Reservas internacionales en Colombia: ¿en buen nivel?
Las actuales reservas son suficientes para cumplir con los pagos de deuda externa, financiar déficit de la cuenta corriente e importar por 9,5 meses.
Jorge Sáenz V. / @jorges_v
En momentos en que países vecinos afrontan dificultades para enfrentar posibles efectos de choques externos en sus economías, Colombia goza de una situación menos inquietante, sin querer decir que se encuentra blindada. Una de esas armas es el actual nivel de reservas internacionales que, sin ser el óptimo, tranquiliza a las autoridades locales y lleva confianza a los mercados internacionales.
Colombia terminó el año pasado con unas reservas internacionales cercanas a los US$53.144 millones, monto superior en US$4.751 millones al registrado el último día de 2018. El Banco de la República destaca la importancia de contar con un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar salidas de capital y mejorar la confianza en el país. Este momento se complementa con la línea de crédito flexible del FMI reafirmado el 20 de mayo de 2019, por un monto aproximado de US$11.400 millones a un plazo de dos años.
Los analistas locales admiten que el nivel actual de las reservas da tranquilidad a los observadores internacionales del comportamiento de la economía colombiana porque la fortalece y le da armas para atenuar posibles choques externos, sobre todo en un año en el que se esperan convulsiones económicas de efectos impredecibles.
En los años noventa el principal objetivo de las reservas era soportar las transacciones comerciales externas, por lo cual el criterio de suficiencia de las reservas era el número de meses de importaciones que se podían pagar con ellas.
Las reservas internacionales son aquellos “activos externos a disposición inmediata y bajo el control de las autoridades monetarias para satisfacer necesidades de financiamiento de la balanza de pagos, para intervenir en los mercados cambiarios con el fin de influir sobre el tipo de cambio y para otros fines conexos”, explica el Fondo Monetario Internacional, citado en un informe de Fedesarrollo.
“El monto de reservas internacionales con el que actualmente cuenta el país es suficiente para cumplir con las amortizaciones de la deuda externa, financiar el déficit de la cuenta corriente y continuar importando por espacio de 9,5 meses, en el evento extremo de un cierre total de los mercados externos”, precisa el estudio del Banco de la República.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, señala que “las reservas son importantes, porque un nivel adecuado de reservas sirve para proteger la economía ante choques externos, que pueden transmitirse a través de la cuenta corriente o la cuenta de capitales”.
La comparación de estos indicadores con los de otros países de la región, como Brasil, Chile, México y Perú, muestra que Colombia se encuentra en un punto intermedio. “La adecuada liquidez internacional que tiene el país contribuye a aumentar la confianza de los mercados, lo que se refleja en menores primas de riesgo”, sostiene el banco central en su reciente informe al Congreso de la República.
Ese mismo documento sostiene que la estrategia de acumulación de reservas reconoce la importancia de tener un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar salidas de capital del país, las cuales pueden ser provocadas por factores como el deterioro de los términos de intercambio, pánico financiero o crisis financieras en países vecinos.
Mantener un nivel adecuado de reservas internacionales sirve también para mejorar la confianza en el país y para enfrentar una crisis de los mercados externos, admite el Banco de la República.
“Los choques en la cuenta corriente se asocian con reducciones abruptas en las exportaciones que dificultan el financiamiento de las importaciones, mientras que los choques relacionados con la cuenta de capitales provienen de las dificultades de acceder al financiamiento externo, una marcada reducción en la inversión extranjera o egresos de capital tanto externa como de residentes, usualmente relacionados con una mayor percepción de riesgo sobre el país”, dice Mejía.
Composición de las reservas internacionales
En el reciente informe del Emisor, “Administración de las reservas internacionales”, se explica que, a diciembre de 2018, el 87,35 % del portafolio de inversión de esas reservas colombianas se encontraba en dólares estadounidenses, un 6,22 % en dólares australianos, otra porción de 3,06 % en dólares canadienses, un 1,1 % en dólares neozelandeses, el 1,42 % en coronas noruegas y el restante 0,85 % en otras monedas.
El estudio reseña que las reservas internacionales netas totalizaron US$48.392 millones a diciembre de 2018. Y agrega que el principal componente de las reservas internacionales brutas del país es el portafolio de inversión sin oro, con el 94,78 %, es decir, US$45.878 millones. El saldo está distribuido en el FMI y los derechos especiales de giro (DEG), que suman US$1.274 millones y el aporte al Fondo Latinoamericano de Reservas, con US$525 millones. También se suman las inversiones en oro por US$529,3 millones y los aportes al convenio internacional con la Aladi por US$62 millones.
Explica el estudio que “el nivel de las reservas internacionales en dólares fluctúa principalmente por tres factores: intervención en el mercado camtttbiario, variación de las tasas de cambio y rentabilidad”.
Para el director de Fedesarrollo, “los análisis de indicadores de reservas internacionales comparados con la región, como las reservas en meses de importaciones o reservas como porcentaje de M3 (un agregado monetario) o de la deuda externa, permiten afirmar que Colombia tiene indicadores en el promedio de los seis países más grandes de la región, excluyendo a Venezuela. En este sentido, parece que el nivel actual de reservas es el adecuado. Esto, por supuesto, bajo el supuesto de que el país continuará contando con la línea de crédito flexible. De otra manera, el Banco tendría que empezar a reemplazar ese monto para garantizar que las reservas se mantengan en el nivel adecuado”.
En momentos en que países vecinos afrontan dificultades para enfrentar posibles efectos de choques externos en sus economías, Colombia goza de una situación menos inquietante, sin querer decir que se encuentra blindada. Una de esas armas es el actual nivel de reservas internacionales que, sin ser el óptimo, tranquiliza a las autoridades locales y lleva confianza a los mercados internacionales.
Colombia terminó el año pasado con unas reservas internacionales cercanas a los US$53.144 millones, monto superior en US$4.751 millones al registrado el último día de 2018. El Banco de la República destaca la importancia de contar con un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar salidas de capital y mejorar la confianza en el país. Este momento se complementa con la línea de crédito flexible del FMI reafirmado el 20 de mayo de 2019, por un monto aproximado de US$11.400 millones a un plazo de dos años.
Los analistas locales admiten que el nivel actual de las reservas da tranquilidad a los observadores internacionales del comportamiento de la economía colombiana porque la fortalece y le da armas para atenuar posibles choques externos, sobre todo en un año en el que se esperan convulsiones económicas de efectos impredecibles.
En los años noventa el principal objetivo de las reservas era soportar las transacciones comerciales externas, por lo cual el criterio de suficiencia de las reservas era el número de meses de importaciones que se podían pagar con ellas.
Las reservas internacionales son aquellos “activos externos a disposición inmediata y bajo el control de las autoridades monetarias para satisfacer necesidades de financiamiento de la balanza de pagos, para intervenir en los mercados cambiarios con el fin de influir sobre el tipo de cambio y para otros fines conexos”, explica el Fondo Monetario Internacional, citado en un informe de Fedesarrollo.
“El monto de reservas internacionales con el que actualmente cuenta el país es suficiente para cumplir con las amortizaciones de la deuda externa, financiar el déficit de la cuenta corriente y continuar importando por espacio de 9,5 meses, en el evento extremo de un cierre total de los mercados externos”, precisa el estudio del Banco de la República.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, señala que “las reservas son importantes, porque un nivel adecuado de reservas sirve para proteger la economía ante choques externos, que pueden transmitirse a través de la cuenta corriente o la cuenta de capitales”.
La comparación de estos indicadores con los de otros países de la región, como Brasil, Chile, México y Perú, muestra que Colombia se encuentra en un punto intermedio. “La adecuada liquidez internacional que tiene el país contribuye a aumentar la confianza de los mercados, lo que se refleja en menores primas de riesgo”, sostiene el banco central en su reciente informe al Congreso de la República.
Ese mismo documento sostiene que la estrategia de acumulación de reservas reconoce la importancia de tener un nivel adecuado de liquidez internacional para enfrentar salidas de capital del país, las cuales pueden ser provocadas por factores como el deterioro de los términos de intercambio, pánico financiero o crisis financieras en países vecinos.
Mantener un nivel adecuado de reservas internacionales sirve también para mejorar la confianza en el país y para enfrentar una crisis de los mercados externos, admite el Banco de la República.
“Los choques en la cuenta corriente se asocian con reducciones abruptas en las exportaciones que dificultan el financiamiento de las importaciones, mientras que los choques relacionados con la cuenta de capitales provienen de las dificultades de acceder al financiamiento externo, una marcada reducción en la inversión extranjera o egresos de capital tanto externa como de residentes, usualmente relacionados con una mayor percepción de riesgo sobre el país”, dice Mejía.
Composición de las reservas internacionales
En el reciente informe del Emisor, “Administración de las reservas internacionales”, se explica que, a diciembre de 2018, el 87,35 % del portafolio de inversión de esas reservas colombianas se encontraba en dólares estadounidenses, un 6,22 % en dólares australianos, otra porción de 3,06 % en dólares canadienses, un 1,1 % en dólares neozelandeses, el 1,42 % en coronas noruegas y el restante 0,85 % en otras monedas.
El estudio reseña que las reservas internacionales netas totalizaron US$48.392 millones a diciembre de 2018. Y agrega que el principal componente de las reservas internacionales brutas del país es el portafolio de inversión sin oro, con el 94,78 %, es decir, US$45.878 millones. El saldo está distribuido en el FMI y los derechos especiales de giro (DEG), que suman US$1.274 millones y el aporte al Fondo Latinoamericano de Reservas, con US$525 millones. También se suman las inversiones en oro por US$529,3 millones y los aportes al convenio internacional con la Aladi por US$62 millones.
Explica el estudio que “el nivel de las reservas internacionales en dólares fluctúa principalmente por tres factores: intervención en el mercado camtttbiario, variación de las tasas de cambio y rentabilidad”.
Para el director de Fedesarrollo, “los análisis de indicadores de reservas internacionales comparados con la región, como las reservas en meses de importaciones o reservas como porcentaje de M3 (un agregado monetario) o de la deuda externa, permiten afirmar que Colombia tiene indicadores en el promedio de los seis países más grandes de la región, excluyendo a Venezuela. En este sentido, parece que el nivel actual de reservas es el adecuado. Esto, por supuesto, bajo el supuesto de que el país continuará contando con la línea de crédito flexible. De otra manera, el Banco tendría que empezar a reemplazar ese monto para garantizar que las reservas se mantengan en el nivel adecuado”.