¿Qué tan dolarizada está la economía colombiana?
Una deuda externa total de US$137.442 millones (el 43 % del PIB) y US$52.000 millones en bienes importados muestran que el país tiene una importante sensibilidad frente a las subidas del dólar. Descuadres fiscales billonarios, y de alzas en la inflación, son algunos de los riesgos.
Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092
Volvieron los tiempos de récords históricos en el precio del dólar en Colombia: el pasado viernes 28 de febrero la tasa de cambio cerró en $3.524, superando la marca anterior de $3.517, que se logró el 29 de noviembre de 2019 (cuando el paro nacional asustó a los mercados). La incertidumbre por la economía mundial, por causa del avance del coronavirus, es lo que está debilitando tanto el peso colombiano y a las demás monedas de economías emergentes.
En momentos como este, los inversionistas suelen salir de inversiones riesgosas (como las de países emergentes) y optan por las más seguras, como el oro (que está en US$1.600 la onza) o el mismo dólar. Se espera que la divisa estadounidense siga cara mientras el virus se mantenga, por lo que Colombia debe prepararse para lidiar con estos niveles de tasa de cambio (o incluso superiores). Las grandes preguntas son, ¿qué tanta sensibilidad hay?, ¿qué tan dolarizada está la economía colombiana?
La deuda externa
Dentro del “Marco Fiscal de Mediano Plazo (2019-2020)”, documento con el que el Gobierno hace sus cuentas fiscales a 10 años, se dejó como supuesto que la TRM promediaría los $3.129 en 2020. Pero debido a las alzas de las últimas semanas, la tasa ha promediado los $3.365, es decir, casi $200 por encima de lo que esperaba el Ejecutivo. Y la deuda denominada en dólares es el rubro que más podría sentir el descuadre de los supuestos.
¿Cuánto se debe? De acuerdo con el más reciente informe del Banco de la República, en noviembre la deuda externa pública llegó a los US$72.848 millones (22,9 % del PIB), de los cuales US$710 millones son compromisos que hay que saldar en el corto plazo y US$72.137 millones son de largo plazo.
En septiembre de 2019, durante las discusiones del presupuesto 2020, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, indicó que el efecto de $100 adicionales en la tasa de cambio encarecería los pagos de deuda en $1 billón, por lo que hasta el momento esos $200 de descuadre frente al supuesto equivaldrían a $2 billones (si se mantiene la diferencia a lo largo del año).
Para Andrés Giraldo, director del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, “si bien las alzas en la tasa de cambio pueden tener un efecto sobre los servicios de la deuda en el corto plazo (como amortizaciones e intereses), es posible que se dé una corrección a lo largo del año. Es decir, que el dólar baje cuando termine la incertidumbre por el coronavirus. Además, creo que la deuda externa, tanto pública como privada, se encuentra en niveles sostenibles”.
Lea también: ¿Debería cancelar un viaje por el coronavirus?
En efecto, todavía falta analizar la otra mitad del tema. Según el reporte del Banco de la República, la deuda externa privada llegó a los US$64.574 millones (20,3 % del PIB) en noviembre de 2019, de los cuales US$22.278 millones son compromisos de corto plazo y US$42.296 millones son de largo plazo. Sin embargo, para Giraldo, alternativas como las coberturas cambiarias (instrumento que asegura el precio de una compra futura de dólares sin importar las fluctuaciones de la TRM), permiten que el sector privado pueda hacer sostenible su deuda en divisa extranjera.
En total, la deuda externa tanto pública como privada suma US$137.442 millones (el 43 % del PIB). Y aunque según analistas todavía sea sostenible bajo la tasa de cambio actual, sí habrá un efecto en el corto plazo: sobre todo si se mantiene o agranda la brecha entre los supuestos del Gobierno y el movimiento real del precio del dólar en Colombia.
Importaciones e inflación
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2019 las importaciones colombianas sumaron US$52.702 millones (creciendo 2,9 % frente a 2018). Se destacan compras por US$2.045 millones en cereales, US$5.309 millones en vehículos de carretera, US$3.727 millones en aparatos y equipo para telecomunicaciones, y US$442 millones en pescado, crustáceos y moluscos. Son una muestra de los bienes que son más vulnerables a encarecerse por las alzas fuertes del dólar.
De hecho, según la firma Raddar, el peso en los bienes importados dentro de la canasta familiar pasó de 11 a 15 % entre 2008 y 2018 (con base en la actualización de la canasta familiar que mide el DANE). Lo que indica que a los colombianos les duelen más las alzas del dólar, pues les afecta una porción significativa de los bienes que consumen habitualmente.
Debido a esta correlación, se sabe que las alzas fuertes y pronunciadas en el dólar tienen incidencia sobre el Índice de Precios del Consumidor (IPC), en el costo de vida de los colombianos. Por eso, el dato de inflación de febrero y marzo es clave, pues se sabrá si el coronavirus (indirectamente) podría incrementar los precios de la economía colombiana.
No todo es malo
En el mismo comentario de septiembre de 2019 (en las discusiones del presupuesto 2020), Carrasquilla explicó que hay beneficios por cada $100 que suba la tasa de cambio: según él, la mayor cotización del dólar aumentaría los impuestos asociados con las importaciones en $720.000 millones, en el sector petrolero el efecto sería de $319.000 millones y en el caso de Ecopetrol, el Gobierno tendría un mayor ingreso por $300.000 millones.
El problema es que el coronavirus también ha provocado caídas en los precios del petróleo, por debajo de los supuestos con los que el Gobierno hizo sus cuentas. Mientras que el Marco Fiscal contemplaba que el Brent promediara US$67,5 en este año, en lo corrido de 2020 la cotización promedio está en US$59,33.
Y dentro del Marco Fiscal también se advierte que cada dólar que caiga el precio del petróleo implica $217.000 millones de menores dividendos de Ecopetrol, y $212.000 millones de menos recaudo tributario. Es decir, la pérdida total de un dólar menos en el Brent es de $429.000 millones: y dado que el precio promedio de la referencia se encuentra siete dólares por debajo del supuesto del Gobierno, el descuadre podría costar $3 billones (si se mantiene la diferencia a lo largo del año).
Todo esto demuestra que la economía colombiana tiene una importante sensibilidad a los cambios en la tasa de cambio. Y aunque el coronavirus no haya llegado a Colombia, las finanzas del Gobierno y el bolsillo de los colombianos podrían sentir el efecto vía dólar.
Volvieron los tiempos de récords históricos en el precio del dólar en Colombia: el pasado viernes 28 de febrero la tasa de cambio cerró en $3.524, superando la marca anterior de $3.517, que se logró el 29 de noviembre de 2019 (cuando el paro nacional asustó a los mercados). La incertidumbre por la economía mundial, por causa del avance del coronavirus, es lo que está debilitando tanto el peso colombiano y a las demás monedas de economías emergentes.
En momentos como este, los inversionistas suelen salir de inversiones riesgosas (como las de países emergentes) y optan por las más seguras, como el oro (que está en US$1.600 la onza) o el mismo dólar. Se espera que la divisa estadounidense siga cara mientras el virus se mantenga, por lo que Colombia debe prepararse para lidiar con estos niveles de tasa de cambio (o incluso superiores). Las grandes preguntas son, ¿qué tanta sensibilidad hay?, ¿qué tan dolarizada está la economía colombiana?
La deuda externa
Dentro del “Marco Fiscal de Mediano Plazo (2019-2020)”, documento con el que el Gobierno hace sus cuentas fiscales a 10 años, se dejó como supuesto que la TRM promediaría los $3.129 en 2020. Pero debido a las alzas de las últimas semanas, la tasa ha promediado los $3.365, es decir, casi $200 por encima de lo que esperaba el Ejecutivo. Y la deuda denominada en dólares es el rubro que más podría sentir el descuadre de los supuestos.
¿Cuánto se debe? De acuerdo con el más reciente informe del Banco de la República, en noviembre la deuda externa pública llegó a los US$72.848 millones (22,9 % del PIB), de los cuales US$710 millones son compromisos que hay que saldar en el corto plazo y US$72.137 millones son de largo plazo.
En septiembre de 2019, durante las discusiones del presupuesto 2020, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, indicó que el efecto de $100 adicionales en la tasa de cambio encarecería los pagos de deuda en $1 billón, por lo que hasta el momento esos $200 de descuadre frente al supuesto equivaldrían a $2 billones (si se mantiene la diferencia a lo largo del año).
Para Andrés Giraldo, director del Departamento de Economía de la Universidad Javeriana, “si bien las alzas en la tasa de cambio pueden tener un efecto sobre los servicios de la deuda en el corto plazo (como amortizaciones e intereses), es posible que se dé una corrección a lo largo del año. Es decir, que el dólar baje cuando termine la incertidumbre por el coronavirus. Además, creo que la deuda externa, tanto pública como privada, se encuentra en niveles sostenibles”.
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En efecto, todavía falta analizar la otra mitad del tema. Según el reporte del Banco de la República, la deuda externa privada llegó a los US$64.574 millones (20,3 % del PIB) en noviembre de 2019, de los cuales US$22.278 millones son compromisos de corto plazo y US$42.296 millones son de largo plazo. Sin embargo, para Giraldo, alternativas como las coberturas cambiarias (instrumento que asegura el precio de una compra futura de dólares sin importar las fluctuaciones de la TRM), permiten que el sector privado pueda hacer sostenible su deuda en divisa extranjera.
En total, la deuda externa tanto pública como privada suma US$137.442 millones (el 43 % del PIB). Y aunque según analistas todavía sea sostenible bajo la tasa de cambio actual, sí habrá un efecto en el corto plazo: sobre todo si se mantiene o agranda la brecha entre los supuestos del Gobierno y el movimiento real del precio del dólar en Colombia.
Importaciones e inflación
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en 2019 las importaciones colombianas sumaron US$52.702 millones (creciendo 2,9 % frente a 2018). Se destacan compras por US$2.045 millones en cereales, US$5.309 millones en vehículos de carretera, US$3.727 millones en aparatos y equipo para telecomunicaciones, y US$442 millones en pescado, crustáceos y moluscos. Son una muestra de los bienes que son más vulnerables a encarecerse por las alzas fuertes del dólar.
De hecho, según la firma Raddar, el peso en los bienes importados dentro de la canasta familiar pasó de 11 a 15 % entre 2008 y 2018 (con base en la actualización de la canasta familiar que mide el DANE). Lo que indica que a los colombianos les duelen más las alzas del dólar, pues les afecta una porción significativa de los bienes que consumen habitualmente.
Debido a esta correlación, se sabe que las alzas fuertes y pronunciadas en el dólar tienen incidencia sobre el Índice de Precios del Consumidor (IPC), en el costo de vida de los colombianos. Por eso, el dato de inflación de febrero y marzo es clave, pues se sabrá si el coronavirus (indirectamente) podría incrementar los precios de la economía colombiana.
No todo es malo
En el mismo comentario de septiembre de 2019 (en las discusiones del presupuesto 2020), Carrasquilla explicó que hay beneficios por cada $100 que suba la tasa de cambio: según él, la mayor cotización del dólar aumentaría los impuestos asociados con las importaciones en $720.000 millones, en el sector petrolero el efecto sería de $319.000 millones y en el caso de Ecopetrol, el Gobierno tendría un mayor ingreso por $300.000 millones.
El problema es que el coronavirus también ha provocado caídas en los precios del petróleo, por debajo de los supuestos con los que el Gobierno hizo sus cuentas. Mientras que el Marco Fiscal contemplaba que el Brent promediara US$67,5 en este año, en lo corrido de 2020 la cotización promedio está en US$59,33.
Y dentro del Marco Fiscal también se advierte que cada dólar que caiga el precio del petróleo implica $217.000 millones de menores dividendos de Ecopetrol, y $212.000 millones de menos recaudo tributario. Es decir, la pérdida total de un dólar menos en el Brent es de $429.000 millones: y dado que el precio promedio de la referencia se encuentra siete dólares por debajo del supuesto del Gobierno, el descuadre podría costar $3 billones (si se mantiene la diferencia a lo largo del año).
Todo esto demuestra que la economía colombiana tiene una importante sensibilidad a los cambios en la tasa de cambio. Y aunque el coronavirus no haya llegado a Colombia, las finanzas del Gobierno y el bolsillo de los colombianos podrían sentir el efecto vía dólar.