Revolución 4.0 no es la causa del desempleo
Según Mariana Viollaz, investigadora del Centro de Política Digital para América Latina (CIDE), es inexacto asegurar que los trabajadores serán reemplazados con las nuevas tecnologías en las industrias. Nuevas ocupaciones y el aumento de la productividad son otras consecuencias de estos avances.
Agencia de Noticias UN - Unimedios
Las estimaciones de que dos tercios de los trabajadores en América Latina enfrentan el riesgo de perder su trabajo en las próximas dos décadas, son inexactas. Así lo aseguró Mariana Viollaz, investigadora del Centro de Política Digital para América Latina (CIDE) en México, durante su intervención en el “Congreso Digitech: Colombia hacia la Industria 4.0 flexible, competitiva y conectada”, organizado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y Corferias.
Al referirse a los cálculos sobre el posible desempleo, señaló que tales cálculos asumen que, por ejemplo, todos los sectores de la economía van a incorporar tecnología en la práctica. Además asumen que los nuevos desarrollos tecnológicos automatizan ocupaciones enteras cuando realmente lo hace con tareas específicas dentro de una ocupación.
Consideraciones de este tipo llevaron a que los primeros cálculos sobre riesgo de automatización en EE. UU. sostuvieran que el 47 % de sus trabajadores podrían perder sus empleos.
Lea también: El mayor desempleo en siete años: muchas preguntas y pocas respuestas
“Con metodologías nuevas y algunos ajustes ese 47 % pasó a ser un 9 %, pero aún así en los debates públicos y medios de comunicación seguimos escuchado la primera cifra”, aseguró la investigadora.
“Aunque hay riesgos asociados con la tecnología, en el mercado del trabajo también se generan efectos positivos y estamos a tiempo de moldearlos para tratar de lograr que estos sean más fuertes que los negativos”, precisó.
La experta argentina señaló que para estimar el impacto total que puede generar –y está generando– la incorporación de nuevas tecnologías en las industrias, se debe considerar no solo la potencial automatización de ciertas funciones con la integración de máquinas y dispositivos que puedan reemplazar el trabajo de las personas, sino también aspectos como la reincorporación de trabajadores por la creación de nuevas ocupaciones en las que estos tienen ventajas comparativas.
“Pensando en ejemplos modernos, podrían ser los desarrolladores de software o los community managers. Una manera de ver cómo este efecto tiene lugar en la práctica es si pensamos en las revoluciones tecnológicas previas; si solo se hubiera dado un efecto de automatización deberíamos estar viendo caídas permanentes en la tasa de empleo, y eso no ocurre”, comentó la investigadora.
Mayor productividad
Junto a la automatización y la reincorporación, la experta habló de un aumento en la productividad como un posible tercer efecto de la llegada de las nuevas tecnologías que caracterizan la Revolución 4.0, lo que llevaría a un aumento en los ingresos de las poblaciones y a una mayor demanda de bienes y servicios de la economía, en un círculo que además incrementaría la demanda de trabajo.
Considerando estos tres aspectos, para la conferencista invitada el panorama no resulta desalentador: “en el debate público tendemos a poner el foco en el efecto de la automatización, en el desplazamiento, y descomponer el tema de esta manera es útil porque nos permite darnos cuenta de que si queremos que la tecnología no termine desplazando trabajadores, una buena manera sería orientar los incentivos a desarrollos que tengan un componente fuerte de reinserción y de aumento de productividad”, declaró.
Retos de la Industria 4.0
El Congreso, que se desarrolla en el auditorio principal de Corferias hasta mañana 20 de septiembre, cuenta con la participación de algunos de los profesionales e investigadores más influyentes y reconocidos en temáticas como internet de las cosas, manufactura aditiva, machine learning, y políticas públicas en la era 4.0.
La apertura del evento contó con la participación del profesor Jaime Franky, vicerrector de la UNAL Sede Bogotá, quien manifestó que este evento forma parte de la Iniciativa 4.0 de la Universidad, la cual tiene como propósito central promover que en el país se tome en serio esta revolución mundial y deje de ser un lugar común asociado a la ciencia ficción.
Además señaló la importancia de que en el país se empiecen a desarrollar capacidades locales para enfrentar los retos y desafíos que representan las nuevas tecnologías.
Las estimaciones de que dos tercios de los trabajadores en América Latina enfrentan el riesgo de perder su trabajo en las próximas dos décadas, son inexactas. Así lo aseguró Mariana Viollaz, investigadora del Centro de Política Digital para América Latina (CIDE) en México, durante su intervención en el “Congreso Digitech: Colombia hacia la Industria 4.0 flexible, competitiva y conectada”, organizado por la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y Corferias.
Al referirse a los cálculos sobre el posible desempleo, señaló que tales cálculos asumen que, por ejemplo, todos los sectores de la economía van a incorporar tecnología en la práctica. Además asumen que los nuevos desarrollos tecnológicos automatizan ocupaciones enteras cuando realmente lo hace con tareas específicas dentro de una ocupación.
Consideraciones de este tipo llevaron a que los primeros cálculos sobre riesgo de automatización en EE. UU. sostuvieran que el 47 % de sus trabajadores podrían perder sus empleos.
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“Con metodologías nuevas y algunos ajustes ese 47 % pasó a ser un 9 %, pero aún así en los debates públicos y medios de comunicación seguimos escuchado la primera cifra”, aseguró la investigadora.
“Aunque hay riesgos asociados con la tecnología, en el mercado del trabajo también se generan efectos positivos y estamos a tiempo de moldearlos para tratar de lograr que estos sean más fuertes que los negativos”, precisó.
La experta argentina señaló que para estimar el impacto total que puede generar –y está generando– la incorporación de nuevas tecnologías en las industrias, se debe considerar no solo la potencial automatización de ciertas funciones con la integración de máquinas y dispositivos que puedan reemplazar el trabajo de las personas, sino también aspectos como la reincorporación de trabajadores por la creación de nuevas ocupaciones en las que estos tienen ventajas comparativas.
“Pensando en ejemplos modernos, podrían ser los desarrolladores de software o los community managers. Una manera de ver cómo este efecto tiene lugar en la práctica es si pensamos en las revoluciones tecnológicas previas; si solo se hubiera dado un efecto de automatización deberíamos estar viendo caídas permanentes en la tasa de empleo, y eso no ocurre”, comentó la investigadora.
Mayor productividad
Junto a la automatización y la reincorporación, la experta habló de un aumento en la productividad como un posible tercer efecto de la llegada de las nuevas tecnologías que caracterizan la Revolución 4.0, lo que llevaría a un aumento en los ingresos de las poblaciones y a una mayor demanda de bienes y servicios de la economía, en un círculo que además incrementaría la demanda de trabajo.
Considerando estos tres aspectos, para la conferencista invitada el panorama no resulta desalentador: “en el debate público tendemos a poner el foco en el efecto de la automatización, en el desplazamiento, y descomponer el tema de esta manera es útil porque nos permite darnos cuenta de que si queremos que la tecnología no termine desplazando trabajadores, una buena manera sería orientar los incentivos a desarrollos que tengan un componente fuerte de reinserción y de aumento de productividad”, declaró.
Retos de la Industria 4.0
El Congreso, que se desarrolla en el auditorio principal de Corferias hasta mañana 20 de septiembre, cuenta con la participación de algunos de los profesionales e investigadores más influyentes y reconocidos en temáticas como internet de las cosas, manufactura aditiva, machine learning, y políticas públicas en la era 4.0.
La apertura del evento contó con la participación del profesor Jaime Franky, vicerrector de la UNAL Sede Bogotá, quien manifestó que este evento forma parte de la Iniciativa 4.0 de la Universidad, la cual tiene como propósito central promover que en el país se tome en serio esta revolución mundial y deje de ser un lugar común asociado a la ciencia ficción.
Además señaló la importancia de que en el país se empiecen a desarrollar capacidades locales para enfrentar los retos y desafíos que representan las nuevas tecnologías.