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El Gobierno sigue transitando por los caminos de la incertidumbre ante las secuelas que pueda dejar la pandemia en la economía colombiana. El gerente técnico del Banco de la República, Hernando Vargas, advirtió que el trimestre abril-mayo-junio puede ser el más catastrófico de la historia económica del país, pues proyecta una caída del PIB de entre -10 % y -15 %, situación nunca antes registrada en la historia económica nacional.
Para 2020, el banco central anticipa que la economía podría contraerse entre 3 % y 7 %, en promedio. Por su parte, el Comité Consultivo de la Regla Fiscal cifró en 6,1 % el techo del déficit fiscal y en 5,5 % el hundimiento de la economía en 2020.
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El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, admitió en una comisión del Congreso de la República que cuando se declaró la emergencia económica y social, en su primera parte, “no teníamos, ni tenemos, los elementos de juicio respecto a las características de esta pandemia” y de los efectos que puede tener sobre los colombianos.
No es descabellado pensar que para el mes de abril el mercado laboral registre tasas de desocupación históricas. Las proyecciones de Fedesarrollo oscilan entre 16 % y 18 %. Al amparo de la segunda emergencia económica y social, el Gobierno definió un subsidio del 40% de un salario mínimo por empleado de las empresas que demuestren una caída de, al menos, el 20% en sus ventas. Igualmente decidió el aplazamiento del segundo pago de renta para finales del año.
Para todos los propósitos de ayuda, por los efectos de la pandemia, el Gobierno ha logrado reunir algo más de $28,5 billones, cerca de 2,5 % del PIB.
Como muchos empresarios buscan acudir a la flexibilización laboral para mantener operando las industrias, el ministro de Hacienda recordó que el Código Laboral permite unas adecuaciones de la masa salarial a la realidad, con el fin de preservar la empresa y la nómina; eso va hasta cierto límite, que es el salario mínimo legal vigente, “una barrera que no queremos atravesar en Colombia, a menos que se hable de temas de compromisos por horas o una flexibilización en ese sentido”, explicó Carrasquilla.
Voces contrarias a las políticas del Gobierno del presidente Duque consideran que las ayudas para salvar las empresas en dificultades fueron decretadas muy tarde. Ya muchos empresarios agotaron sus cajas, tuvieron que adelgazar las nóminas y en muchos casos cerrar las sociedades, sobre todo en el sector de las micro y pequeñas empresas que generan unos 16 millones de empleos y aportan 40 % del PIB .
El exministro Juan Camilo Restrepo resaltó los beneficios entregados, pero consideró que “las disponibilidades fiscales quedan bastante copadas para seguir ampliando los subsidios a las nóminas, que me parecieron bien”.
Desde Fedesarrollo se destacó lo importante de ir reactivando paulatinamente la economía. “El Gobierno ha actuado de manera muy oportuna, primero con la reapertura gradual del sector de la construcción, un área importante, no solo en términos de actividad económica, sino también en materia de empleo, igual lo que se habló de algunos sectores de la industria. Me parece muy oportuno que ahora se esté pensando también en reactivar gradualmente el comercio, que es fundamental desde el punto de vista de crecimiento porque representa 18 % del PIB y es el más importante en términos de generación de empleo”, dijo Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo.
Para el Gobierno, lo fundamental ahora, después de la salud, es cuidar el empleo protegiendo el tejido empresarial y económico del país. Para impulsar las grandes empresas, el ministerio de Hacienda no descarta ayudarlas a buscar recursos en el mercado de capitales con garantías de la nación.
“Si bien es cierto que se han dado pasos en la dirección correcta hacia la reactivación económica, como lo fue iniciar con el sector de la construcción y la industria, dentro de las medidas urgentes que se deben tomar está la reactivación del transporte aéreo y terrestre, así como el comercio”, señaló Édgar Jiménez, coordinador del Laboratorio Financiero de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
¿Qué más se puede hacer?
Diversos analistas apoyan la decisión de ir debilitando el enclaustramiento en forma gradual. Hay que continuar con esta liberación paulatina, dijo Mejía, de Fedesarrollo.
“Nosotros habíamos hablado de tres dimensiones de esa liberalización o confinamiento diferenciado. La primera es la sectorial, que es la que ha venido aplicando el Gobierno; la segunda está relacionada con el territorio, la dimensión regional en aquellos municipios que no tienen presencia del COVID-19 y también sugerimos el levantamiento diferenciado por población, que yo creo que va a ser la última etapa, pero seguramente para allá vamos; se les va a permitir a las personas con menor riesgo de contagio volver a tomar sus actividades, con los protocolos necesarios”, indicó Mejía.
Para el exministro Restrepo, la clave ahora para apoyar la recuperación de la economía y el empleo va a ser el tino, rigor y cumplimiento que se le dé al programa de desconfinamiento. “A mejor desconfinamiento, más rápida será la recuperación de la economía”, indicó.
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Restrepo añadió que en adelante es urgente actualizar las cuentas fiscales del país, que se hará con el nuevo marco fiscal de mediano plazo (MFMP), que según el ministro de Hacienda estará para junio. “Este documento será como la carta de navegación, de ahora en adelante, de cuál será el programa de gasto público contracíclico para recuperar la economía y el empleo, que van a quedar destrozados”, subrayó.
Jiménez consideró que permitir que empresarios y comerciantes retomen sus labores dará un alivio a las deterioradas cifras de empleo y “evitará que sea cada vez menos necesario otorgar subsidios con cargo a las finanzas públicas de la nación”.
El director de Fedesarrollo ha sido claro en afirmar que a medida en que se puedan implementar estas herramientas de políticas públicas, “más rápido vamos a recuperar el crecimiento de la economía colombiana en los próximos trimestres”. El empuje a la infraestructura en todas sus expresiones debe tener una gran prioridad de los programas de gasto público en adelante, recomienda Restrepo.