¿Qué se puede hacer para bajar los precios de la comida?: responde Minagricultura
Aunque la producción nacional de alimentos es del 70 %, durante 2022 la comida se encareció en un 27,81 %. La ministra de Agricultura, Cecilia López, explica qué hay detrás este fenómeno y cómo se relaciona con la realidad del campo colombiano.
La vida está cara: sin duda todo subió de precio durante 2022 en una medida que no se veía desde hace más de 20 años (13,12 %). Pero fueron los alimentos los protagonistas de esa carestía, con causas detrás como la dura temporada invernal, la tasa de cambio, el precio de los insumos y hasta la guerra en Ucrania.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La vida está cara: sin duda todo subió de precio durante 2022 en una medida que no se veía desde hace más de 20 años (13,12 %). Pero fueron los alimentos los protagonistas de esa carestía, con causas detrás como la dura temporada invernal, la tasa de cambio, el precio de los insumos y hasta la guerra en Ucrania.
Detrás de las razones generales hay una clave para entender esta situación. Cecilia López, ministra de Agricultura, explica lo que ha pasado con los alimentos, la relación que esto tiene con la forma en que está configurado el sector agropecuario en el país y los planes de la cartera para impulsar la productividad y sostenibilidad, de la mano de la reforma agraria.
¿Cómo está la oferta de alimentos y los precios en el país?
Un aumento del 27,8 % en el precio de los alimentos es una cosa que no veía el país desde antes de la crisis de 1989 cuando llegamos al 30 %. La oferta de alimentos en Colombia, para el consumo interno, es de 36,8 millones de toneladas. Las importaciones son solo el 15,9 % y el 84 % es de producción nacional. Y quienes los producen son los campesinos en el 70 %, pero los pequeños productores pueden representar más del 50 %.
¿Cuál es la visión que tienen para entender la inflación de los alimentos?
Hemos sido muy cuidadosos con el análisis de la inflación. Observamos el área sembrada y no se redujo, se mantuvo. Aunque la ola invernal afectó la producción, pero no es la explicación total. Entonces, ¿qué dispara la inflación? Podría ser por el lado de la importación de insumos. Aunque también sabemos que el pequeño campesino no usa insumos, por lo que esa tampoco sería la respuesta. La razón de fondo detrás de la inflación de alimentos es que desde hace rato Colombia está importando la materia prima de los principales productos de la canasta familiar. La carestía se originó en carne de res, leche, huevos y pollo, y estos aportaron 10,5 % de ese 27,8 %. Y si le agregamos arroz y papas es otro 3,5 % más, es decir, casi la mitad.
¿Qué puede hacer el Ministerio de Agricultura para evitar que se siga encareciendo la comida?
Lo que hay que hacer en este momento es sustituir importaciones. Es vital producir granos como la soya que sirven de alimento a los animales. Hay que tomar decisiones muy de fondo sobre la producción de insumos, especialmente los sostenibles, para empezar a ser autosuficientes porque estamos lejos. Estas son unas directrices para el Ministerio de Agricultura.
En ese sentido, ¿saben si los subsidios del Ministerio para la compra de insumos han tenido alguna influencia para atajar un poco los precios de la comida?
Nos dimos un golpe muy duro porque es muy difícil darles subsidio a los más pequeños productores porque ellos no demandan insumos, entonces no se les puede subsidiar. Con esto aprendimos que hay que tener en cuenta las áreas de producción. Creo que al ampliar este programa tendremos mucha más acogida porque empezamos la época de siembra de la primera cosecha, mientras que a finales de año no se siembra y eso se lo dijimos al Gobierno.
Le puede interesar: Un abismo para el agro: costos y sobrecostos del transporte.
¿Cuáles son los elementos indispensables para que el país avance en un desarrollo sostenible del campo?
El sector agropecuario llegó a ser el 20 % del PIB (producto interno bruto) y hoy es, si acaso, el 6 %; y el año pasado decreció. Sin embargo, es el que más rápido puede aumentar la producción. Para eso se necesita, primero, la tierra y por eso la reforma agraria es muy importante, junto con la titulación (ya van más de un millón de hectáreas durante el Gobierno Petro). Ahora estamos en la compra tierra, hemos recibido propuestas de compra por 1.756.000 hectáreas. Tenemos que analizar si son productivas y se compraron bien para entregárselas a sectores de la población indígena, campesina y afrodescendientes con proyectos productivos.
Eso tiene que ir acompañado de distritos de riego, crédito, que se transfiera el conocimiento de Agrosavia, que la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) llegue al pequeño productor y que el ICA se encargue de la sanidad vegetal y animal para exportar. Es una política transversal. Y estamos trabajando con el Ministerio de Medio Ambiente porque tiene que ser una transformación a la agricultura sostenible, con el Ministerio de las Tic y de Transporte para la reactivación de la producción agrícola que va a beneficiar socialmente a un sector que es el 24 % de la población colombiana.
¿Cómo se puede impulsar la reforma agraria para que vaya a mayor velocidad?
Estamos recibiendo las ofertas de los tres millones de hectáreas, hasta ahora van 284.000 hectáreas de Fedegán. Pero, de esas, en el Caribe y el Magdalena Medio, que es donde queremos comprar, hay solo 58.000 hectáreas y ya están en el proceso más rápido para validar que no sean baldíos e improductivos. Y tenemos que estar seguros de que los compradores van a aceptar los precios que nosotros podemos ofrecer, que son más o menos $20 millones por hectárea. Al mismo tiempo, tenemos que ir definiendo los sectores de población a quienes se les entregarán las tierras colectivamente para que desarrollen proyectos productivos en esas áreas. También falta acelerar el catastro multipropósito.
¿Qué medidas se pueden tomar para hacer que las mujeres rurales tengan un mayor protagonismo?
Hay que distribuir su carga con los pilares del cuidado. El Estado y el mercado deben asumir aquellas actividades que le quitan tanto tiempo a las mujeres para que puedan ingresar al mercado laboral y a la producción sin que estén sobrecargadas. También tienen que ser objeto de la política pública porque no tienen tierra y ese es uno de los mandatos del presidente Petro en la reforma agraria. Las mujeres tienen que ser dueñas de la tierra, objeto de créditos, que les llegue la asistencia técnica y otras políticas públicas que mejoren sus ingresos.
¿Cómo planean integrar a la población joven en los cultivos y la cadena productiva del campo?
Distribuir tierra en la reforma agraria debe ser un estímulo para que los jóvenes vuelvan al campo. Y queremos que el Sena ayude a subirle el estatus a las actividades rurales. Que se les dé un título que reconozca las capacidades productivas del campo. Todavía estamos evaluando cómo hacerlo, pero queremos apoyar a los jóvenes y lograr que sean profesionales en actividades rurales, como lo hacen los países desarrollados.
Lea: Entre trochas y carreteras: caminar por las vías terciarias colombianas.
Como ha dicho en repetidas ocasiones, la reforma va más allá de las tierras y una dificultad importante para los productores son las carreteras. ¿Qué plan tiene para mejorar las vías terciarias en conjunto con el Ministerio de Transporte?
Es una responsabilidad de Mintransporte y es la ADR la que tiene que plantear los proyectos productivos y revisar los mapas. Cuando tengamos clara la compra de tierras vamos a revisar, en esas zonas, el estado de las vías y si el Ministerio tiene obras planeadas allí. De lo contrario, veremos cómo priorizar el transporte en esas zonas. Nos falta el tema de la comercialización: es uno de los más complejos, especialmente en los alimentos perecederos, y lo estamos trabajando. No hay un modelo claro, pero sabemos que es fundamental porque nada ganamos con producir si no podemos comercializar.
¿Cómo van a impulsar una transformación productiva en el país? Especialmente ahora que acordaron con Alemania el intercambio de conocimientos científicos y el apoyo al desarrollo del campo.
En el Foro Global para la Alimentación y la Agricultura 2023, que se realizó en Berlín, planteé el punto central del Ministerio de Agricultura. Este se refiere a que es imposible tener una transición energética sin una transición productiva y para eso se necesita la recuperación del agro. Es el que más rápido puede reaccionar en términos de producción, sustitución de importaciones (especialmente de soya y maíz) y generar mayores exportaciones, que ya vienen creciendo. La frase del presidente Gustavo Petro de cambiar aguacates por petróleo es una manera de decirlo.
También puede leer: Carreteras de obstáculos: las vías terciarias que estancan el campo.
No se puede aumentar la frontera agrícola y tampoco usar agroquímicos para aumentar la productividad, por lo que se requiere tecnología. ¿Cómo evitar que esta transformación no se lleve por delante a los pequeños productores?
Ese es el reto crítico de la reforma agraria. Hay que llevarle conocimiento al pequeño agricultor por su importancia en la alimentación y en las exportaciones. Tenemos que ir haciendo gradualmente la sustitución y allí el conocimiento es clave. Un ejemplo que vi en Alemania es el uso de las abejas para que haya más productividad, ayuda a determinar el tamaño y calidad de productos como los arándanos. La idea es aprender de este centro de investigación y trabajar en un área en la que Colombia todavía está muy atrasada.
¿Cuáles son los requisitos que hay que cumplir para que en el país se haga una agricultura sostenible?
Lo primero es que hay que cambiar la forma de aumentar la productividad, pasar de químicos y fungicidas tradicionales a insumos verdes. Estamos negociando con el Banco Mundial un crédito para aumentar la oferta de estos en Colombia. Pero va más allá, tierne que ver con el uso del agua, respeto a los límites ambientales y no afectar el curso de los ríos. También hay que respetar las zonas protegidas, conservar la biodiversidad y en lugares como la Amazonía, pasarnos a bioeconomía, servicios ambientales. Se trata de aprovechar económicamente los recursos y generar ingresos para las poblaciones y el país mientras se respetan todas las potencialidades ambientales con las que contamos.
¿Cómo funcionará la transición sostenible que plantea?
Lo primero es que la transición que tienen que vivir los países en desarrollo es diferente a la que vivieron los países ya desarrollados. Estos ya tienen la reducción de la pobreza que necesitaban, aumentaron la productividad porque se beneficiaron de todos los químicos y plaguicidas que en nosotros no podemos usar para cumplir las metas del cambio climático. Ellos pueden sustituir los productos rápidamente. Por eso se necesita la transición, el comercio se nos está complicando porque en Europa nos van a frenar las exportaciones por deforestación y uso de químicos. Estamos comprometidos con hacer el cambios graduales.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.