Producción de alimentos: así se prepara el campo para el fenómeno de La Niña
Dependiendo de cada cultivo, los productores se preparan de diferente manera para mitigar los impactos de las fuertes lluvias que se esperan en el segundo semestre del año. Le contamos cuáles son las estrategias.
Las lluvias regresan después de varios meses de sequía, altas temperaturas e incendios por el fenómeno de El Niño. El país entrará en La Niña en julio, de acuerdo con los pronósticos climáticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
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Las lluvias regresan después de varios meses de sequía, altas temperaturas e incendios por el fenómeno de El Niño. El país entrará en La Niña en julio, de acuerdo con los pronósticos climáticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam).
Cuando llegue el fenómeno se tendrán nuevas estimaciones sobre su impacto en el país. Sin embargo, desde el Ministerio de Agricultura esperan un escenario similar a la temporada de lluvias que se dio entre 2010 y 2012.
El clima, sin duda, es difícil de predecir y representa el mayor factor de riesgo para los productores y campesinos, pues el rendimiento de los cultivos depende del sol, la lluvia y la humedad. Es complejo jugar con los eventos climáticos que ofrecen condiciones extremas de sequía y precipitaciones, todavía más cuando viene uno después del otro.
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La preparación
Las consecuencias económicas del clima no son solo para quienes producen, sino también para los que comparan y consumen. Para minimizar los efectos, cada agricultor prepara su cultivo con antelación.
“Para mejorar la situación se pueden tener distritos de riego, tecnología para información y monitoreo meteorológico”, asegura Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Y añade que cada productor agropecuario se prepara, en la medida de sus posibilidades, para tener canales de drenaje de las aguas y evitar inundaciones en el invierno.
La preparación también es la apuesta de la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, pues sostiene que todo lo que se haga será fundamental para que el agro crezca a pesar de los desafíos. Para ello, la cartera creó la estrategia “Confianza Colombia”, un plan de adaptación a las situaciones climáticas en la ruralidad que contará con recursos por $2,6 billones.
“En caso de que La Niña sea más leve o dure menos que en 2012, las inversiones van a generar una mayor capacidad productiva”, destacó Mojica.
Aunque desde el sector se puede hacer mucho, es necesario garantizar que esos esfuerzos y avances tecnológicos lleguen a todos los productores.
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La situación de cada cultivo
Estas son las preocupaciones y prevenciones que tienen los diferentes sectores frente a la llegada del fenómeno de La Niña:
🥔 Papa: por tratarse de un cultivo de ciclo corto, los productores siembran de acuerdo con las rotaciones. La abundancia de lluvia afecta la calidad del producto, aunque están identificados los lugares más expuestos (en terrenos planos). “El cultivo, al estar en ladera, tiene el beneficio de que no se inunda. Consideramos que nos podemos defender porque ya estamos acostumbrados a las lluvias”, sostiene Germán Palacio, gerente de Fedepapa.
🌽 Cereales y leguminosas: el maíz es muy sensible al exceso del agua, y con las lluvias hay más proliferación de patógenos y enfermedades. En muchas zonas no se tiene buena infraestructura de drenaje ni la necesaria para el secado de los granos, lo que dificulta todavía más el proceso. Al final, se perjudican los rendimientos y la calidad. Henry Vanegas, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce), sostiene que necesitan mejorar la infraestructura y crear un incentivo a la cobertura de precios, para no estar expuestos a la volatilidad que generan las condiciones climáticas.
🥗 Frutas y hortalizas: los cultivadores están alerta porque la humedad pueden facilitar la propagación de plagas y enfermedades en las plantas. Cuando sucede, resultan afectadas las cosechas y la calidad del fruto. “El éxito para superar estas nuevas condiciones climáticas estará relacionado con la nutrición de las plantas, y sus frutos, para que soporten las condiciones”, destaca la Asociación Hortifrutícola de Colombia (Asohofrucol).
🍌 Bananos y plátanos: las enfermedades y plagas también son un problema para este tipo de cultivos cuando permanece la humedad en el suelo, por lo que los productores están alerta para atender dichos focos. También buscan mitigar los efectos de las lluvias mediante mejores prácticas de producción, con las redes de estaciones meteorológicas que permitan tener información precisa para tomar acciones rápidas.
🥩 Carne y leche: Fedegán (Federación Colombiana de Ganaderos) dice que si la intensidad del fenómeno es fuerte, habrá que desplazar a los animales o pueden quedar atrapados en las inundaciones. Los ganaderos se preparan para La Niña teniendo forrajes y monitoreando los niveles de los ríos.
🌾 Arroz: a diferencia de los demás sectores, las lluvias no son un problema para este producto, porque es una planta acuática. Para ellos el impacto más fuerte lo generó El Niño, pues debieron posponer los períodos de siembra mientras los ríos y distritos de riego recuperaban su caudal, de acuerdo con Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz).
Las estrategias
La iniciativa del Ministerio de Agricultura para anticiparse a La Niña incluye recursos del presupuesto nacional por $509.000 millones, aproximadamente, orientados al apalancamiento de crédito, gestión del riesgo, agroindustria sostenible, asistencia técnica, acompañamiento, entre otros procesos de previsión.
Si bien la anticipación es esencial, “en los escenarios extremos, desafortunadamente, no hay preparación que alcance”, en palabras de Bedoya. Catástrofes como inundaciones o incendios pueden dejar a las familias sin fuente de trabajo ni ingresos. Por eso, un asunto clave para los productores es el seguro agropecuario, pues les permite garantizar la siguiente siembra en caso de que se pierda el cultivo.
Aunque las inversiones anunciadas por el Minagricultura son necesarias, hay otras estrategias que también se deben implementar. Según Jaime Alberto Rendón, director del Centro de Estudios e Investigaciones Rurales de la Universidad de La Salle, se necesita que los cultivos estén limpios, al igual que las quebradas y vías de drenaje para que el agua no se represe.
Otra estrategia que considera importante es la de consolidar comités de observación de las condiciones del clima y los afluentes de los ríos para identificar cuando se aproxime una creciente súbita. Para ello se necesitan alertas tempranas entre las comunidades cercanas.
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Por su parte, el presidente de la SAC afirma que el país tiene que avanzar en semillas modificadas resistentes para el cambio climático. Se debe invertir más en transferencia de conocimientos y tecnología, porque el clima se deteriora más rápido de lo que avanzan las investigaciones.
“Si no avanzamos a la velocidad de estos fenómenos, puede estar en riesgo la seguridad alimentaria. El clima se pone peor cada año”, concluye Bedoya.
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