¿Por qué somos corruptos?

La corrupción es un malestar que impacta las finanzas del país. Frente a esta problemática, que no solamente habita en las altas esferas del poder sino también en la cotidianidad de las personas, un psiquiatra y neurocientífico explica este comportamiento en el ser humano.

Diego Ojeda /@Diegoojeda95
27 de agosto de 2018 - 09:59 p. m.
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Para octubre del año pasado el procurador general de la nación, Fernando Carrillo, denunció que los corruptos se están llevando entre $40 y $50 billones de los presupuestos nacionales, departamentales y municipales, cifra que se aproxima al 9% del PIB nacional.

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Según el más reciente informe de Transparencia por Colombia, la situación del país en esta materia deja ver que la nación se ubica en el puesto 169 de 180 recibiendo una calificación de 37 sobre 100, puntaje que comparte con otros de la región como Brasil, Panamá y Perú.

Lo anterior es solo una pincelada para describir la situación de la corrupción en Colombia. Intentar definir con ‘pelos y señales’ esta problemática en el país demandaría hablar de monstruos como Odebrecht, irregularidades en contrataciones y su impacto en sectores como la salud, educación y sistema financiero, entre otras. Una lista que parecería interminable.

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Sin embargo, el anterior panorama pareciera dejar en la mente que la corrupción es algo que solo se ve en las altas esferas del poder, pero, según la definición que le da a esta problemática el psiquiatra y neurocientífico de la Universidad Javeriana, Hernando Santamaría, este mal es más común y cotidiano de lo que muchos podrían imaginar.

“La corrupción es intentar obtener un beneficio individual por encima de los recursos del grupo que son para todos”, explica el profesional. Con esta definición, actos como evadir impuestos, ‘colarse’ en el transporte público, comprar piratería y hasta celebrar un penalti injusto solo porque favorece al equipo de fútbol del cual se es fanático, son ejemplos de cómo este mal se encuentra presente en la cotidianidad.

 

¿Por qué somos corruptos?

 

“ Lo primero que hay que decir es que los estudios revelan que no es un comportamiento inherente al ser humano. Hay estudios que muestran, por ejemplo, que mamíferos como lobos, perros y algunos gatos, castigan a miembros de su propia especie cuando intentan obtener un beneficio propio, cuando piensan solo en ellos y no en el resto de la manada”, explica Santamaría.

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Para este profesional la respuesta a porqué somos corruptos ha generado diversas hipótesis. Está la que asegura que las personas más propensas a cometer actos de corrupción son aquellas que se caracterizan por ser individualistas, que tienen baja empatía o que piensan continuamente en recompensas propias. “Sin embargo, los estudios en ese campo no son concluyentes”, puntualiza el psiquiatra y neurocientífico.

Por otro lado, existen estudios más robustos científicamente hablando que apuntan a que la corrupción está más relacionada al contexto social en el cual se encuentra la persona. El profesional asegura que este mal pareciera estar más modificado y modulado a contextos sociales que a factores individuales de cada persona.

“Yo hablaría más de actos corruptos que de personas corruptas”, asegura Santamaría.

 

La corrupción duele, literalmente

 

Estudios han demostrado que cuando una persona presencia un acto de corrupción en su interior se activan zonas cerebrales relacionadas al dolor físico, la inconformidad o cuándo se ve a otro sufrir.

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“Lo que deberíamos hacer como sociedad en un país como el nuestro, es fortalecer nuestro contexto social, que nuestros organismos de control social se hagan más rigurosos y que además que muestren lo productivo y lo bueno de los actos en los que la gente colabora o en los que la gente es generosa”, explica Santamaría como una solución para mitigar el malestar de la corrupción en Colombia.

Este profesional piensa que un contexto donde se enaltezcan los actos colaborativos por encima de los individuales seguramente repercutirá en un mejor control para los actos corruptos; lo anterior, según sus declaraciones, podría repercutir en resultados más efectivos que los obtenidos por las penalidades y la cárcel.

Así lo roban en Colombia y usted ni cuenta se da

Por Diego Ojeda /@Diegoojeda95

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