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El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, admitió este martes que la inflación en EE.UU. es más preocupante y estructural que a principios de este año, después de haber asegurado en los últimos meses que se trataba de algo “transitorio”.
“Sí, creo que es justo decir que así es”, respondió Powell en el Comité Bancario del Senado al ser preguntado por un legislador sobre si la inflación actual es más preocupante y estructural ahora que hace unos meses.
Además, Powell dijo que los problemas de la cadena de suministro en Estados Unidos, uno de los principales motivos de la elevada inflación, “no solo no han mejorado, sino que en algunos casos han empeorado. Las restricciones en las cadenas de suministro están en el centro de la inflación y han empeorado”, aseveró.
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Las declaraciones de Powell impulsaron uno de los días más malos en tiempos recientes para Wall Street, que cerró este martes con caídas en indicadores como el Dow Jones y el S&P 500.
Según datos al cierre de la Bolsa de Nueva York, el Dow Jones recortó 569,38 puntos, hasta 34.299,99, mientras que el S&P 500 descendió un 2,04 %; este último es la peor bajada diaria de este indicador desde mayo de este año.
Al mercado le preocupa el posible cierre del Gobierno de EE.UU. si no se aprueba financiación antes del viernes y también el techo de la deuda, que podría llevar a una suspensión de pagos.
La Fed actualizó la semana pasada sus proyecciones de inflación, que hasta junio de este año se mantenían en 3,4 %, pero ahora se espera llegue a 4,2 %. Después de su reunión de septiembre, el banco central estadounidense también revisó a la baja su estimación para el PIB a 5,9%, frente a 7% de expansión anual que estaba previendo en junio.
Además de darle un mayor protagonismo al efecto de la inflación, Powell también dijo algo que, aunque no resulta sorprendente, sí envía señales de alarma a los mercados: “Si la inflación se convirtiera en una preocupación seria”, la Fed reducirá sus tasas de interés, una medida que, hasta el momento, no se espera que ocurra antes del próximo año.
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“A medida que la economía continúa reabriéndose y el gasto se recupera, estamos viendo una presión al alza sobre los precios, particularmente debido al estancamiento en la oferta en algunos sectores”, agregó Powell.
Hasta el momento, el repunte de la inflación, que en junio de este año llegó a 5,4 % en su variación anual (el mayor incremento del indicador de 13 años) se veía como una consecuencia natural de la reactivación de las economías. Aquí hay que decir que este indicador no sólo crece en EE.UU., sino es un fenómeno ciertamente gobalizado.
En Colombia, por ejemplo, la inflación de agosto se ubicó en 4,4 %, en comparación con el mismo mes del año pasado. Esta cifra supera la cifra meta del Banco de la República y, al menos en el contexto local, se explica en buena parte por el crecimiento en los precios de los alimentos.
Y si bien el contexto local está atado a incrementos en los alimentos, algunas de las razones de las subidas en distintos productos sí son más globales, como los problemas logísticos y de transporte que han plagado cadenas de producción en todo el mundo.
Aquí se cuentan cosas como la crisis de los contenedores, un escenario que se puede ver desde dos aristas: no hay suficientes de estos elementos (dependiendo un poco de quién haga los cálculos) y los que hay en servicio suelen encontrarse en el lugar equivocado de la ecuación.
De acuerdo con Tim Page, CEO de CAI International, una de las compañías más grandes en el mercado de rentar contenedores, hay una situación que se ha ido popularizando de cierta forma: cuando un barco con origen en China deja sus mercancías en el puerto de destino, su prisa por volver a puerto chino es tal, que se devuelve con casi 10 % menos contenedores porque no puede esperar a que los que queden vacíos se vuelvan a llenar.
O sea, los barcos están viajando más vacíos en sus viajes de vuelta a territorio chino, lo que de entrada modifica el esquema de precios de las navieras y otros operadores logísticos, pero además están dejando contenedores vacíos en lugares en donde no sirven de a mucho en ese estado.
Por otro lado, también influye en varias industrias la escasez de procesadores, que ha impactado a renglones como la fabricación automotriz y de tecnología, y que se explica por concentración en la producción de estos componentes y una demanda salida de todo registro histórico por cuenta de la expansión en la virtualidad.
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La inflación anual se redujo en agosto en EE.UU. en una décima, al 5,3 %, en la primera señal de un enfriamiento de los precios tras meses de alzas sostenidas, aunque se mantiene todavía a niveles muy elevados.
La Fed redujo al mínimo sus tasas de interés en 2020 cuando la pandemia comenzó a azotar la economía de Estados Unidos, para sostener el crédito y la inversión, pero también comenzó a comprar bonos del Tesoro y otros activos para facilitar la liquidez del mercado en un momento de tensión.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló que la reducción de estas compras de activos, que se elevan a 120.000 millones de dólares al mes, podría comenzar antes de fin de año, pero un aumento de tasas no vendrá pronto, aunque más miembros del organismo consideran un incremento de los tipos de interés el año que viene.