y rurales dispersos, en donde la caída fue de 4,7 puntos porcentuales.
Así mismo, la pobreza monetaria extrema presentó una incidencia de 11,4 %. Esto implica una caída de 2,4 % frente a los resultados de 2022. Esto representa una buena noticia, pues entre 2022 y 2021 este fenómeno había tenido un crecimiento, pequeño, pero crecimiento al final.
Nuevamente la curva de caída fue más pronunciada en los centros poblados rurales y dispersos, al pasar de un 23,3 % en 2022 a un 19,8 % en 2023, consolidando así una pérdida de 3,5 puntos porcentuales.
Según lo explicado por la directora del DANE, Piedad Urdinola, el protagonismo que tuvo el campo en esta medición se debe, principalmente, al impacto que han tenido las ayudas monetarias dadas por el Gobierno, pues es en estos territorios donde concentran su mayor peso.
En números totales, estos datos significan que hay 16,7 millones de personas en situación de pobreza y 5,7 millones de colombianos en pobreza extrema, de acuerdo con los datos presentados por el DANE este martes. Ambos registros representan reducciones frente a los números de 2022: 1,6 millones menos y 1,1 millones menos, respectivamente.
¿Cuándo se considera que un hogar enfrenta pobreza monetaria?
Para clasificar a un hogar en esta condición el DANE utiliza algo que se llaman las líneas de pobreza, es decir, barreras que establecen unos valores de ingreso para determinar quiénes se encuentran en esta condición. Para 2023, la línea de pobreza monetaria fue de $435.375 per cápita.
Es decir, si se suman los ingresos del hogar y luego se dividen por el número de personas, y como resultado se obtiene una cifra por debajo de los $435.375, ese núcleo familiar se encuentra en pobreza monetaria.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mencionada línea de pobreza es para el promedio nacional, pues cada ciudad tiene su propia línea (porque cada una maneja diferentes canastas de productos y servicios). Para que se haga una idea, debe tener en cuenta que la mayor línea de pobreza monetaria en el país la tiene Bucaramanga, con $599.865, mientras que la más baja está en Riohacha, con $375.831.
Pero también está la pobreza monetaria extrema, que son los hogares que no alcanzan a satisfacer una dieta diaria de 2.100 calorías. Para el promedio nacional, esta fue de $218.846. La más alta la registró Bucaramanga, con $288.120, mientras que la más baja la tuvo Sincelejo, con $195.284.
Las ciudades con mayor y menor pobreza monetaria en Colombia
Parte de los resultados que reveló el DANE muestra la profunda desigualdad que se vive en Colombia, pues la pobreza no golpea de la misma forma a todas las regiones.
Muestra de esto es que las cinco ciudades con mayor un índice de pobreza monetaria fueron Quibdó (60,1 %), Valledupar (49,8 %), Riohacha (46 %), Sincelejo (44,3 %) y Florencia (43,7 %). En contraste las que menos registran son Manizales (17,6 %), Medellín (22,6 %), Cali (23,6 %), Bogotá (23,7 %) y Pereira (27,1 %).
Otra forma de ver estos datos es entender que la brecha que existe entre Manizales y Quibdó es de 42,5 puntos porcentuales.
Esta desigualdad la mide el coeficiente de Gini, que usa el umbral de 0 a 1, en donde cero corresponde a una perfecta igualdad y 1 a una total desigualdad. En 2023, este bajó en Colombia, pues pasó del 0,556 al 0,546. La ciudad con más desigualdad fue Bogotá con un 0,530, mientras que la que presentó mayores niveles de igualdad fue Pereira, con un 0,447.
La importancia de las ayudas económicas
Como se ha visto en otros años, y gobiernos, las ayudas económicas a las poblaciones con mayores necesidades ayudan a reducir de forma significativa la incidencia de la pobreza monetaria en Colombia.
Para el total nacional, estos beneficios mitigaron la pobreza monetaria en 4,4 puntos porcentuales, mientras que la pobreza monetaria extrema en 4,7 puntos porcentuales. Es decir, sin estas ayudas la incidencia de esta hubiera sido del 37,4 % y del 16,1 %, respectivamente.
Las ciudades en donde estas tuvieron un mayor impacto (visto esto como reducción de la pobreza monetaria) fueron Sincelejo (-4,7 %), Riohacha (-4,7 %) y Montería (-4,1 %). En contraste, en donde hubo una menor incidencia (sin decir con esto que no fueron importantes) son Medellín (-1 %), Pereira (-1,7 %) e Ibagué (-1,8 %).
¿Qué es la pobreza monetaria y por qué es importante?
De entrada, hay que establecer unas diferencias clave.
La primera es aclarar que el país hace dos grandes mediciones de pobreza: la monetaria (con el añadido de la extrema) y la multidimensional.
La que fue presentada este martes por el DANE fue la monetaria (con la extrema), que tiene en cuenta sólo el poder adquisitivo de los hogares: es una medición que se hace en relación con el dinero.
La multidimensional (como su nombre lo indica) tiene en cuenta una serie extra de elementos y dimensiones; es un índice más complejo, que busca pintar un panorama más granular y complejo de la situación de una familia (si tiene acceso a servicios de salud o cuál es la calidad de su vivienda, por ejemplo).
Ahora bien, la medición de pobreza monetaria establece un monto de dinero que permite tener unas condiciones mínimas de vida en términos de acceso a alimentación, vivienda y servicios, por ejemplo.
La pobreza monetaria extrema se reduce exclusivamente al tema de alimentos: esta categoría se entiende como la posibilidad de que una persona tenga una alimentación básica (2.100 calorias diarias).
Y de estas mediciones se desprende un término que tiene algo de popularidad: las líneas de pobreza. Estas son, en palabras sencillas, el monto de dinero que permite unas condiciones mínimas de vida.
Las líneas tienen un cálculo nacional, pero también local, puesto que el costo de los arriendos, servicios y alimentos varía entre ciudades y departamentos.
Así mismo, las líneas se utilizan para definir asuntos como subsidios y otras asistencias del Estado.
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