Pobreza superior al 80 % en el Pacífico, un reto para el posconflicto
Según un estudio hecho por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), las necesidades insatisfechas de los municipios del sur de esta región deben ser atendidas, en el marco del posconflicto, teniendo en cuenta particularidades como la alta presencia de grupos étnicos.
María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn
Municipios con tasas mayores al 80 % en pobreza multidimensional (aquella que mide las condiciones de salud, educación, vivienda, entre otras, y no sólo los ingresos), coberturas de educación y de servicios públicos insuficientes, economías incipientes en muchos lugares y una gran población joven, son algunos de los aspectos que resaltan del análisis realizado por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp) sobre los municipios que en la zona sur de la región Pacífico son prioridad para el posconflicto.
Se trata de 39 jurisdicciones ubicadas en las subregiones del Pacífico Medio, el Pacífico Frontera Nariñense y el Alto Patía y Norte del Cauca, que por ser los más afectados por la violencia y la pobreza en esa zona de la costa fueron escogidos por el Gobierno para formar parte de los planes de desarrollo con enfoque territorial (PDET), que se aplican en alrededor de 170 municipios en el país.
El documento entregado por Rimisp, con el apoyo del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), busca aportar al diseño de la política para atender a estas poblaciones, y deja claro que, si bien se trata de un grupo de municipios con muchas diferencias entre sí, tienen particularidades compartidas, como la alta presencia de grupos étnicos.
Los hallazgos del estudio, que tomaron como fuente el censo de 2005 -con base en el cual se hacen las proyecciones- y el censo agropecuario de 2014, van muy en línea con los puntos que motivaron los paros de Buenaventura y Chocó este año.
Por ejemplo, en cuanto al acceso a servicios públicos, estas poblaciones tienen una cobertura de alcantarillado de 32 %. Por otro lado, los 11 municipios (de 39) para los cuales, por su aislamiento, no fue posible calcular una ruta terrestre son dicientes de las brechas en acceso a infraestructura.
Para Rimisp, en cuanto a educación, preocupa que la asistencia a establecimientos educativos por parte de personas entre 5 y 24 años asciende a 52 % en los municipios estudiados, una tasa menor en comparación al 55,4 % observado en la región Pacífico como un todo o el 60,9 % del promedio nacional.
Cuidar a la primera infancia, poner en marcha programas de recreación para los jóvenes y, en general, fomentar la permanencia de los habitantes en las regiones, sobre todo rurales, son algunas de las recomendaciones del Centro para el Gobierno. Eso, dice Rimisp, debe ir de la mano con el “acceso a equipamientos, escuelas públicas de buena calidad, centros de salud, infraestructura productiva, como distritos de riego, y a empleos atractivos”.
Municipios con tasas mayores al 80 % en pobreza multidimensional (aquella que mide las condiciones de salud, educación, vivienda, entre otras, y no sólo los ingresos), coberturas de educación y de servicios públicos insuficientes, economías incipientes en muchos lugares y una gran población joven, son algunos de los aspectos que resaltan del análisis realizado por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp) sobre los municipios que en la zona sur de la región Pacífico son prioridad para el posconflicto.
Se trata de 39 jurisdicciones ubicadas en las subregiones del Pacífico Medio, el Pacífico Frontera Nariñense y el Alto Patía y Norte del Cauca, que por ser los más afectados por la violencia y la pobreza en esa zona de la costa fueron escogidos por el Gobierno para formar parte de los planes de desarrollo con enfoque territorial (PDET), que se aplican en alrededor de 170 municipios en el país.
El documento entregado por Rimisp, con el apoyo del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), busca aportar al diseño de la política para atender a estas poblaciones, y deja claro que, si bien se trata de un grupo de municipios con muchas diferencias entre sí, tienen particularidades compartidas, como la alta presencia de grupos étnicos.
Los hallazgos del estudio, que tomaron como fuente el censo de 2005 -con base en el cual se hacen las proyecciones- y el censo agropecuario de 2014, van muy en línea con los puntos que motivaron los paros de Buenaventura y Chocó este año.
Por ejemplo, en cuanto al acceso a servicios públicos, estas poblaciones tienen una cobertura de alcantarillado de 32 %. Por otro lado, los 11 municipios (de 39) para los cuales, por su aislamiento, no fue posible calcular una ruta terrestre son dicientes de las brechas en acceso a infraestructura.
Para Rimisp, en cuanto a educación, preocupa que la asistencia a establecimientos educativos por parte de personas entre 5 y 24 años asciende a 52 % en los municipios estudiados, una tasa menor en comparación al 55,4 % observado en la región Pacífico como un todo o el 60,9 % del promedio nacional.
Cuidar a la primera infancia, poner en marcha programas de recreación para los jóvenes y, en general, fomentar la permanencia de los habitantes en las regiones, sobre todo rurales, son algunas de las recomendaciones del Centro para el Gobierno. Eso, dice Rimisp, debe ir de la mano con el “acceso a equipamientos, escuelas públicas de buena calidad, centros de salud, infraestructura productiva, como distritos de riego, y a empleos atractivos”.