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La nueva reforma laboral presentada por el Ministerio del Trabajo le apuesta a la formalización de sectores como los trabajadores domésticos, rurales y de plataformas de reparto. Para estos últimos se ha diseñado un esquema que permitirá su vinculación a la seguridad social y cotización en pensión, salud y riesgos laborales, entre otros.
Hay que recordar que, hasta el momento, las empresas a cargo de estas plataformas (como Rappi y DiDi Food) no realizan estos aportes (algunas lo han hecho a modo de autorregulación), al considerar que los repartidores no son sus empleados, sino trabajadores que usan sus tecnologías como intermediación para conectar con los restaurantes y consumidores. En suma, estos son autónomos.
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Para mejorar la calidad de su empleo, y brindar los derechos mínimos a los que tiene acceso un trabajador formal en Colombia, la reforma laboral plantea una serie de compromisos y obligaciones que cobijan a los cerca de $120.000 repartidores de plataformas que hay en el país.
Vinculación con la plataforma
La reforma propone flexibilidad en torno a la forma en la que el trabajador se vinculará con la empresa que administra la plataforma. Es decir, este podrá ser dependiente o independiente de la misma.
Para el gremio que agrupa a las empresas de este renglón de la economía, Alianza Inn, esto es algo positivo, ya que reconoce las dinámicas de este negocio y permite que tanto las plataformas como repartidores puedan seguir operando y trabajando de manera habitual.
Con esto claro, cuando el repartidor figure como dependiente y subordinado de la empresa será esta la encargada de realizar los pagos al sistema integral de seguridad social bajo las normas que cobijan a cualquier trabajador formal en el país.
Bajo la anterior figura el trabajador hará parte de la planta de la compañía y podría verse sometido a una exclusividad en su trabajo, es decir, no podrá laborar para otra plataforma que se dedique a la misma actividad.
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Para el caso de los trabajadores independientes y autónomos, los aportes se compartirán entre la empresa y el trabajador. Las plataformas aportarán el 60 % de las contribuciones, mientras que los repartidores darán el 40 % restante, salvo en materia de riesgos laborales, en donde la compañía asumirá el 100 % de la contribución.
Ahora, las contribuciones se harán con la base del 40 % de la totalidad de los ingresos que reciba el trabajador. Es decir, si este devenga $2 millones, la base sobre la cual cotizará a la seguridad social será de $800.000.
“El Ministerio del Trabajo y el Ministerio de Salud y Protección Social reglamentará la forma de cotización al sistema integral de seguridad social de los trabajadores independientes y autónomos en servicios de reparto que mensualmente generen ingresos inferiores al salario mínimo diario”, detalla la reforma que, además, permite la cotización por horas al sistema.
También establece que son las plataformas las que deberán generar los reportes respectivos de las horas de servicio de los trabajadores a las entidades recaudadoras. Estas se acumularán y se calcularán en función del número de días o semanas de servicio efectivo. Ese informe también se le deberá presentar al trabajador al final de cada mes.
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