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Un féretro con la tapa abierta, dos rosas blancas encima. Cuatro velas encendidas ubicadas en cada esquina del ataúd. Varias personas alrededor sosteniendo velas blancas prendidas. Gente llorando, sollozando. Una escena típica del entierro de un familiar. Sin embargo, en este caso la escena transcurría sobre piedras, rocas, lodo y lo que queda del río Cauca. Ese es el “muerto”. (Lea: ¿Hidroituango mató al río Cauca? Una guía para aclararlo)
"Los que vimos a nuestros padres atravesar el río y nadar todos los días, las vacaciones eran en la primera de Caucasia, donde todas nuestras celebraciones eran alrededor del río, a los que nos duele nuestro arraigo, nuestra cultura de pesca y de minería, bienvenidos", decía una defensora de derechos humanos, quien representaba a la Asociación de Pescadores La Esperanza y a Asomineros del Bajo Cauca.
La gente llegaba y al ver “al muerto” en el ataúd, se encontraba con un espejo en el que se veían a ellos mismos. "Tú miras el ataúd y te reflejas tú, es tu vida la que se acaba con el río", decía una mujer. Lo que representaba para ellos que la "muerte" del río también los estaba matando. En el entierro simbólico del río Cauca, realizado este miércoles 6 de febrero, estuvieron los habitantes de Caucasia, Antioquia. Según ellos, el cierre de la segunda compuerta en el proyecto hidroeléctrico Ituango fue el que "mató" el río. (Le puede interesar: EPM dice que desde este viernes se normalizará el vertimiento al río Cauca)
Entre los participantes del evento, se encontraba Keimer Oquendo, habitante del sector, quien aseguró que "respaldamos todas las actividades que se están haciendo, que están dirigidas a proteger lo que queda del río. La iniciativa nace de los barequeros, pescadores, y habitantes afectados por toda la contingencia de Hidroituango. Nos estamos manifestando y queremos una solución. Pedimos que se esclarezca lo que está pasando, qué quieren con ese proyecto y qué les espera a las comundides aguas abajo". (Lea: En Puerto Valdivia lloran “la muerte” del río Cauca)
"Ríos para la vida, no para la muerte", gritaba una de las voceras del "entierro", los participantes repetían, una y otra vez. Gregorio Herrera se lamentó y contó que veía muy complicada la situación, pues su familia y él dependen de la pesca. "El río era el sustento de mi casa, mire lo qué ha pasado, de qué voy a vivir, cómo voy a mantener a mis hijos. A mí no me dan empleo, qué me voy a poner a hacer. Me da tristeza, no sé qué vamos a hacer".
Esta situación que enfrenta el río Cauca fue causada por el cierre anticipado de la segunda compuerta en el proyecto hidroeléctrico Ituango, el pasado 5 de febrero. El agua dejó de fluir por la casa de máquinas y el caudal del Cauca empezó a descender y generar un impacto ambiental, económico y social en la zona de influencia. (Vea: Hidroituango: las consecuencias que deja el cierre de la última compuerta)
En un artículo publicado por este diario y titulado ¿Hidroituango mató al río Cauca? Una guía para aclararlo, le preguntaron a expertos en ecología, hidrología, geología y biología, si el río estaba "muerto" o si se podía recuperar de la situación que está atravesando. Si bien coincidieron en que el ecosistema se recuperará, ninguno se atrevió a estimar una posible fecha de recuperación. Todos estuvieron de acuerdo en que depende de varios factores como el apoyo de EPM para restaurar el escosistema, el clima y la presencia de nuevas emergencias.
Para enfrentar la emergencia, EPM está trabajando con 750 colaboradores conformados por biólogos, técnicos y pescadores locales para rescatar la mayor cantidad de fauna que se encuentra atrapada por el descenso de las aguas del río Cauca. No obstante, el gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), Jorge Londoño, reconoció esta mañana en diálogo con Blu Radio que estiman que unos 50.000 peces morirán por esta situación.
Vea: Las imágenes del entierro que le hicieron al río Cauca
Londoño añadió que al tomar la decisión de cerrar la compuerta, en la compañía se enfrentaron a un "dilema ético", pues dejando fluir el río por casa de máquinas se exponían a las comunidades aguas abajo a un colapso sin precedentes. "Esta decisión se toma para proteger la vida de las personas. Indudablemente estuvimos enfrentados a un problema ético: si era más importante las vidas o hacer una afectación al medioambiente”, dijo. (Le sugerimos: Así está el río Cauca tras el cierre de compuertas de Hidroituango)
Según EPM, el embalse está a solo dos metros para alcanzar la cota de 401 metros sobre el nivel mar, con lo que se normalizaría el vertimiento. El embalse ha venido subiendo en más de un metro por día, con lo cual se estima que para este viernes se inicie la primera etapa del vertimiento del río, que seguirá subiendo en forma paulatina.