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El presidente Gustavo Petro clausuró este miércoles en Cartagena la cumbre mundial de bancos de desarrollo FICS y lo hizo criticando el peso que la deuda y, por extensión el sistema financiero, pone sobre la capacidad de los Estados para buscar soluciones contra la crisis climática.
En un discurso fiel a su estilo, aunque mucho menos extenso que otras intervenciones, el mandatario hizo una pregunta que pareció resonar entre algunos de los asistentes: “A escala colombiana lo que más podríamos aportar para la crisis climática es recuperar los millones de hectáreas quemadas en la selva, principalmente por la extensión de la ganadería. ¿Puede alguien prestarme para recuperar esa selva? Ahí no hay ninguna rentabilidad, incluso se acaba cierta actividad económica”.
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La pregunta es interesante, en tanto está alineada con la visión de Petro para buscar una solución, partiendo de lo local y lo regional, para el problema global de cómo financiar las acciones contra el cambio climático.
La propuesta, que ya ha sido enunciada en otros foros internacionales, consiste en canjear deuda por acciones climáticas, mediante la intervención de los derechos especiales de giro (DEG) que habilita el FMI.
Estos instrumentos ya fueron utilizados para financiar las acciones de diversos Estados durante los peores días de la pandemia y, en la mente de Petro, la idea sería repetir la dosis, pero con destinación y metas climáticas.
Para el mandatario se trata de una “cooperación global en una escala que no se ha visto: no es la lucha del mercado contra el plan”.
En ese orden de ideas, las acciones climáticas deben exceder el espectro de las ganancias y, casi que de entrada, el del mercado. También fiel a su estilo, Petro recalcó que la “crisis fue generada por el mercado”.
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El cambio climático y las acciones alrededor de esta crisis global fue el tema predominante durante los tres días de cumbre que, como bien dijo Remy Rioux, cabeza de la Agencia Francesa de Desarrollo, recalcó la urgencia que hay en estas discusiones globales. De fondo se trata de acelerar acciones, más allá de multiplicar las conversaciones.
Para Petro, el papel de la banca de desarrollo sería liderar, a nivel global, al sistema financiero para conducirlo hacia “los objetivos de descabonización”. Este movimiento, según el mandatario, incluye a la banca central que, aseguró, hoy está “desconectada de la humanidad, de la necesidad de asumir la financiación de la crisis climática”.
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