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Mientras en Colombia se desperdician cerca de 9,7 millones de toneladas de alimentos, 54 % de sus hogares viven en inseguridad alimentaria. Tanto el Gobierno como las ONG han emprendido diferentes acciones para mitigar uno u otro problema. Esta vez el turno es para las empresas de la industria de los alimentos.
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Hasta el momento, 53 empresas pertenecientes a la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi harán parte de la alianza que busca reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos y fomentar la educación alimentaria y nutricional. Entre ellas figuran Alquería, Pepsico, Alimentos Polar, Nestlé y Alpina, por mencionar algunas.
Para ello cuentan con el apoyo de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), aunque también buscan reunir a otros actores de la industria, el sector privado, otras organizaciones sociales, asociaciones científicas, el Gobierno y la academia en esta primera etapa de sensibilización.
En Colombia, la industria de alimentos está conformada por más de 14.900 sociedades, el 13,2 % de las cuales son manufactureras. De acuerdo con cifras de la DIAN, en 2016 el sector sumó $134,5 billones en ventas, además de US$860,8 millones en exportaciones que llegaron a 132 países (excluyendo café).
El sector de alimentos aporta $9,3 billones al PIB cada año, es decir, 1,7 % del total nacional, con un crecimiento anual de 1,8 % entre 2016 y 2017. Además, dentro del PIB manufacturero tiene una contribución de 15,5 %, según registros del DANE.
Cualquier iniciativa por parte de las empresas en materia de reducción del desperdicio de alimentos tiene importantes alcances por los volúmenes que manejan. Además, más allá del aporte social al país, las compañías reciben beneficios tributarios (descuentos en IVA y renta), disminuyen las emisiones de CO2, aumentan el valor de su marca y aminoran los costos que les supone el manejo de mermas o la destrucción de productos.
Si bien la mayoría de las organizaciones del sector tienen sus propias iniciativas para hacer frente a esta problemática, esta vez actuarán juntas para generar mayor impacto. Por ahora se esfuerzan en sumar más aliados, mientras se identifican experiencias exitosas y se establece una línea base de la situación en el país.
Una vez definido esto se construirá un plan de acción en el que esté explícita la colaboración de cada uno de los aliados. Por el momento se determinó avanzar en 10 frentes, entre los que están apoyar el desarrollo y la implementación de políticas públicas en materia nutricional, desarrollar un portafolio de productos que responda a los requerimientos nutricionales de los niños, educar a los consumidores en hábitos saludables y responsables y potenciar el aprovechamiento de los alimentos.
Por su parte, la Andi se planteó como un reto para los próximos cuatro años establecer planes de reducción significativa del desperdicio de alimentos en procesos como la poscosecha y el procesamiento agroindustrial. También estudia mecanismos para ampliar la vida útil de los procesados. Ciertamente, el DNP reveló en un informe que las pérdidas en Colombia se generan en un 60 % sumando la ineficiencia en la cosecha y la poscosecha.
Según Camilo Montes, director de la Cámara de la Industria de Alimentos de la Andi, una de las metas de la iniciativa es lograr que el país tenga la mejor nutrición infantil de América Latina a 2030 y se reduzcan los desperdicios. De hecho, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), acordados en 2016 por diferentes países a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), apuntan a disminuir a la mitad las pérdidas de alimentos en el mundo durante los próximos 15 años.
Juan Carlos Buitrago Ortiz, director de Abaco, aseguró que con lo que se bota de alimentos se podría alimentar a ocho millones de colombianos cada año. “En los últimos años, 1.883 niños han muerto por desnutrición o causas asociadas y 11 de cada 100 niños tienen desnutrición crónica que les impide desarrollar sus capacidades físicas, cognitivas, emocionales”, aseguró.
De hecho, los bancos de alimentos rescatan 22.000 toneladas de comida al año (comprada y entregada) a través de diferentes iniciativas, sin embargo, esta cantidad sólo representa el 0,19 % del total de alimentos desperdiciados, por lo que la oportunidad y el reto mismo son bastante grandes.
La asociación la conforman 18 bancos que se apoyan en más de 1.300 donantes para atender alrededor de 3.400 organizaciones y llegar a 581.000 personas beneficiadas.
Las familias también pueden ayudar en este propósito, pues ellas contribuyen con el 16 % de los desechos de comida. Otro vinculado importante son los restaurantes. Para ellos hay capacitaciones en buenas prácticas de manipulación y almacenamiento de alimentos a través de una alianza entre Abaco y la Universidad de la Sabana.
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En agosto de 2019, durante el próximo Congreso Empresarial de la Andi, se hará la entrega de los avances del primer año de la alianza.