Relajan regla fiscal para atender necesidades de la migración venezolana

El Ministerio de Hacienda informó este viernes que, a partir de las recomendaciones del Comité Consultivo de la Regla Fiscal, el Gobierno ajustará sus metas de déficit a mediano plazo, como consecuencia de la atención a la migración proveniente de Venezuela.

Para tomar la decisión se tuvo en cuenta que la llegada de personas desde el país vecino le puede costar a Colombia alrededor de $5 billones al año (0,5 % del PIB).

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Según el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el objetivo es no recortar el gasto prioritario del país en otros rubros para atender la coyuntura, por lo cual las metas de déficit se relajarán de la siguiente manera: pasa del 2,2 % al 2,7 % en 2019 y el objetivo para 2020 pasará del 1,9 % al 2,3 %.

No obstante, teniendo en cuenta que el fenómeno de inmigración es un choque no solo inesperado sino temporal, a mediano plazo el objetivo es que la meta de déficit siga convergiendo hacia el 1 % del PIB en 2030.

El Comité Consultivo se reunió el miércoles pasado, luego de que el ministro revelara a los medios que se estaba estudiando la posibilidad de relajar el cinturón fiscal y de que organismos como la OCDE recomendaran flexibilizar los compromisos, siempre y cuando se mantuviera la disciplina fiscal.

Le puede interesar: Colombia estudia relajar regla fiscal para amortiguar crisis venezolana

Carrasquilla explicó que los $5 billones necesarios anualmente para proveer salud, educación, entre otros, a la población migrante provendrán de los diferentes mecanismos contemplados para cubrir el déficit fiscal. Es decir, no habrá endeudamiento adicional por la coyuntura, sino que se tomarán los recursos del "margen de maniobra" que permite relajar los compromisos anualmente.

El jefe de la cartera añadió que se está preparando el próximo marco fiscal de mediano plazo, que sería presentado en junio de este año. En rueda de prensa, concluyó afirmando que las finanzas públicas del país "siguen siendo sostenibles", que no será necesario "recortar gastos priortarios para el país para atender el choque" en mención y que cuenta con que la inmigración seguirá siendo un fenómeno persistente y en aumento.

Actualmente, se calcula que entre 1,1 y 1,2 millones de personas han llegado de Venezuela a Colombia por cuenta de la crisis por la que atraviesa el país vecino. 

¿Qué es la regla fiscal?

La regla fiscal es un compromiso y criterio que tiene el Gobierno para poder ahorrar en época de "vacas gordas" y tener un colchón para la época de las "vacas flacas".

Es una herramienta que surgió en 2011 con la aprobación de la Ley 1473 y establece cuál debería ser el máximo déficit fiscal: un indicador que señala qué tanto los gastos superan a los ingresos de la Nación. Un comité consultivo se reúne periódicamente para revisar cuáles son las metas de déficit que se deben cumplir en los siguientes años para garantizar la estabilidad de las finanzas de la Nación.

Sin embargo, la norma permite modificar las metas de déficit dependiendo de las necesidades y contingencias fiscales del corto plazo (sin afectar el déficit estructural). También hay una cláusula de escape que permite la suspensión de esta herramienta en el caso de eventos extraordinarios que comprometan la estabilidad macroeconómica del país.

El Ministerio de Hacienda informó este viernes que, a partir de las recomendaciones del Comité Consultivo de la Regla Fiscal, el Gobierno ajustará sus metas de déficit a mediano plazo, como consecuencia de la atención a la migración proveniente de Venezuela.

Para tomar la decisión se tuvo en cuenta que la llegada de personas desde el país vecino le puede costar a Colombia alrededor de $5 billones al año (0,5 % del PIB).

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Según el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el objetivo es no recortar el gasto prioritario del país en otros rubros para atender la coyuntura, por lo cual las metas de déficit se relajarán de la siguiente manera: pasa del 2,2 % al 2,7 % en 2019 y el objetivo para 2020 pasará del 1,9 % al 2,3 %.

No obstante, teniendo en cuenta que el fenómeno de inmigración es un choque no solo inesperado sino temporal, a mediano plazo el objetivo es que la meta de déficit siga convergiendo hacia el 1 % del PIB en 2030.

El Comité Consultivo se reunió el miércoles pasado, luego de que el ministro revelara a los medios que se estaba estudiando la posibilidad de relajar el cinturón fiscal y de que organismos como la OCDE recomendaran flexibilizar los compromisos, siempre y cuando se mantuviera la disciplina fiscal.

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Carrasquilla explicó que los $5 billones necesarios anualmente para proveer salud, educación, entre otros, a la población migrante provendrán de los diferentes mecanismos contemplados para cubrir el déficit fiscal. Es decir, no habrá endeudamiento adicional por la coyuntura, sino que se tomarán los recursos del "margen de maniobra" que permite relajar los compromisos anualmente.

El jefe de la cartera añadió que se está preparando el próximo marco fiscal de mediano plazo, que sería presentado en junio de este año. En rueda de prensa, concluyó afirmando que las finanzas públicas del país "siguen siendo sostenibles", que no será necesario "recortar gastos priortarios para el país para atender el choque" en mención y que cuenta con que la inmigración seguirá siendo un fenómeno persistente y en aumento.

Actualmente, se calcula que entre 1,1 y 1,2 millones de personas han llegado de Venezuela a Colombia por cuenta de la crisis por la que atraviesa el país vecino. 

¿Qué es la regla fiscal?

La regla fiscal es un compromiso y criterio que tiene el Gobierno para poder ahorrar en época de "vacas gordas" y tener un colchón para la época de las "vacas flacas".

Es una herramienta que surgió en 2011 con la aprobación de la Ley 1473 y establece cuál debería ser el máximo déficit fiscal: un indicador que señala qué tanto los gastos superan a los ingresos de la Nación. Un comité consultivo se reúne periódicamente para revisar cuáles son las metas de déficit que se deben cumplir en los siguientes años para garantizar la estabilidad de las finanzas de la Nación.

Sin embargo, la norma permite modificar las metas de déficit dependiendo de las necesidades y contingencias fiscales del corto plazo (sin afectar el déficit estructural). También hay una cláusula de escape que permite la suspensión de esta herramienta en el caso de eventos extraordinarios que comprometan la estabilidad macroeconómica del país.