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Mientras el Gobierno destaca el crecimiento del 3 % que ha tenido el Producto Interno Bruto en 2019 frente al promedio latinoamericano (de cerca del 1 %), e incluso el presidente habla de un crecimiento del 5 % anual, el país todavía no encuentra solución al que es tal vez el principal problema que enfrenta hoy la economía nacional: el desempleo. Aunque este indicador fue símbolo de orgullo por situarse por debajo del 10 % entre 2012 y 2018, la tasa de desocupación completa ya siete meses de 2019 por encima de los dos dígitos.
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¿Cómo está el mercado laboral colombiano?
El alza del desempleo es en realidad el resultado del deterioro de varios indicadores laborales. Por ejemplo, las cifras de desocupación han venido creciendo de forma sustancial: en agosto de 2019 se registraron 2’677.000 desempleados, 391.000 más que en el mismo periodo de 2019. Y como si no fuera suficiente, los niveles de ocupación han venido cayendo, pasando de 22,6 millones de trabajadores (agosto de 2018) a 22,1 millones (agosto de 2019), 562.000 menos.
De hecho, las ramas que más trabajadores concentran son también algunas de las que más están cayendo en sus tasas de contratación. Es el caso de comercio, hoteles y restaurantes, que agrupa el 26,8 % de los empleos del país: en el trimestre junio-agosto de 2018 había 6,03 millones de ocupados en este sector y en el mismo período de 2019 la cifra llegó a los 5,97 millones. Es decir, 60.000 menos.
Asimismo, el sector de la construcción, que entre enero y junio presentó incrementos importantes en los niveles de ocupación, al pasar de 1,4 a 1,55 millones de trabajadores, volvió a decrecer hasta los 1,52 millones de empleados (30.000 menos). Por esta razón, gremios como Camacol insisten en que las políticas de vivienda son claves para reactivar la economía y el empleo: estiman que cada vivienda de interés social que se construye genera 5,6 nuevos empleos en Colombia. Esto explica la expectativa que hay por los nuevos subsidios de vivienda que el Gobierno anunció hace un mes.
¿Por qué sube el PIB y no baja el desempleo?
Para Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), el alza del desempleo “es un fenómeno que se viene presentando en los últimos cuatro años: es una tendencia de largo plazo y la tenemos que leer como tal, porque las soluciones también deben ser estructurales. La principal razón de la subida del desempleo es sin duda una tasa de crecimiento económico que no permite atender el crecimiento de la población y por lo tanto el crecimiento de las personas que están buscando trabajo. Por esto es necesario que la economía registre pronto tasas de 4 o 4,5 % en el crecimiento del PIB”.
Por su parte, el investigador Iván Daniel Jaramillo, del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, señaló que “el problema es que el teórico crecimiento económico no alcanza a arrastrar el empleo, que sufre por la falta de presencia institucional y de políticas públicas activas de empleabilidad que favorezcan el encuentro entre la oferta y la demanda de trabajo”.
Otro factor para analizar es el salario mínimo, un tema que suele colarse en las discusiones de desempleo en Colombia. De hecho, es común citar estudios, como uno del Banco de la República, que indican que un aumento de 1 % en el costo de la nómina por cuenta del incremento del salario mínimo podría destruir 18.000 puestos de trabajo formales en tres meses. Por esto, entre empresarios y analistas ha vuelto a surgir la crítica de que el incremento salarial del 6 % que se acordó en diciembre de 2018 fue demasiado alto.
Frente a estas críticas, Fabio Arias, fiscal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), responde que “no tiene nada que ver, porque según el DANE sólo 1’700.000 trabajadores devengan el mínimo, y de hecho hay millones de trabajadores que ganan menos. El empleo no crece porque las importaciones siguen creciendo y en cambio hemos descuidado la agricultura y las manufacturas colombianas”.
El efecto salarial en el desempleo es un debate viejo y no parece estar cerca de resolverse. Se espera que también se presente en las negociaciones del salario mínimo, que comienzan en diciembre.
Mientras tanto, la tasa de desempleo podría seguir en dos dígitos, al menos hasta que se registren mayores tasas de crecimiento económico. Pero un 5 % anual no parece cercano aún, ya que ni siquiera se han sentido los efectos de los programas de vivienda, por ejemplo.