Propuestas para reactivar las mipymes
Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, gremio de las micro, pequeñas y medianas empresas, habla del panorama de afectaciones durante la pandemia y de las expectativas que trae la “nueva realidad”.
Lucety Carreño Rojas
En marzo, cuando comenzó la cuarentena, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) dijo que las mipymes aguantarían un mes y medio dentro de las restricciones, pero tras las extensiones de estas que decretó el Gobierno para prevenir la propagación del coronavirus, los empresarios tuvieron que tomar medidas para mantenerse. Por ejemplo, dejar de distribuir los dividendos y utilizar ese dinero para sobreaguar la crisis, acceder a los créditos del Gobierno, negociar con los proveedores, reducir salarios o hacer anticipo de vacaciones con los empleados, entre otras.
Sin embargo, las medidas que tomaron las mipymes, que representan el 98 % del tejido empresarial del país, no fueron suficientes. Además, algunas ya venían con complicaciones en ventas, empleos y producción antes de que comenzara la emergencia sanitaria.
De acuerdo con cifras del DANE, en lo corrido de 2020 se han perdido 4,4 millones de empleos frente a las cifras de diciembre de 2019, al pasar de 22,7 millones a 18,3 millones de ocupados en junio. Hablamos con Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, para conocer el panorama de estas empresas y las propuestas que le presentó este miércoles el gremio al Gobierno en el marco de la reactivación económica y la “nueva realidad”.
¿Cuántos empleos se han perdido en las mipymes?
En 2020 se alcanzaron los porcentajes más bajos en generación de empleo por parte de las mipymes, pasando de un promedio de 20 % en 2019 a un 10 % en el primer trimestre de 2020 y 14 % en el segundo. A pesar de los esfuerzos de las mipymes por mantener el empleo, utilizando las diferentes ayudas que les ha brindado el Gobierno, en abril el 34 % de las empresas encuestadas tuvieron despidos o cancelación de contratos. En junio esa cifra fue del 30 %.
¿Cuáles son las cifras en producción y ventas?
Los indicadores se han deteriorado significativamente como resultado de esta pandemia. Entre 2017 y 2019, menos del 40 % de los empresarios encuestados han percibido aumento en esos indicadores, lo que empeoró en el primer semestre de 2020, pues el porcentaje de empresarios que han manifestado incrementos pasó de representar en 2019 el 31 y 46 %, respectivamente, a 4 % en ambos indicadores en 2020.
El 88,8 % de las empresas encuestadas manifestó disminución en su producción, el 7,3 % las mantuvo y el 4 % aumentó. En cuanto a ventas, el 89 % aseveró disminución, el 7,2 % las mantuvo y el 4 % las aumentó.
Y las inversiones…
Hubo una disminución del porcentaje de empresas que realizaron inversiones en la segunda parte de 2020, representando solo el 7,3 % del total, mientras que al comienzo del año la cifra fue del 26 % y en 2019 alcanzó un promedio del 28 %.
¿En qué están invirtiendo ese 7,3 % los empresarios?
El 47,1 % de los empresarios mipymes que realizaron inversión durante el segundo trimestre de 2020 dijeron que estos recursos fueron inferiores a las inversiones realizadas durante el mismo período de 2019, mientras que el 29,4 % manifestó que mantuvo el mismo monto con respecto al mismo período del año anterior y el 23,5 % afirmó que aumentó. Los recursos invertidos fueron destinados principalmente a la adquisición de nuevas tecnologías y procesos de innovación (20,8 %), bioseguridad (16,7 %), nueva infraestructura (16,7 %) y nueva maquinaria y equipos (12,5 %).
Las exportaciones venían en aumento desde 2017 en el renglón. ¿La pandemia qué reducción ha generado?
Las mipymes exportadoras venían en crecimiento pasando de un promedio de 14 % en 2017 a 22 % en 2019. El fuerte impacto de la pandemia a escala global generó una reducción de este indicador en 15 puntos porcentuales entre las empresas agremiadas en lo corrido de este año, ubicándonos en 7,4 % durante el segundo trimestre.
¿Cuáles son las propuestas de Acopi para sobreaguar este panorama?
Tenemos unas propuestas muy importantes. Una de ellas trata de impulsar la demanda interna mediante el aumento del gasto público. No solamente de la nación, sino hacer una gran concentración en las alcaldías y los municipios. Porque por mucha ayuda que dé el Gobierno, si los municipios no se mueven a complementar nos quedamos cortos.
Específicamente, ¿qué proponen en ese punto?
Por un lado, implementar la estrategia desde las alcaldías y gobernaciones para la creación de empleos transitorios mediante la priorización de recursos propios para la aceleración de obras y compras públicas presupuestadas en sus planes de desarrollo territorial, garantizando que la contratación de la mano de obra sea local y que los insumos que se van a adquirir por los contratistas en su gran mayoría sean comprados a empresas locales.
También proponemos la creación de bonos no reembolsables para la compra de materia prima e insumos para las micro y pequeñas empresas que necesitan apoyo para la apertura. Cuando miramos las cifras detalladas de las empresas que se han reactivado, estas son muy bajas frente al universo que existe en los registros mercantiles de las Cámaras.
¿A qué se debe que sean tan pocas las empresas que están abriendo?
Hay muchas empresas pequeñas y medianas que no han podido reactivarse por el flujo de caja. En el caso de las micro es más difícil porque son de subsistencia. Si no vende hoy, no comen, así de sencillo. A esas micro, que son la mayoría, vale la pena que como país hagamos un inventario rápido para darles un empujoncito para que se active más rápido y no perder más empleos.
Otra de las propuestas es un programa de fortalecimiento de los clústeres empresariales del conocimiento, ¿de qué se trata?
La mayoría de las veces los programas se quedan en Bogotá. Nosotros estamos proponiendo que lleguen a las regiones. También aprovechar los acuerdos existentes, como la Alianza del Pacífico y la Comunidad Andina de Naciones para mejorar la interacción entre las empresas.
Por otro lado, pedimos facilitar recursos de cofinanciación para la sofisticación del aparato productivo. Colombia ha evolucionado en innovación, pero, ¿cuánto hemos invertido de recursos de ciencia, tecnología, innovación en las empresas? La idea es que el Gobierno cofinancie las innovaciones porque el sector empresarial ya no tiene la capacidad para asumir créditos.
¿Cuál es la participación que pedirán en las compras públicas para las mipymes?
Se planean reformar en la Ley de Emprendimiento y proponemos que en esos ajustes las mipymes tengan una participación del 30 % en las compras públicas. También establecer un costo diferencial para el segmento del Registro Único de Proveedores (RUP), porque pagamos la misma tarifa que una multinacional.
Otra propuesta es la aceleración de la formalización empresarial mediante un programa de fortalecimiento del Régimen Simple de Tributación, en el que hay 16 mil empresas registradas. Queremos que el programa esté operado por los gremios y las Cámaras de Comercio con redes de cooperación. Se trata de una política de desarrollo empresarial que acompañe la fiscal. Además, proponemos los subsidios sociales integrados a la estrategia empresarial de formalización para dignificar la calidad de vida de los microempresarios.
Finalmente, ¿cuáles son las expectativas que tiene el gremio en esta “nueva realidad”?
Queremos que con todas estas decisiones se nos active la demanda, pero también es urgente que el sistema de salud y riesgo laboral asuman su responsabilidad frente a las personas que presentan síntomas pues ahora son los empresarios los que asumen esos costos mientras el sistema define si tienen o no COVID-19.
Esperamos que el ciudadano siga siendo responsable del autocuidado, para no tener que retroceder y cerrar nuevamente. También será importante el trabajo conjunto entre empresarios y alcaldías. En la medida en que se acelere la activación van a mejorar los indicadores sociales y económicos.
En marzo, cuando comenzó la cuarentena, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) dijo que las mipymes aguantarían un mes y medio dentro de las restricciones, pero tras las extensiones de estas que decretó el Gobierno para prevenir la propagación del coronavirus, los empresarios tuvieron que tomar medidas para mantenerse. Por ejemplo, dejar de distribuir los dividendos y utilizar ese dinero para sobreaguar la crisis, acceder a los créditos del Gobierno, negociar con los proveedores, reducir salarios o hacer anticipo de vacaciones con los empleados, entre otras.
Sin embargo, las medidas que tomaron las mipymes, que representan el 98 % del tejido empresarial del país, no fueron suficientes. Además, algunas ya venían con complicaciones en ventas, empleos y producción antes de que comenzara la emergencia sanitaria.
De acuerdo con cifras del DANE, en lo corrido de 2020 se han perdido 4,4 millones de empleos frente a las cifras de diciembre de 2019, al pasar de 22,7 millones a 18,3 millones de ocupados en junio. Hablamos con Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, para conocer el panorama de estas empresas y las propuestas que le presentó este miércoles el gremio al Gobierno en el marco de la reactivación económica y la “nueva realidad”.
¿Cuántos empleos se han perdido en las mipymes?
En 2020 se alcanzaron los porcentajes más bajos en generación de empleo por parte de las mipymes, pasando de un promedio de 20 % en 2019 a un 10 % en el primer trimestre de 2020 y 14 % en el segundo. A pesar de los esfuerzos de las mipymes por mantener el empleo, utilizando las diferentes ayudas que les ha brindado el Gobierno, en abril el 34 % de las empresas encuestadas tuvieron despidos o cancelación de contratos. En junio esa cifra fue del 30 %.
¿Cuáles son las cifras en producción y ventas?
Los indicadores se han deteriorado significativamente como resultado de esta pandemia. Entre 2017 y 2019, menos del 40 % de los empresarios encuestados han percibido aumento en esos indicadores, lo que empeoró en el primer semestre de 2020, pues el porcentaje de empresarios que han manifestado incrementos pasó de representar en 2019 el 31 y 46 %, respectivamente, a 4 % en ambos indicadores en 2020.
El 88,8 % de las empresas encuestadas manifestó disminución en su producción, el 7,3 % las mantuvo y el 4 % aumentó. En cuanto a ventas, el 89 % aseveró disminución, el 7,2 % las mantuvo y el 4 % las aumentó.
Y las inversiones…
Hubo una disminución del porcentaje de empresas que realizaron inversiones en la segunda parte de 2020, representando solo el 7,3 % del total, mientras que al comienzo del año la cifra fue del 26 % y en 2019 alcanzó un promedio del 28 %.
¿En qué están invirtiendo ese 7,3 % los empresarios?
El 47,1 % de los empresarios mipymes que realizaron inversión durante el segundo trimestre de 2020 dijeron que estos recursos fueron inferiores a las inversiones realizadas durante el mismo período de 2019, mientras que el 29,4 % manifestó que mantuvo el mismo monto con respecto al mismo período del año anterior y el 23,5 % afirmó que aumentó. Los recursos invertidos fueron destinados principalmente a la adquisición de nuevas tecnologías y procesos de innovación (20,8 %), bioseguridad (16,7 %), nueva infraestructura (16,7 %) y nueva maquinaria y equipos (12,5 %).
Las exportaciones venían en aumento desde 2017 en el renglón. ¿La pandemia qué reducción ha generado?
Las mipymes exportadoras venían en crecimiento pasando de un promedio de 14 % en 2017 a 22 % en 2019. El fuerte impacto de la pandemia a escala global generó una reducción de este indicador en 15 puntos porcentuales entre las empresas agremiadas en lo corrido de este año, ubicándonos en 7,4 % durante el segundo trimestre.
¿Cuáles son las propuestas de Acopi para sobreaguar este panorama?
Tenemos unas propuestas muy importantes. Una de ellas trata de impulsar la demanda interna mediante el aumento del gasto público. No solamente de la nación, sino hacer una gran concentración en las alcaldías y los municipios. Porque por mucha ayuda que dé el Gobierno, si los municipios no se mueven a complementar nos quedamos cortos.
Específicamente, ¿qué proponen en ese punto?
Por un lado, implementar la estrategia desde las alcaldías y gobernaciones para la creación de empleos transitorios mediante la priorización de recursos propios para la aceleración de obras y compras públicas presupuestadas en sus planes de desarrollo territorial, garantizando que la contratación de la mano de obra sea local y que los insumos que se van a adquirir por los contratistas en su gran mayoría sean comprados a empresas locales.
También proponemos la creación de bonos no reembolsables para la compra de materia prima e insumos para las micro y pequeñas empresas que necesitan apoyo para la apertura. Cuando miramos las cifras detalladas de las empresas que se han reactivado, estas son muy bajas frente al universo que existe en los registros mercantiles de las Cámaras.
¿A qué se debe que sean tan pocas las empresas que están abriendo?
Hay muchas empresas pequeñas y medianas que no han podido reactivarse por el flujo de caja. En el caso de las micro es más difícil porque son de subsistencia. Si no vende hoy, no comen, así de sencillo. A esas micro, que son la mayoría, vale la pena que como país hagamos un inventario rápido para darles un empujoncito para que se active más rápido y no perder más empleos.
Otra de las propuestas es un programa de fortalecimiento de los clústeres empresariales del conocimiento, ¿de qué se trata?
La mayoría de las veces los programas se quedan en Bogotá. Nosotros estamos proponiendo que lleguen a las regiones. También aprovechar los acuerdos existentes, como la Alianza del Pacífico y la Comunidad Andina de Naciones para mejorar la interacción entre las empresas.
Por otro lado, pedimos facilitar recursos de cofinanciación para la sofisticación del aparato productivo. Colombia ha evolucionado en innovación, pero, ¿cuánto hemos invertido de recursos de ciencia, tecnología, innovación en las empresas? La idea es que el Gobierno cofinancie las innovaciones porque el sector empresarial ya no tiene la capacidad para asumir créditos.
¿Cuál es la participación que pedirán en las compras públicas para las mipymes?
Se planean reformar en la Ley de Emprendimiento y proponemos que en esos ajustes las mipymes tengan una participación del 30 % en las compras públicas. También establecer un costo diferencial para el segmento del Registro Único de Proveedores (RUP), porque pagamos la misma tarifa que una multinacional.
Otra propuesta es la aceleración de la formalización empresarial mediante un programa de fortalecimiento del Régimen Simple de Tributación, en el que hay 16 mil empresas registradas. Queremos que el programa esté operado por los gremios y las Cámaras de Comercio con redes de cooperación. Se trata de una política de desarrollo empresarial que acompañe la fiscal. Además, proponemos los subsidios sociales integrados a la estrategia empresarial de formalización para dignificar la calidad de vida de los microempresarios.
Finalmente, ¿cuáles son las expectativas que tiene el gremio en esta “nueva realidad”?
Queremos que con todas estas decisiones se nos active la demanda, pero también es urgente que el sistema de salud y riesgo laboral asuman su responsabilidad frente a las personas que presentan síntomas pues ahora son los empresarios los que asumen esos costos mientras el sistema define si tienen o no COVID-19.
Esperamos que el ciudadano siga siendo responsable del autocuidado, para no tener que retroceder y cerrar nuevamente. También será importante el trabajo conjunto entre empresarios y alcaldías. En la medida en que se acelere la activación van a mejorar los indicadores sociales y económicos.