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La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó este jueves el informe de conciliación de la reforma tributaria, hito que se da justo un día después que el Senado aprobara el mismo documento. Lo que implica que el proyecto de ley, con el que el presidente Gustavo Petro espera financiar su plan de Gobierno, recibió su último visto bueno en el Congreso de la República.
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La reforma tributaria tuvo un paso accidentado por el Congreso, pues sufrió grandes modificaciones frente al articulado original radicado el pasado 8 de agosto. Y la meta de recaudo fue uno de los cambios más significativos: arrancó con un objetivo de $25 billones, bajó a $22 billones en su paso por las comisiones económicas y llegó a las plenarias con una meta de $20 billones.
Otro de los golpes que recibió el proyecto de ley fue la eliminación de la propuesta que buscaba gravar con impuesto de renta las pensiones de más de $10 millones al mes. Si bien el Gobierno defendió la medida indicando que afectará a solo el 1% de la población, la presión política de diferentes partidos obligó a quitar este punto en la ponencia para los debates simultáneos de las plenarias Cámara y Senado.
Para estos debates también se modificó la propuesta de la sobretasa del impuesto de renta para empresas petroleras y de carbón: inicialmente se fijó una sobretasa del 10% en 2023, 7,5% en 2024 y 5% para el 2025. Pero, en la segunda ponencia se establecieron umbrales en los precios internacionales (del petróleo y carbón) que determinarán si la sobretasa podrá ser de 0, 5, 10 y hasta 15%.
De hecho, fue tal vez el cambio que más impacto representó en las cifras de la tributaria, pues los mayores impuestos al sector hidrocarburos representan casi la mitad de la meta del recaudo del Gobierno.
También hubo gran ruido por los llamados impuestos saludables de la reforma tributaria: el gobierno tuvo que hacer concesiones como ampliar la lista de alimentos y bebidas exentas, y pactar que estos gravámenes entrarán en vigencia el 1 de noviembre de 2023 con el fin de reducir los impactos sobre la inflación que ya supera el 12% anual.
Otro fase tensa en el proyecto de ley fue la conciliación, la cual se esperaba terminar en un día pero acabaron siendo tres: uno de los puntos que más complicaron las discusiones fue la propuesta del impuesto de renta a las iglesias. Al final, este punto fue eliminado del informe de conciliación.
Entre otros puntos que se acordaron en la conciliación se destacan: fijar en 15% la tarifa para los dividendos de residentes, y del 20% para inversionistas extranjeros; tarifa diferencial en el impuesto de renta para las empresas que en su renta líquida gravable estén por debajo de los $155,8 millones (4.100 UVT); IVA a la comercialización de animales domésticos; quedan exentas de impuestos estas importaciones de bienes que entren por correo y que no excedan los US$200 de valor; y los insumos agropecuarios tendrán una tasa de 0 % en aranceles de importación, entre otros.
Precisamente este informe de conciliación fue el que aprobaron esta semana las plenarias del Senado y la Cámara de Representantes. Lo que implica que el proyecto de ley de la reforma tributaria tan solo le queda la sanción presidencial.