Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Colombia se encuentra en un lento proceso para consolidar una industria cinematográfica. No tiene la maquinaria ni los recursos suficientes, así que lo logrado ha sido gracias a los fondos, becas y estímulos de los sectores públicos y privados. Para aportar a los esfuerzos de los cineastas nacionales se creó el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), mediante la Ley de Cine que se firmó en 2003. Dicha iniciativa permitió la creación de un banco a donde llega un porcentaje del dinero que pagan productores, exhibidores y distribuidoras para proyectar películas colombianas y extranjeras.
De acuerdo con Claudia Triana, directora de Proimágenes Colombia, el FDC recibe $30.000 millones al año de varias salas de cine. Según explica, esto quiere decir que cada vez que un colombiano acude a una sala de cine está contribuyendo a la producción de historias nacionales. El 70 % de los recursos se destinan a la producción cinematográfica y el porcentaje restante va para formación, promoción y divulgación, gastos administrativos y financieros. También comenta que las películas extranjeras generan el mayor recaudo para la industria nacional, y muestra de ello es que en 2018 se estrenaron en el país 356 películas, de las que solo 40 fueron colombianas. (Lea: No hay industria, pero se hace cine)
Elba McAllister, gerente de Cineplex, explica que el 17 % de la boleta de cine se va para el FDC, distribuido de la siguiente manera: “El 8,5 % lo aporta el distribuidor (o dueño de la película) y el otro 8.5 % el exhibidor, que puede reducir el porcentaje a 2,25 % si mensualmente presenta cortometrajes nacionales”.
Los réditos de la industria cinematográfica nacional son propensos a aumentar durante la temporada de premiaciones. Por ejemplo, este domingo se entregarán los Premios Óscar, otorgados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, por lo que algunas de las películas nominadas han regresado a las carteleras desde hace unas semanas. Esto ocurre porque estas cintas, que se estrenaron el año pasado, no siempre cuentan con el mismo marketing que las comerciales dado que algunas pueden ser de nicho. “La gente no se entera porque pasa muy rápido de cartelera y no ha sido precedida por suficiente publicidad y mercadeo, muchas veces, por falta de recursos”, asegura Triana.
Pero este no es el caso de todas las cintas nominadas. Bohemian Rhapsody, la película que aborda la vida de Freddie Mercury y rinde homenaje a la banda británica de rock Queen, acumuló 1. 142.581 espectadores en Colombia antes de completar un mes en cartelera. Se trata de una cifra importante y lograda en tiempo récord. El filme está nominado a cinco premios, incluido a Mejor película. (Le puede interesar: "Bohemian Rhapsody", la película musical y biográfica más taquillera en Colombia)
O La cinta de Marvel Pantera Negra, la más taquillera de 2018, que se llevó siete nominaciones (incluida la de Mejor película, convirtiéndose en la primera cinta basada en una historieta en entrar a dicha categoría). La entrada de Pantera negra, Bohemian Rhapsody y Nace una estrella se puede leer como un intento de la Academia por reconocer el talento y la calidad de películas que han logrado muy buenos datos en taquilla.
Para aprovechar esa oportunidad de mercado, las empresas generan estrategias para que el público pueda disfrutar de nuevo de las exitosas cintas. Por ejemplo, Cine Colombia creó un pasaporte con cinco entradas para ver las películas nominadas. Este año es la quinta vez que la empresa pone a disposición un abono, del 1 de febrero al 1 de marzo.
Lo mismo considera Federico Mejía, director de Cinema Paraíso, quien cree que una película nominada al Óscar es garantía de una mayor atención por parte del público. “Es normal que las salas vuelvan a programar estas películas cuando ya han salido de cartelera, con el fin de lograr una mayor explotación económica de las mismas y por eso varios exhibidores tienen ofertas promocionales. Estas estrategias apuntan a un público específico que logra aumentar gracias a la publicidad y la prensa”.
Para Cineplex, la distribuidora de Vice, volver a poner películas nominadas en cartelera es una acción que se ve reflejada en una ligera ocupación de las salas, sobre todo las que durante todo el año exhibieron contenido de autor o cine independiente. No obstante, McAllister, gerente de la empresa, considera que “la temporada de premios y nominaciones de las diferentes Academias de Cine Bafta, Globos de Oro, Goya y Óscar, no cambia sustancialmente los resultados en las entradas a las salas de cine”.
A lo que hace referencia McAllister es a que, de los 10.253.697 de asistentes a cine en lo corrido de 2019 en Colombia, sólo 358.518, han asistido a películas nominadas en las diferentes categorías de los Óscar. Esto es, un 3,5 % del total de asistencia a cine, de acuerdo con cifras de las distribuidoras, pues Proimágenes aún no cuenta con cifras de 2019. (Vea: Top 10: películas colombianas más vistas en 2018)
A pesar de los efectos de la temporada de premios, McAllister y Triana creen que el resultado de volverlas a poner en cartelera, si bien es importante, no es tan relevante como el estreno. “La decisión de lanzar una película se toma pensando principalmente en los estrenos taquilleros que podrían competir en los diferentes premios, ya que los estrenos de las nominadas no son tan significativos”.
Para Triana, el resultado del recaudo nunca es mayor que el inicial y una nominación se convierte en un valor agregado para una película. “No pasó ni con ‘El abrazo de la serpiente’ ni con ‘Pájaros de verano’, de Ciro Guerra, en el caso de cintas colombianas que estuvieron nominadas y prenominadas, respectivamente. Sin embargo, volverlas a poner sí es un recurso adicional que sirve para el recaudo final de la cinta y, además, impulsa a que la cinta sea vendida en otros países”. (En contexto: "Pájaros de verano", preseleccionada al Premio Óscar 2019)
En pocas palabras, la industria del cine colombiano no se beneficia sustancialmente de la temporada de premios. Sí es un gran aporte, porque la mayoría son películas extranjeras, pero lo que se debería hacer, según los expertos, es cambiar las estructuras y darles más oportunidades a las cintas nacionales.
“Creo que hay un trabajo muy importante por hacer con las películas que no han tenido mucho despliegue internacional, que tienen actores naturales que no son un gancho fácil para el público. Hay que hacer un trabajo grande y posicionar las cintas, a los directores y a los actores”, afirma Triana, quien agrega que sería importante tener un presupuesto especial para no solo hacer las películas sino también para la promoción y que hay que tratar de que las películas independientes se ofrezcan en cada vez más salas de cine del país.
En el país hay más de 1.000 pantallas, pero se ignoran este tipo de películas de cine arte, pues solo llegan a diez salas de cine de Bogotá y, si les va bien, alcanza a estar en otras diez en todo el país. “Hay que hacer todo un trabajo pedagógico, de socialización, y mostrar que ese tipo de películas pueden tener un público, pero es un trabajo concertado. Hay que formar a ese público para que comience desde temprano, porque el público que más va a cine son los jóvenes. Se requiere una sensibilización de todos los eslabones de la industria”, concluye la directora de Proimágenes.
“Roma”, de Alfonso Cuarón, y Netflix
La cinta del director mexicano y la plataforma de streaming se han convertido en un fenómeno. La película, en blanco y negro, hablada en español y mixteco, tiene como protagonista a Yalitza Aparicio, una actriz natural que ha ganado dos globo de Oro, un Goya, cuatro BAFTA. Es la primera cinta distribuida por un servicio de streaming que logra diez nominaciones en los Premios de la Academia. Netflix, a su vez, es la plataforma digital de streaming con más suscriptores en el mundo.Esta innovadora propuesta también ha generado un revolcón, pues rompió con la manera de exhibir las cintas nominadas al circuito de premios. Muchas de las grandes empresas se negaron a proyectarla en sus salas de cine al mismo tiempo que estaba disponible en la plataforma.
Munir Falah, presidente & CEO de Cine Colombia, explicó en noviembre de 2018, antes del estreno de la cinta, que “en Colombia, los seis principales circuitos de cine decidieron, individualmente, no estrenar la película “Roma” de Alfonso Cuarón. La razón es que Netflix no quiere respetar la ventana de 90 días”. Cine Colombia no la puso en su cartelera, sin embargo, otras salas alternas sí como Tonalá y Cinema Paraíso.
Para las fuentes consultadas, esta situación evidencia que el modelo de negocio está cambiando y que la apuesta por producciones independientes es cada vez mayor. Para Claudia Triana “hay películas que están siendo directamente producidas por estas plataformas, como Netflix, Amazon, HBO, que están haciendo sus propios contenidos y, cuando llegan a un país, se sostienen de suscriptores y están buscando contenido local y diversidad de material”.
A su turno, Elba McAllister, cuenta que “Netflix es miembro del MPAA, lo que le permite estar al lado de los estudios de Hollywood para producir contenido. Su decisión de presionar para disminuir el tiempo de disponibilidad entre la exhibición en sala de cine y la plataforma será una puja que tendrá que lograr un balance”.
Netflix, por su parte, como es costumbre no revela datos de consumo y le prohibió a Cine Colombia divulgar cifras sobre los espectadores de la cinta en las salas del país. Este medio intentó acceder a cifras de la película en la plataforma digital, pero la compañía dijo que no era posible.
Parte de la misión de Proimágenes Colombia es entender lo que está pasando en el mercado, abrir oportunidades para los proyectos nacionales y tratar de promocionar en nuevos espacios los contenidos audiovisuales que se están haciendo en el país. La batalla entre los circuitos tradicionales y Netflix se conocerá este domingo y, si “Roma” sale victoriosa, marcará un antes y un después en la industria cinematográfica pues directores y exhibidores buscarán que esta plataforma les produzca sus películas. Quizás sea una oportunidad para que las cintas tengan una mayor difusión y la industria del cine nacional siga caminando hacia su consolidación.