¿Quién es Irene Vélez Torres, la próxima ministra de Minas?
Vélez, quien se venía desempeñando como profesora titular de la Universidad del Valle, es filósofa y tiene experiencia investigativa en temas de soberanía alimentaria, el impacto de agroquímicos y la contaminación de mercurio en contextos mineros. La académica ha dicho que el nuevo gobierno servirá para saldar deudas históricas con mujeres, jóvenes, comunidades étnicas y rurales.
El presidente electo Gustavo Petro acaba de anunciar que Irene Vélez Torres, profesora titular de la Universidad del Valle y parte del equipo de empalme, será la próxima ministra de Minas.
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El presidente electo Gustavo Petro acaba de anunciar que Irene Vélez Torres, profesora titular de la Universidad del Valle y parte del equipo de empalme, será la próxima ministra de Minas.
“Es una mujer con amplia experiencia en el sector ambiental y que tendrá la ardua tarea de liderar la transición hacia una economía no extractivista”, destacó el presidente electo Gustavo Petro en su cuenta de Twitter.
Vélez es filósofa de la Universidad Nacional de Colombia, de donde se graduó en 2004 con una distinción en su tesis de grado. Cuenta con una maestría en Estudios Culturales de la misma universidad. En el 2014, se graduó del doctorado en Geografía Política, que estudió en la Universidad de Copenhague. Se autodenomina como una “investigadora activista” con trabajo en temas relacionados con “la contaminación por mercurio en contextos mineros, los impactos del uso de agrotóxicos, el despojo del agua y de la tierra, la soberanía alimentaria en contextos rurales y étnicos, y la paz ambiental como dimensión imprescindible de la transición en el Post-Acuerdo de paz”, se lee en su página web.
Es editora asistente de la revista especializada Geoforum en donde se publican investigaciones relacionadas con la geografía humana, con temas como la economía política global, el desarrollo urbano y regional y la justicia ambiental, por ejemplo. También es miembro de la sección Colombia de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA). (También puede leer: Gustavo Petro, la ciencia y la tecnología. ¿Qué propuso el presidente electo?)
Vélez hizo parte de la secretaría técnica del equipo de empalme para el sector de la Ciencia de Petro y también es una de los ocho investigadores que redactaron el documento de la visión política sobre la gestión del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI). En este texto, parte de la crítica a la “ciencia hegemónica”, es decir, la que tradicionalmente se ha construido por la academia. Esta “ha hecho mucho daño a la naturaleza y las sociedades en cuanto han propiciado relaciones de dominación de los cuerpos y territorios a través de dispositivos tecnológicos, de ordenamiento espacial y de conocimiento que han diseñado, facilitado, agenciado y no evitado la explotación de la naturaleza”, dice el documento.
La nueva ministra es la hija de la mano derecha de Francia Márquez, el ambientalista Hildebrando Vélez, según indicó La Silla Vacía. Este último también hizo parte del equipo que redactó el documento sobre el SNCTI.
Los retos que enfrentará en la cartera
Hay que recordar que una de las grandes apuestas de Gustavo Petro es la consolidación de una transformación energética que, según su programa de gobierno, apunta a la “descarbonización de la economía” y a una sociedad que se mueva “por el sol, el viento y el agua”.
“Haremos que Colombia transite de una matriz energética primaria, predominante mente fósil, dependiente económicamente del carbón y del petróleo, hacia una diversificada, basada en nuestras potencialidades de energías renovables, las cuales son las mejores fuentes energéticas para enfrentar el cambio climático y fortalecer las capacidades del país para la economía productiva. Nuestro gobierno sentará las bases de esta transición mediante un desescalamiento gradual del modelo extractivista y garantizando la confiabilidad y estabilidad del sistema energético, las fuentes de empleo y los recursos económicos provenientes del sector”, se lee en el documento.
Alcanzar tal hito es todo un reto, pues hay que tener en cuenta que en la economía colombiana el principal producto de exportación es el petróleo (con US$1.759 millones en junio), su empresa más importante es Ecopetrol (con ingresos operacionales de más de $84,95 billones, con corte a junio), y la producción en general demuestra una alta dependencia de los combustibles fósiles.
Aunque hay que tener en cuenta que lo que propone Gustavo Petro no es un cambio abrupto del funcionamiento de la economía, y tampoco el acabose (de un día para otro) de la extracción del denominado oro negro. No, su plan apunta a cimentar por lo menos las bases de esta gran transformación, que podría demandar años y años de trabajo.
En entrevista con El Espectador, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI), Bruce Mac Master, recordó que en este momento parte de las principales economías del mundo están tratando de asegurar su autonomía y seguridad energética y, en ese orden de ideas, “no tendría sentido que Colombia se pusiera en peligro. Realmente el país tiene que asegurar su autonomía. No es sino irse a Europa y ver cómo el canciller alemán está diciendo cómo no debieron ceder en su autonomía, como lo hicieron al habérsela entregado a Rusia. Colombia tiene la oportunidad de no cometer ese error y hacerlo bien”, comenta el directivo.
Pero el cambio climático y la fuerte dependencia a los combustibles fósiles también demuestran la necesidad de explorar alternativas energéticas. Lograr esa transición, sin que la economía sufra grandes golpes, es uno de los grandes retos que asume Irene Vélez Torres.
Otro de los grandes pendientes que la esperarán en su despacho es la minería ilegal. Recientemente una investigación adelantada por la Contraloría General de República encontró que el 85 % del oro que se exporta en Colombia es producto de la minería ilegal, problemática que no solo pone en peligro la conservación de áreas protegidas, sino que atenta contra el agua y su biodiversidad al contaminarla de metales pesados como el mercurio y el cianuro.
Esta investigación también arrojó cifras como que en Colombia se pierden 500 hectáreas de bosque al día por la minería ilegal, lo que equivale a 1.000 estadios tan grandes como El Campín, en Bogotá.
“En comparación con el negocio ilícito de la cocaína, donde el kilo de coca puede estar en el mercado de Colombia por alrededor de los 5 millones de pesos, un kilo de oro ilegal está por el orden de 250 millones de pesos, lo que ha hecho que este negocio se haya disparado y hoy esté contaminando de una manera crítica, no solamente el río Atrato en el Chocó sino también muchos otros ríos, lo que beneficia solamente a unas 4 a 5 grandes organizaciones criminales”, aseguró el Contralor Delegado para el Medio Ambiente, Gabriel Adolfo Jurado.
En la lista de retos a corto plazo también está el desarrollo de la hidroeléctrica Hidroituango, así como el despliegue de parques eólicos y solares, y otras energías limpias en las que se ha venido avanzando en los últimos años (con sus peros de por medio). Las tareas y desafíos que acompañarán a Torres en su cargo son considerables, y en redes sociales muchos se cuestionan si su formación académica y experiencia laboral son suficientes para poder enfrentarlo. El deseo de muchos otros es que logre, y con creces, satisfacer las demandas que tiene la minería y la energía en el país.