Más de 170 personas, la mayoría indígenas yukpa, viven en cambuches sobre la variante San Roque-Valledupar, de la Ruta del Sol.
Foto: Terumoto Fukuda
Carlos Tapia está sentado en un espacio de tierra en el que antes estaba su casa. En el piso solo queda un trozo de porcelana y los rastros de un inodoro verde aguamarina. Desde ahí se alcanzan a ver los cambuches en los que él, su familia y otros afectados, en total cerca de 170 personas —en su mayoría indígenas yukpa—, duermen desde hace ocho meses. “Aquí era mi casa, donde está el planchón. Perdimos todo. Queda esto, miseria y ruina. Por esa razón estamos en la parte de arriba, viviendo en estas condiciones”.