¿Qué dicen las cifras sobre el estado del gas en Colombia?
Las reservas convencionales de gas en 2022 indican que a Colombia le quedan 7,2 años de este combustible. ¿Importar gas desde Venezuela sería una opción? Promigas evaluó esta posibilidad.
Colombia superó los 10 millones de usuarios conectados al servicio de gas, con una cobertura cercana al 70 %. A la fecha, 10,8 millones de hogares en el país usan este combustible y el 85 % corresponde a estratos uno, dos y tres.
Sin embargo, cerca de dos millones de hogares aún usan leña para sus necesidades de energía, por lo que se debe facilitar el acceso de más comunidades al gas natural.
En 2022, el país consumió 921 millones de pies cúbicos de gas por día, un 3 % más que en 2021. De acuerdo con Promigas, el 70 % de las reservas probadas de gas natural se encuentran en Casanare y La Guajira.
Precisamente, las reservas convencionales de gas en 2022 indican que a Colombia le quedan 7,2 años de este combustible. “El más bajo nivel en los últimos 17 años”, señaló Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.
La compañía señaló que las reservas se podrían incrementar entre 35 y 50 años si se continúa la exploración de yacimientos convencionales y no convencionales.
Lea también: La Bolsa de Valores de Colombia está en números rojos: ¿qué está pasando?
En palabras de Rojas, el país pasó de “la abundancia a la escasez de gas natural” por cuenta de factores como:
- Bajos niveles de reservas.
- La escalada de los precios de gas en boca de pozo durante los dos últimos años.
- Las recientes restricciones en el suministro a la demanda no regulada en algunas zonas del país por problemas técnicos de operados en sus yacimientos.
El uso del gas en Colombia
¿Cuáles son los principales usos del gas en Colombia? Principalmente, en la cocción de alimentos y el calentamiento de agua, según Promigas. Además, sectores como transporte, cemento, acero, refinerías, alimentos, papel y minería lo utilizan en sus procesos productivos, principalmente, a través de calderas y hornos.
Y, a junio de este año, se hicieron 10.304 conversiones de vehículos a gas natural.
Podría decirse, entonces, que todos los colombianos utilizan directa o indirectamente este combustible, que tiene un rol clave en la transición energética.
¿Qué pasa si Colombia decide abandonar el gas? La hipótesis fue desarrollada en el más reciente informe de gas de Promigas y Fedesarrollo.
Lea también: Seguiremos buscando más petróleo y gas: presidente de Ecopetrol
Los dos escenarios
Promigas realizó un análisis de costos de los dos escenarios más probables si Colombia decide prescindir del gas, es decir, detener las actividades de exploración o la inversión en infraestructura.
El primer escenario tendría un costo de $112 billones, que Colombia tendría que asumir en un plazo aproximado de tres años, si se frena la exploración de gas, no se construye nueva infraestructura de importación y se sustituye la generación eléctrica a gas por la generación eólica.
El presidente de Promigas llamó a esto una “transición (energética) desorganizada” y señaló que podría generar costos equivalentes a “seis reformas tributarias, como la aprobada en diciembre de 2022 y un alto impacto social negativo”, indicó.
El segundo escenario es menos pesimista, pero incrementaría en un 25 % la tarifa final de la factura de gas de los hogares y tendría un costo total de $5,14 billones. Estas serían las consecuencias de frenar la nueva exploración, pero ampliando la infraestructura de importación y manteniendo la capacidad de generación eléctrica a gas.
¿Importar gas desde Venezuela?
Al no haber nueva exploración, como en el segundo escenario, el país tendría que mirar a nuevos mercados de importación, y el presidente de Promigas no descartó a Venezuela como uno de esos mercados.
“Estamos en un mercado estrecho y hay que seguir considerando la posibilidad de seguir importando, que no es algo nuevo”, indicó.
Según las cuentas de Promigas, Venezuela tiene unas reservas probadas de 17 billones de pies cúbicos (gracias al Pozo Perla IX) y, de cara a una eventual importación al territorio colombiano, el gasoducto Antonio Ricaurte tiene una capacidad de 500 millones de pies cúbicos diarios.
“Se deben ejecutar millonarias inversiones que permitan la readecuación del gasoducto, inactivo desde 2015″, se lee en el informe de Promigas.
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Colombia superó los 10 millones de usuarios conectados al servicio de gas, con una cobertura cercana al 70 %. A la fecha, 10,8 millones de hogares en el país usan este combustible y el 85 % corresponde a estratos uno, dos y tres.
Sin embargo, cerca de dos millones de hogares aún usan leña para sus necesidades de energía, por lo que se debe facilitar el acceso de más comunidades al gas natural.
En 2022, el país consumió 921 millones de pies cúbicos de gas por día, un 3 % más que en 2021. De acuerdo con Promigas, el 70 % de las reservas probadas de gas natural se encuentran en Casanare y La Guajira.
Precisamente, las reservas convencionales de gas en 2022 indican que a Colombia le quedan 7,2 años de este combustible. “El más bajo nivel en los últimos 17 años”, señaló Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.
La compañía señaló que las reservas se podrían incrementar entre 35 y 50 años si se continúa la exploración de yacimientos convencionales y no convencionales.
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En palabras de Rojas, el país pasó de “la abundancia a la escasez de gas natural” por cuenta de factores como:
- Bajos niveles de reservas.
- La escalada de los precios de gas en boca de pozo durante los dos últimos años.
- Las recientes restricciones en el suministro a la demanda no regulada en algunas zonas del país por problemas técnicos de operados en sus yacimientos.
El uso del gas en Colombia
¿Cuáles son los principales usos del gas en Colombia? Principalmente, en la cocción de alimentos y el calentamiento de agua, según Promigas. Además, sectores como transporte, cemento, acero, refinerías, alimentos, papel y minería lo utilizan en sus procesos productivos, principalmente, a través de calderas y hornos.
Y, a junio de este año, se hicieron 10.304 conversiones de vehículos a gas natural.
Podría decirse, entonces, que todos los colombianos utilizan directa o indirectamente este combustible, que tiene un rol clave en la transición energética.
¿Qué pasa si Colombia decide abandonar el gas? La hipótesis fue desarrollada en el más reciente informe de gas de Promigas y Fedesarrollo.
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Los dos escenarios
Promigas realizó un análisis de costos de los dos escenarios más probables si Colombia decide prescindir del gas, es decir, detener las actividades de exploración o la inversión en infraestructura.
El primer escenario tendría un costo de $112 billones, que Colombia tendría que asumir en un plazo aproximado de tres años, si se frena la exploración de gas, no se construye nueva infraestructura de importación y se sustituye la generación eléctrica a gas por la generación eólica.
El presidente de Promigas llamó a esto una “transición (energética) desorganizada” y señaló que podría generar costos equivalentes a “seis reformas tributarias, como la aprobada en diciembre de 2022 y un alto impacto social negativo”, indicó.
El segundo escenario es menos pesimista, pero incrementaría en un 25 % la tarifa final de la factura de gas de los hogares y tendría un costo total de $5,14 billones. Estas serían las consecuencias de frenar la nueva exploración, pero ampliando la infraestructura de importación y manteniendo la capacidad de generación eléctrica a gas.
¿Importar gas desde Venezuela?
Al no haber nueva exploración, como en el segundo escenario, el país tendría que mirar a nuevos mercados de importación, y el presidente de Promigas no descartó a Venezuela como uno de esos mercados.
“Estamos en un mercado estrecho y hay que seguir considerando la posibilidad de seguir importando, que no es algo nuevo”, indicó.
Según las cuentas de Promigas, Venezuela tiene unas reservas probadas de 17 billones de pies cúbicos (gracias al Pozo Perla IX) y, de cara a una eventual importación al territorio colombiano, el gasoducto Antonio Ricaurte tiene una capacidad de 500 millones de pies cúbicos diarios.
“Se deben ejecutar millonarias inversiones que permitan la readecuación del gasoducto, inactivo desde 2015″, se lee en el informe de Promigas.
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