Reforma tributaria afectó precio del ACPM

Las consecuencias que está dejando en la economía la aprobada reforma tributaria de los últimos días del 2016, que le está pegando a todos los colombianos con el aumento del IVA del 16% al 19%, ya empezó a prender las alarmas de todos los sectores productivos del país que, ni más ni menos, son los que mueven precisamente la economía colombiana.

Resulta que Colfecar, el gremio que reúne a los transportadores de carga por carretera del país, por medio de su presidente, Juan Carlos Rodríguez Muñoz, fue contundente y en pocas palabras resumió la situación: frente a la decisión del ministerio de Minas de autorizar un ajuste de $199,17 en el galón del ACPM, a partir del 1 de enero de este año, correspondiente al impuesto a las emisiones de dióxido de carbono, aprobado en la reforma tributaria, es necesario que se elimine el subsidio que se entrega a la mezcla de los biocombustibles, que es del 8%, lo que se traduce en unos $610 por galón que corren por cuenta del transportador.

El dirigente gremial recalcó que "esta medida es aún más necesaria ya que la reforma tributaria nos creó el impuesto especial al carbono que le adiciona $152 al precio final del galón del ACPM, es decir, un incremento de 0,89%. Recordemos que los combustibles en Colombia hoy se gravan por 3 tributos: impuesto global del 12%, sobre tasa del 25% e IVA".

¿Y qué proponen? "Se debe explorar el esquema de estabilización de los precios de los combustibles no solo a través de un fondo, que genera gravámenes amplios al sector, sino mediante pólizas o seguros que permitan contribuir a tal objetivo".

En el año que acaba de terminar se vivió uno de los paros camioneros más graves de la historia del país por, como dijo el presidente de Colfecar en un texto escrito para El Espectador, "los altos costos que afectan al sector (combustible), reducción en la carga, sobre oferta vehicular y de oferentes del servicio que no agregan valor pero sí informalidad, depresión en los fletes y malas prácticas comerciales, así como la lenta ejecución del programa de renovación del parque automotor, entro otros".

Las consecuencias que está dejando en la economía la aprobada reforma tributaria de los últimos días del 2016, que le está pegando a todos los colombianos con el aumento del IVA del 16% al 19%, ya empezó a prender las alarmas de todos los sectores productivos del país que, ni más ni menos, son los que mueven precisamente la economía colombiana.

Resulta que Colfecar, el gremio que reúne a los transportadores de carga por carretera del país, por medio de su presidente, Juan Carlos Rodríguez Muñoz, fue contundente y en pocas palabras resumió la situación: frente a la decisión del ministerio de Minas de autorizar un ajuste de $199,17 en el galón del ACPM, a partir del 1 de enero de este año, correspondiente al impuesto a las emisiones de dióxido de carbono, aprobado en la reforma tributaria, es necesario que se elimine el subsidio que se entrega a la mezcla de los biocombustibles, que es del 8%, lo que se traduce en unos $610 por galón que corren por cuenta del transportador.

El dirigente gremial recalcó que "esta medida es aún más necesaria ya que la reforma tributaria nos creó el impuesto especial al carbono que le adiciona $152 al precio final del galón del ACPM, es decir, un incremento de 0,89%. Recordemos que los combustibles en Colombia hoy se gravan por 3 tributos: impuesto global del 12%, sobre tasa del 25% e IVA".

¿Y qué proponen? "Se debe explorar el esquema de estabilización de los precios de los combustibles no solo a través de un fondo, que genera gravámenes amplios al sector, sino mediante pólizas o seguros que permitan contribuir a tal objetivo".

En el año que acaba de terminar se vivió uno de los paros camioneros más graves de la historia del país por, como dijo el presidente de Colfecar en un texto escrito para El Espectador, "los altos costos que afectan al sector (combustible), reducción en la carga, sobre oferta vehicular y de oferentes del servicio que no agregan valor pero sí informalidad, depresión en los fletes y malas prácticas comerciales, así como la lenta ejecución del programa de renovación del parque automotor, entro otros".