¿Qué viene para las tasas de interés de la Reserva Federal?
Los resultados de inflación de septiembre, que mostraron una baja más lenta de lo esperado, abren la pregunta a cerca de los pasos que tomará la Reserva Federal en lo que queda de 2024, con dos reuniones aún para modificar sus tasas de interés.
La inflación de Estados Unidos, tema importante de la campaña presidencial, cayó en septiembre respecto al mes anterior, aunque un poco menos de lo esperado, ubicándose en el 2,4 % interanual, frente al 2,5 % de agosto, según el índice IPC publicado el jueves por el Departamento de Trabajo.
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La inflación de Estados Unidos, tema importante de la campaña presidencial, cayó en septiembre respecto al mes anterior, aunque un poco menos de lo esperado, ubicándose en el 2,4 % interanual, frente al 2,5 % de agosto, según el índice IPC publicado el jueves por el Departamento de Trabajo.
En su medición mensual (o sea, contra agosto de este año), los precios aumentaron 0,2 %, manteniéndose al mismo ritmo que los dos meses anteriores, de nuevo ligeramente por encima de las expectativas.
Los analistas esperaban un aumento interanual de los precios al consumo de 2,3 %, según el consenso publicado por MarketWatch, que también preveía una inflación de apenas 0,1 % en un mes.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, persiste en Estados Unidos una brecha entre los datos estadísticos, que dan cuenta de una situación económica relativamente sana y la sensación de numerosos estadounidenses de un fuerte aumento de los precios en los últimos tres años.
“Seguimos progresando, con la inflación regresando a su nivel prepandemia, 16 millones de empleados creados, tasas de interés más bajas y bajo desempleo”, indicó Lael Brainard, consejera económica nacional de la Casa Blanca en un comunicado.
Los datos sobre inflación no sólo tienen un cierto peso en la opinión pública de cara a las elecciones presidenciales, sino que, de fondo, van dando información y señales sobre cuáles podrían ser los siguientes movimientos de la Reserva Federal y sus tasas de interés.
Y esta es una discusión que excede la política interna de EE.UU. (aunque, en justicia, la elección presidencial también lo hace), pues termina por influenciar los costos del crédito y las posibilidades de refinanciar deuda para miles de empresas en todo el mundo e incluso para países enteros.
Los pasos de la Reserva Federal
Vale recordar que la inflación alcanzó un máximo de 9,1 % en junio de 2022, la más alta desde principios de los años 80, impulsada por la recuperación económica tras la pandemia del covid-19 y la invasión de Ucrania.
Esta subida en los precios llevó a que la Fed se ajustara el cinturón y llevara sus tasas de interés al punto más alto en las últimas dos décadas.
El primer movimiento para bajar de esa cima lo dio en su pasada reunión de septiembre, con un recorte de 50 puntos básicos, en línea con lo que esperaba el mercado.
Sin embargo, la resistencia en la inflación llevaron a que esta decisión se diera en septiemnbre y no a mediados de año, como indicaban las proyecciones en el primer semestre del año.
La meta de la Fed es llevar la inflación hacia 2 %. Y, si bien pareciera un punto alcanzable fácilmente, este umbral ha probado ser de todo menos sencillo de alcanzar.
Los datos de IPC de septiembre, incluso, podrían estar alejando esa meta un poco más, pues la información señala que la inflación subyacente aumentó más de lo previsto, lo que representa una pausa en el progreso reciente hacia la moderación de las presiones sobre los precios.
El índice de precios al consumidor subyacente —que excluye los costos de alimentos y energía— aumentó un 0,3% desde agosto y un 3,3 % en términos interanuales, según las cifras publicadas el jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales.
Los economistas consideran que el índice subyacente es un mejor indicador de la inflación que el IPC general. Esa medida aumentó 0,2 % desde el mes anterior y un 2,4 % interanual, la tasa anual más lenta desde principios de 2021 y que se debe en gran medida a los menores precios de la energía.
La Oficina de Estadísticas Laborales dijo este jueves que la vivienda y la alimentación combinadas representaron más de 75 % del aumento mensual total.
Por lo general, la Reserva Federal se ha mantenido prudente en materia de política monetaria, subrayando regularmente que sus decisiones dependerán sobre todo de la evolución de los datos macroeconómicos.
Y en estos datos también pesan las cifras sobre la salud del mercado laboral de EE.UU.
¿Cómo va el trabajo en EE.UU.?
A pesar de haber mostrado algunas señales que daban cuenta de alguna debilidad, el mercado laboral en Estados Unidos siguió sólido en septiembre, con una tasa de desempleo que continúa bajando ayudada por una creación de puestos de trabajo mayor a la esperada, a poco menos de un mes de las elecciones presidenciales.
En septiembre, la tasa de desempleo bajó a 4,1 %, un ligero descenso con relación al 4,2 % de agosto, pero que confirma la tendencia del verano boreal.
Unos 254.000 empleos se crearon en septiembre en la mayor economía mundial, frente a 159.000 en agosto, una cifra a su vez revisada al alza.
Esta cifra contrasta poderosamente con la expectativa de los analistas, que ubicaban la creación de nuevos puestos de trabajo en 135.000.
Vale aclarar acá que, a diferencia de instituciones como el Banco de la República en Colombia, la Reserva Federal de EE.UU. tiene un doble mandato: controlar la inflación, pero también velar por la salud del mercado laboral.
Lo que vendría para las tasas de interés
¿Qué dice este panorama para las próximas decisiones de la Fed? Que es posible que recortes más amplios hayan quedado por fuera de la mesa definitivamente, aunque aún se esperan bajas en lo que resta del año, lo que sigue siendo buena noticia para impulsar las economías en general.
Por ejemplo, las minutas de la reunión de septiembre, que fueron publicadas esta semana, indican que hubo un fuerte debate sobre el tamaño del recorte, y los miembros de la Fed que han hablado desde entonces dicen que están a favor de un enfoque gradual.
En un momento anterior, se esperaba que en las dos reuniones que restan en el año la Fed aplicara un recorte total de un punto porcentual completo. Pero esas esperanzas parecieran estar ancladas al pasado.
“La Reserva Federal continuaría reduciendo la tasa de interés. Sin embargo, a un menor ritmo del esperado inicialmente porque los indicadores económicos han sorprendido al alza durante los últimos meses”, indicó Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.
Y añadió: “En ese sentido, es posible que solo recorte 50 puntos básicos en los que resta del año y no 100, como descontaba el mercado”.
Con esta proyección concuerda César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, que también anticipa un “escenario base de dos bajadas de 25 puntos básicos en cada una”.
Pero advirtió: “Si el mercado laboral continúa resiliente y la inflación, al contario, sorprende negativamente, se podría considerar que incluso en la última reunión no haya reducción. Se da por descontado que la siguiente decisión (noviembre) sea de 25 puntos básicos”.
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