Esto piensan los empresarios sobre la reforma laboral del gobierno de Petro

Este martes se conoció el dato de desempleo para enero de 2023 que se ubicó en 13,7% (variación anual), de acuerdo con el DANE. A la par, los gremios reaccionaron al borrador de la reforma laboral con la que, justamente, se busca una ampliación del trabajo formal y que llega en momentos en los que la tasa de desempleo, aunque muestra una lenta desaceleración, se mantiene en doble dígito.

Este martes se conoció el dato de desempleo para enero de 2023 que se ubicó en 13,7% (variación anual), de acuerdo con el DANE. A la par, los gremios reaccionaron al borrador de la reforma laboral con la que, justamente, se busca una ampliación del trabajo formal y que llega en momentos en los que la tasa de desempleo, aunque muestra una lenta desaceleración, se mantiene en doble dígito.

Vale la pena mencionar que la administración del presidente Gustavo Petro prometió impulsar dicha reforma desde los tiempos de la campaña presidencial. Hasta el momento, la fecha en la que sería presentada al Congreso se mantiene en 16 de marzo (en conjunto con la reforma pensional).

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¿Impactos de la reforma?

Pese a los puntos que permiten considerar la reforma como “progresiva” según algunos expertos, varios artículos no fueron bien recibidos por gremios y analistas, pues dicen que, como está el texto, podría afectar la generación de empleo en el país al incluir una visión “proteccionista”, como dijo Víctor Julio Díaz, abogado laboralista y rector del Colegio Colombiano de Derecho Social (Coldesocial).

Entre los cambios más importantes que contempla el documento y que generó críticas por parte de los gremios es el pago completo de domingos y festivos, es decir, al mismo valor de un día laboral (hoy esta tarifa es el 75 % del costo de un día entre semana). Además, la jornada nocturna arrancaría a las 6:00 p.m. y no a las 9:00 p.m., como está actualmente.

Aunque estos puntos suenan atractivo para los trabajadores, no lo serían tanto para los empresarios, pues implicaría un mayor costo en la mano de obra, según dijo Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco: “Es una reforma laboral más profunda de lo anunciado. No solo se impactarían los costos laborales con el cambio de la jornada diurna y nocturna, el salario dominical y festivo y el incremento del valor de horas extra. Va a representar un incremento para los empresarios de entre el 30 y 35 %”.

Para Juliana Morad, directora del Observatorio Laboral de la Universidad Javeriana, el encarecimiento de los costos laborales, “en un análisis económico sencillo, se traduce en desincentivos a la contratación laboral, entonces puede haber una afectación del empleo, especialmente en los más vulnerables porque son los que generarían un mayor costo”.

En esa línea, María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (Amcham), dijo que el sector privado es “el principal interesado” en tener las condiciones para que exista un equilibrio entre “la remuneración justa a los trabajadores y una regulación que evite un incremento desproporcionado de los costos laborales para las empresas, de tal manera que en el mediano y largo plazo se reduzca el número de puestos formales o que los bienes y servicios se encarezcan para el consumidor a fin de cubrir esta mayor inversión”.

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Por otro lado, uno de los motores de la reforma es impulsar la contratación a término indefinido para hacerla “la regla general”, como lo dice el artículo 4 del borrador que se conoció este lunes.

Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, dijo al respecto que desde el sector empresarial “reconocemos que hacer empresa y generar empleo en Colombia es complejo”. Así las cosas, los cambios en los contratos y las horas, además de representar un riesgo para el “el trabajo estable”, “asfixiaría al sector empresarial”.

Para el despido de un trabajador en ciertas situaciones (como cabezas de familia sin alternativas económicas, personas con discapacidades o pre pensionados, entre otros), la reforma establece un procedimiento en el que habría segunda instancia (ante Tribunal Superior del Distrito Judicial).

Morad mencionó que la reforma mantiene la protección de la estabilidad laboral de estas personas, pero le agrega un costo adicional a la terminación de sus contratos. “Para desvincularlas hay que adelantar un proceso judicial, esto es supremamente costoso porque además se enfrenta a un problema y es que el sistema judicial es lento, está colapsado y hay muchos procesos”.

En principio, dice Morad, se ve como una protección, pero terminaría convirtiéndose en otro de los factores que desincentivarían la contratación de estas personas que son las más vulnerables. “Es de los temas más preocupantes”, dijo la académica.

Díaz explicó que el contrato de aprendizaje vuelve a ser uno de trabajo y que, en la práctica, la única modalidad posible para contratar en Colombia será el contrato indefinido. Sin embargo, a Quintero (de Acopi) le parece “incoherente” que se quiera igualar el contrato de un aprendiz con el de un empleado con experiencia, pues, justamente el sector empresarial le permite completar su formación y competencias bajo un contrato de aprendizaje.

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¿Cómo podría mejorar la reforma laboral?

Morad dijo que le agregaría a la reforma laboral una regulación del trabajo sexual, pues “es uno de los grupos que más ha reclamado esto. Una regulación y reconocimiento pueden mejorar las condiciones laborales de este gremio y pueden facilitar la reivindicación de derechos que han estado al margen”.

Por su parte, Javier Almanza, director del Área Laboral del Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario, pondría una nueva categoría de trabajador digital en el contexto de las plataformas digitales para que pueda contar con las prestaciones de ley. “Si bien es cierto que nuestra legislación tiene algunos inicios de esas posibles cotizaciones es una forma de materializar al trabajador de una plataforma digital y llamarlo realmente trabajador”.

Almanza sugiere que se busque un equilibrio entre la disminución de la jornada laboral y el aumento del dominical para “equilibrar la carga” o hacerlo “de manera progresiva”. Es un tema para “considerar en la negociación”, dijo.

Lacouture también aseguró que es clave ponerle atención a la crisis de mano de obra que hay en el campo. “Los jóvenes allí emigran, los trabajadores buscan mejores condiciones en el ámbito urbano y estamos frente a una situación que amenaza la seguridad alimentaria. Tenemos que buscar opciones, despertar el interés para que las personas del campo regresen, para que el trabajo de la tierra tenga atractivos, que la siembra y la cosecha vuelvan a tener la dinámica de otros tiempos y para lo cual debe haber una regulación flexible que tenga en cuenta las condiciones de estacionalidad, entre otras variables”.

Las fuentes consultadas mencionaron crisis económicas que se deben tener en cuenta en las negociaciones de la reforma laboral, como el desabastecimiento que continúa de algunas materias primas por la pandemia y la guerra en Ucrania, la inflación y la situación global de desaceleración. Quintero cuestionó al “gobierno del cambio”, pues duda que esos cambios se estén haciendo con responsabilidad y teme que causen más incertidumbre y “ahuyente” a los empresarios internacionales y nacionales.

“La ministra está en la mejor actitud de concertación, los gremios también. Creemos que la comisión de concertación laboral va a tener un trabajo muy importante porque son más los puntos que nos separan que los que nos unen a un acuerdo para que llegue al Congreso esta reforma consensuada”, dijo Cabal.

Por su parte, Lacouture agregó que “es esencial mantener el diálogo entre el sector público y privado para que las reformas que propone el ejecutivo se hagan teniendo en cuenta las consideraciones de todos los sectores. En Colombia, el mayor generador de empleo es el sector privado y es el principal aliado del Gobierno dentro del objetivo común de tener una economía próspera, con desarrollo y que represente ingresos para todos los colombianos”.

Pese a que los gremios han manifestado su temor por el aumento de costos, también dijeron que están dispuestos a dialogar para construir una reforma que proteja al trabajador y a la empresa para generar empleos y que responda a las nuevas realidades laborales, que incluyen tecnología y nuevas generaciones con otras formas de ver el mundo laboral.

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