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Este domingo, Uber se volvió tendencia en redes sociales luego de que un ciudadano, a través de Twitter, informó de un supuesto caso de acoso que se habría presentado hacia una usuaria por parte de un conductor que trabaja con la aplicación.
El tuitero Juan Pablo Gaviria compartió en la red social un pantallazo de los mensajes que el supuesto conductor de Uber envió a una joven, al parecer amiga de Gaviria, en la noche del sábado, luego de prestarle un servicio de transporte.
Mientras los taxis de lujo han sido criticados por no resolver el problema de fondo, entidades como la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) se pronunciaron sobre las modificaciones a la reglamentación del servicio especial: “El regulador pareciera estar más preocupado por intervenir aspectos innecesarios relacionados con el funcionamiento del mercado (del servicio especial), que por proteger bienes jurídicos de mayor entidad para los usuarios y la comunidad”, le expresó la SIC al ministro de Transporte, Jorge Eduardo Rojas, pues, en concepto de la Superintendencia, el Gobierno podía llevar a cabo “una intervención estatal excesiva” en la regulación del servicio de placa blanca, cuyo fin último, podría leerse, es el de ponerles un tatequieto a aplicaciones como Uber y Cabify. (Lea: ¿Por qué el Mintic no puede bloquear Uber?).
En días pasados, además, se conoció que el Tribunal Superior de Cundinamarca admitió la demanda que el Ministerio de Transporte interpuso en contra de Uber, con el fin de bloquearla.