¿Por qué están agarrados los propietarios de Justo & Bueno y de D1?

Que Justo & Bueno y D1 sean noticia en Colombia no es nuevo, porque a punta de precios bajos, les vienen quitando una fuerte porción del mercado a los tradicionales y grandes del negocio, como el Grupo Éxito. Les han comparado, incluso, con los precios elevados que tiene Carulla, sabiendo que ese supermercado siempre se ha vendido como 'premium', también con las tiendas de barrio y hasta con otras jugadoras del sector, como PriceSmart, quien basa su modelo en la importación y suscripción de sus clientes fieles.

Justo & Bueno y D1 ahora son noticia porque el primero acusa al segundo de competencia desleal o como se le llama en la Superintendencia de industria y Comercio, restricción a la competencia. Justo & Bueno asegura que D1 estaría ejerciendo una indebida presión sobre los proveedores de las tiendas, es decir, quienes venden los alimentos a las dos cadenas, para que, nada más y nada menos, no le vendan a su competidor en el mercado.

La investigación está en manos de la SIC. Sin embargo, se supo que de parte de Justo & Bueno se decidió presentar una demanda por falso testimonio contra dos ejecutivos de, precisamente, compañías que sirven de proveedores para este segmento comercial. Se supo que el abogado Jaime Granados fue el encargado de esa labor, y en donde se habría argumentado que cuando estas dos personas rindieron declaraciones ante la SIC, al parecer incurrieron en contradicciones.             

De acuerdo con esta investigación, los dos ejecutivos, quienes ahora cargan con esta demanda, fueron buscados por Justo & Bueno para que aportaran en el estado probatorio del ente regulador. Y es ahí donde toma más fuerza el caso, pues resulta que ahora es Justo & Bueno el que los acusa por las inexactitudes en sus declaraciones. 

Por eso, D1, ante el desarrollo de todo el proceso, respondió en un comunicado de prensa: “Resulta sorprendente que Mercadería Justo & Bueno esté denunciando penalmente a los dos testigos a quienes llamó, por su propia iniciativa, para dar un testimonio en el marco del proceso que iba a iniciar contra D1. Las declaraciones de estas personas se dieron en un proceso al cual D1 no fue convocado y en el que no tuvo ninguna participación, pues se trataba de una etapa previa a la presentación de la demanda".

La investigación avanza, mientras estos dos nuevos jugadores no paran en sus crecimientos y se mantiene su ritmo de aperturas en el país en tiempos donde el Grupo Éxito, por su expansión internacional, ha visto números negativos en sus utilidades. “D1 es absolutamente respetuoso de las autoridades colombianas y acudirá a ellas para demostrarle al país con total transparencia que no se ha incurrido en ninguna falta. El propósito esencial del negocio es proveer mejores alternativas al consumidor colombiano, y promover y desarrollar su red de proveedores con relaciones gana-gana. Así se contribuye al desarrollo del país y del comercio dentro de los más sanos parámetros de la libre y leal competencia".

Al final, la empresa apuntó que el mercado colombiano es suficientemente amplio "para que exista espacio para toda clase de competidores", y advierten que "la forma de ganarse la buena reputación y la aprobación de sus consumidores es mediante una oferta de productos de alta calidad a muy buenos precios, y no ventilando ante los medios diferencias y procesos judiciales que no han sido resueltos por las autoridades competentes".

*El Espectador hace parte del mismo grupo empresarial al que pertenece tiendas D1. 

Que Justo & Bueno y D1 sean noticia en Colombia no es nuevo, porque a punta de precios bajos, les vienen quitando una fuerte porción del mercado a los tradicionales y grandes del negocio, como el Grupo Éxito. Les han comparado, incluso, con los precios elevados que tiene Carulla, sabiendo que ese supermercado siempre se ha vendido como 'premium', también con las tiendas de barrio y hasta con otras jugadoras del sector, como PriceSmart, quien basa su modelo en la importación y suscripción de sus clientes fieles.

Justo & Bueno y D1 ahora son noticia porque el primero acusa al segundo de competencia desleal o como se le llama en la Superintendencia de industria y Comercio, restricción a la competencia. Justo & Bueno asegura que D1 estaría ejerciendo una indebida presión sobre los proveedores de las tiendas, es decir, quienes venden los alimentos a las dos cadenas, para que, nada más y nada menos, no le vendan a su competidor en el mercado.

La investigación está en manos de la SIC. Sin embargo, se supo que de parte de Justo & Bueno se decidió presentar una demanda por falso testimonio contra dos ejecutivos de, precisamente, compañías que sirven de proveedores para este segmento comercial. Se supo que el abogado Jaime Granados fue el encargado de esa labor, y en donde se habría argumentado que cuando estas dos personas rindieron declaraciones ante la SIC, al parecer incurrieron en contradicciones.             

De acuerdo con esta investigación, los dos ejecutivos, quienes ahora cargan con esta demanda, fueron buscados por Justo & Bueno para que aportaran en el estado probatorio del ente regulador. Y es ahí donde toma más fuerza el caso, pues resulta que ahora es Justo & Bueno el que los acusa por las inexactitudes en sus declaraciones. 

Por eso, D1, ante el desarrollo de todo el proceso, respondió en un comunicado de prensa: “Resulta sorprendente que Mercadería Justo & Bueno esté denunciando penalmente a los dos testigos a quienes llamó, por su propia iniciativa, para dar un testimonio en el marco del proceso que iba a iniciar contra D1. Las declaraciones de estas personas se dieron en un proceso al cual D1 no fue convocado y en el que no tuvo ninguna participación, pues se trataba de una etapa previa a la presentación de la demanda".

La investigación avanza, mientras estos dos nuevos jugadores no paran en sus crecimientos y se mantiene su ritmo de aperturas en el país en tiempos donde el Grupo Éxito, por su expansión internacional, ha visto números negativos en sus utilidades. “D1 es absolutamente respetuoso de las autoridades colombianas y acudirá a ellas para demostrarle al país con total transparencia que no se ha incurrido en ninguna falta. El propósito esencial del negocio es proveer mejores alternativas al consumidor colombiano, y promover y desarrollar su red de proveedores con relaciones gana-gana. Así se contribuye al desarrollo del país y del comercio dentro de los más sanos parámetros de la libre y leal competencia".

Al final, la empresa apuntó que el mercado colombiano es suficientemente amplio "para que exista espacio para toda clase de competidores", y advierten que "la forma de ganarse la buena reputación y la aprobación de sus consumidores es mediante una oferta de productos de alta calidad a muy buenos precios, y no ventilando ante los medios diferencias y procesos judiciales que no han sido resueltos por las autoridades competentes".

*El Espectador hace parte del mismo grupo empresarial al que pertenece tiendas D1.