En medio de la instalación del Congreso que se realizó este lunes de forma remota, el Ministerio de Agricultura anunció la radicación de un proyecto de ley que busca llevar alivios financieros para unos 140.000 pequeños y medianos productores.
“Radicamos un proyecto de ley que beneficiará específicamente a los pequeños y medianos productores, que contempla varias medidas como la posibilidad de lograr acuerdos con los bancos por las deudas existentes, así como unos alivios financieros y no financieros para una serie de cadenas no priorizadas”, aseguró Rodolfo Zea, ministro de Agricultura, a través de un comunicado.
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El proyecto establece dos mecanismos principales de alivios financieros. El primero es la posibilidad de llegar a acuerdos de pago con los bancos para las obligaciones que están cubiertos bajo el Fondo Agropecuario de Garantías (FAG).
Según el ministro Zea, esta modalidad permitirá descuentos a capital, condonación de intereses corrientes y de mora para quienes ya tengan obligaciones vencidas. Las cuentas del Ministerio aseguran que por esta vía se beneficiarán 140.000 deudores.
El segundo mecanismo que establece el proyecto es la posibilidad de descuentos a capital para deudores que hayan sido beneficiados por el Fondo de Solidaridad Agropecuaio (FONSA). El Ministerio asegura que este tipo de alivios beneficiará a 56.000 deudores.
La cartera cabeza del agro aclaró que también se ajustarán las condiciones para considerar quién se entiede como un pequeño productor para fines del acceso a crédito. De acuerdo con información del Ministerio “ya no se tendrá en cuenta los activos, sino solo el patrimonio, que en la mayoría de los casos es menor a lo adeudado”. Al respecto Zea comentó que “Esta posibilidad permitirá ampliar la cobertura del FONSA a los medianos productores para próximas intervenciones”.
El agro es uno de los pocos sectores de la economía que, a pesar de los rigores de la pandemia por el COVID-19, sigue ofreciendo buenas noticias: durante el primer trimestre creció 6,8 % (cuando el PIB nacional fue un anémico 1,1 %) y tiene las mejores posibilidades de recuperar plena normalidad en menor tiempo, en comparación con prácticamente cualquier otro renglón de la producción.
Sin embargo, esto no se ha traducido necesariamente en un beneficio para los productores. En primer lugar, como dice Luis Alejandro Jiménez, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), si bien los productores rurales tienen la “protección natural” de estar aislados del mundo urbano, es escaso el acceso a dotaciones de bioseguridad que les permitan protegerse y cumplir con los protocolos de bioseguridad exigidos.
A pesar de las cifras macro, y de haber continuado operando a pesar de las restricciones para mitigar la expansión del nuevo coronavirus, el agro también ha ajustado golpes económicos por bajas en el consumo, tanto de los individuos, como de grandes compradores como restaurantes y hoteles, por ejemplo.
Así mismo, la crisis que atraviesa el país podría agravar aún más algunas realidades del campo, como la migración hacia las ciudades por falta de oportunidades y, en consecuencia, el relevo generacional.