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Los analistas anticipaban que el crecimiento de la economía colombiana en 2023 sería modesto, entre 1 % y 1,2 %, pero los resultados publicados este jueves por el DANE revelaron un panorama más preocupante, por debajo de todas las proyecciones: la cifra se ubicó en 0,6 %.
Marc Hofstetter, profesor de la U. de los Andes y columnista de este diario, afirmó que este es el peor resultado en 60 años, a excepción de la pandemia y de 1999, “dos años que teníamos marcados como muy malos y atípicos”.
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Por sectores, construcción, que lleva cinco trimestres consecutivos con cifras negativas, tuvo los peores resultados. Si bien la caída en el cuarto trimestre (-1,6 %) fue menor a la del tercer trimestre (-7,8 %), en el consolidado del año, el sector cayó 4,2 %.
La construcción en 2023
El análisis de la dirección de investigaciones económicas, sectoriales y de mercados de Bancolombia atribuye los resultados del sector a la ausencia de grandes obras de infraestructura, que se suma al bajo desempeño en la construcción de vivienda.
Al analizar las subdivisiones, en 2023 la mayor caída se reporta en obras civiles, que decrecieron 12,3 %, el alquiler de maquinaria de equipo cayó 3,4 % y la construcción de edificaciones bajó 0,1 %.
Era claro que los datos del sector no serían alentadores. La Cámara Colombiana de la Infraestructura dijo a finales de 2023 que el desplome en obras civiles era un detonante para el decrecimiento de la economía nacional. El gremio de los empresarios de la construcción afirma que la confianza de los inversionistas ha tambaleado, entre otras cosas, por la decisión del Gobierno de congelar las tarifas de los peajes para 2023, un desajuste que a la fecha no se ha terminado de corregir.
Las altas de tasas de interés y el acceso al crédito hipotecario, así como los cambios en los ingresos de los hogares y la inflación, golpearon la vivienda, que cerró el año en contracciones en ventas, iniciaciones de proyectos y desistimientos de compra. Las ventas de vivienda de interés social (VIS), según cifras de Camacol, cayeron 48,7 % en 2023.
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Desde el enfoque de la oferta, el análisis de Bancolombia indica que la contracción de la construcción es uno de los principales factores detrás de la caída en la inversión (-9,4 %), teniendo en cuenta la caída en construcción de vivienda (-7,5 %) y en maquinaria y equipo (-10,3 %), rubros que tienen una participación muy importante (dos tercios) en la inversión total.
Camacol asegura que aunque el dato de ventas de enero es superior al de noviembre y diciembre, hasta ahora no se ha consolidado “una tendencia de recuperación de la construcción de vivienda”.
El presidente ejecutivo de ese gremio, Guillermo Herrera, afirmó que el papel de las regiones será clave para lograr la reactivación. “En el mejor de los escenarios, la articulación de políticas regionales de vivienda en las grandes ciudades, con una estrategia contracíclica activa por parte del Gobierno, puede impulsar las ventas, adelantar los puntos de equilibrio y generar obras, aportando al valor agregado, el empleo y el lanzamiento de nuevos proyectos”.
En 2023 el PIB de la construcción (-4,2%) y de las edificaciones (-0,1%) se contraen.
— Guillermo Herrera Castaño (@GHerreraCas) February 15, 2024
Inversión en vivienda (-9,8%) y producción residencial (-3,5%) explican el mal resultado en IV-2023.
La reactivación no espera. Articular sector privado, gobiernos locales y GN será fundamental. https://t.co/La8mRZNauJ
Herrera sostiene que se necesita inversión, de ahí que pide la incorporación de más recursos. Por ejemplo, señaló que aunque el Ministerio de Vivienda anunció la asignación de 50.000 subsidios para este año, estos son inferiores a los 72.000 que requiere el mercado “para cubrir las entregas a los hogares que compraron con la expectativa de un subsidio de Mi Casa Ya hace uno o dos años, y de los cuales depende la adecuada culminación del proceso comercial de viviendas que ya están en obra o terminadas”.
El dirigente del gremio propone retomar instrumentos como las coberturas a la tasa de interés para viviendas VIS y no VIS de manera temporal. La estrategia de reactivación centrada en el sector vivienda tendría un costo de $2,4 billones distribuidos en varias vigencias.
Para reactivar las obras civiles será clave la ejecución del presupuesto y la licitación oportuna de los proyectos ya estructurados.
El año 2024 está llamado a ser un año de reactivación para la construcción, un sector que históricamente ha sido dinamizador de la economía por los encadenamientos productivos y que genera más de un millón de empleos directos.
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