Ropa de segunda: otra manera de comprar moda en Colombia

Una investigación de 2017 de la Fundación Ellen MacArthur reveló que a nivel global menos del 1 % de los materiales usados en la producción de ropa se recicla en nuevas prendas, lo que implica una pérdida de más de US$100.000 millones al año en materiales.

Una investigación de 2017 de la Fundación Ellen MacArthur reveló que a nivel global menos del 1 % de los materiales usados en la producción de ropa se recicla en nuevas prendas, lo que implica una pérdida de más de US$100.000 millones al año en materiales.

De acuerdo con GoTrendier, el mercado mundial de moda usada experimentará un boom en los próximos años impulsado por los centennials, una generación comprometida con el medioambiente. Se calcula que para 2025 el mercado second hand duplicará su tamaño y para 2030 superará en volumen al fast fashion.

Christian Acquista, experto en tendencias de WGSN, asegura que en América Latina se ha visto un gran avance en el interés de las empresas por crear productos con mayor tiempo de vida y pensados para una economía circular. Así como un crecimiento de tiendas estilo vintage, que ayudan a dar una segunda oportunidad a las prendas. “Estas estrategias más circulares se irán ampliando progresivamente”, dice.

La industria de la moda aún no ha adaptado la economía circular porque se requiere de un “proceso de educar a los clientes e ir desarrollando estrategias que permitan dar a conocer los beneficios que esta economía trae, la pandemia también retrasó estas iniciativas y se necesita un cambio de mentalidad en los empresarios y consumidores”, cuenta la experta.

El gran reto al que se enfrentará Latinoamérica, según la experta, es que tenemos un esquema de moda rápida en el que el consumo sin medida es el “protagonista”, lo que genera grandes ganancias para las empresas. “Implantar este cambio en nuestras compras provocará un cambio en el ingreso económico y no muchas empresas estarán de acuerdo. Por esto, es importante planear de manera inteligente cómo llevaremos estos esquemas a las grandes corporaciones para poder seguir siendo rentables, pero conscientes de los requerimientos a nivel mundial, ámbito en el que reusar, reducir y reciclar será la base de la nueva economía”, asegura Acquista.

Hablamos con Ana Jiménez, country manager de GoTrendier, sobre la aplicación para comprar ropa de segunda que ya cuenta con más de 1.500.000 de usuarias en Colombia. Además, es la 5 aplicación más descargada en el país, según la empresa.

¿Qué es GoTrendier?

GoTrendier es un marketplace de compra y venta de moda usada para mujeres. Lo que hacemos es que a través de la app ponemos en contacto a compradoras y vendedoras para que puedan vender aquellas prendas que no están utilizando y comprar prendas a muy buen precio. Con estos dos gestos, estamos cambiando la forma de consumir moda para que las mujeres lo hagan de una forma mucho más sostenible y social porque alargamos la vida útil de las prendas. Esto tiene un impacto ambiental muy importante.

No hay nada más sostenible que aquello que ya existe. El problema con la moda es que tenemos un modelo de comprar, usar y tirar, que es lo que propone el fast fashion.

Lea también: Conozca la iniciativa de moda sostenible de Claudia Bahamón

¿En qué consiste su modelo de negocio?

Cambiamos el modelo de comprar, usar y tirar por uno en el que se puedan utilizar las prendas mucho más tiempo cambiando de mano de una forma escalable y masiva. La aplicación la lanzamos hace cinco años en México y hace cuatro en Colombia. Contamos con más de seis millones de usuarias entre ambos países. Solo en Colombia contamos con más de un millón y medio de usuarias.

¿Cómo ha sido la acogida de las colombianas?

El marketplace es para ropa de mujer. La acogida ha sido buenísima. Hemos tenido un crecimiento exponencial. Pese a que sea es de segunda mano y a que culturalmente no estamos en un país en el que lo vintage esté muy incorporado, es precisamente por la dualidad que tiene la plataforma, en la que las mujeres pueden ser vendedoras y compradoras, que nos ha ido tan bien.

¿Por qué cree que las mujeres que se inscriben comienzan vendiendo y terminan comprando?

Las mujeres utilizamos el 20 % de nuestros armarios y la otra parte que no estamos usando está en buen estado y puede suponer un ingreso extra. Cuando nosotras, como vendedoras, hacemos ese ejercicio de empezar a publicar nuestras prendas, vemos que hay otras mujeres que hacen lo mismo y que tienen prendas que son increíbles y a muy buen precio. Es muy atractivo. Sólo en Colombia se publican más de cinco mil prendas cada día así que es casi imposible que no haya algo de nuestra talla o de nuestro estilo que nos pueda gustar.

Muchas amantes de la moda compran por tendencia, se ponen las prendas una sola vez y luego las revenden, ¿cómo controlan ese consumo en la aplicación?

El 98 % de nuestras vendedoras son particulares, es decir son personas que no se dedican profesionalmente a comprar y a vender, sino que son mujeres de a pie que tienen ropa que no utilizan.

Moda sostenible: el reto de la industria textil en Colombia

¿Cómo invitan a las compradoras a no comprar por comprar?

Estamos trabajando en informar en cada prenda cuál es el impacto ambiental que tiene y cuál es el ahorro ambiental que hacen cuando compran usado. Muchas veces como consumidores compramos sin tener la conciencia de qué impacto tiene y solamente miramos el precio, pero el costo de las prendas es mucho más elevado si tenemos en cuenta que, por ejemplo, para crear unos jeans se gastan hasta diez mil litros de agua. Cuando uno empieza a tener esas cifras en la cabeza es mucho más consciente para reparar, cuidar y comprar prendas que sean más durables.

¿Cómo funciona la aplicación?

Cuando las usuarias se registran, crean su perfil y tienen su closet virtual. En ese momento, pueden empezar a elegir las prendas que quieran vender. Recomendamos subir de a cuatro fotos por prenda, ponerle un título específico y una descripción detallada de cómo está la prenda, cómo se utiliza y las medidas para que la compra se haga más rápida.

Cuando se publica la prenda, las interesadas comienzan a preguntar y a ofertar. En el momento en que se cierra la venta y se realiza la compra a través de la aplicación, GoTrendier retiene ese dinero mientras que la vendedora envía el producto y le llega a la compradora.

La compradora tiene 48 horas para decir si tiene algún problema, pero si todo está bien liberamos el dinero y ahí la vendedora lo recibe. Si tienen algún problema con la compra o la vendedora, las usuarias pueden notificar. Si reciben algo distinto, devolvemos el dinero y penalizamos a la compradora. Tenemos la suerte de tener una comunidad muy sana.

También somos muy estrictos con el tema de la protección a los creadores, es decir, todo lo que sean replicas o imitaciones no está permitido en plataforma.

¿Qué tipo de productos se pueden vender?

No tenemos restricción con marcas. Se puede vender cualquier prenda y accesorios de mujer, como bolsos y zapatos.

¿Quiénes crearon la plataforma?

Los fundadores son cuatro chicos españoles que lanzaron la idea en México. Ellos vieron una necesidad en sus casas con sus novias, madres y hermanas, quienes tenían muchísima ropa que no estaban utilizando. Por otro lado, era el boom de la economía colaborativa y salieron muchas plataformas con el concepto de “lo que yo tengo disponible y no lo estoy utilizando, lo pongo a disposición de otra persona que sí lo pueda usar”. También vieron en la venta de ropa de segunda una solución para mitigar el problema ambiental de la industria de la moda.

¿Cuánto esperan crecer en Colombia?

Desde que iniciamos, tanto en México como en Colombia, estamos creciendo a tres dígitos, más de un 100 % cada año. El objetivo para el próximo año es seguir con el mismo ritmo de crecimiento acelerado. Para nosotros es muy importante ser masivos porque sólo siendo así vamos a lograr generar un impacto. Vamos a poner nuestro grano de arena para conseguir que la industria de la moda sea mejor.

¿Cómo les fue en 2020 con la pandemia?

En 2020 vs. 2019 vimos un crecimiento más fuerte que el resto de años, casi cuadruplicamos las cifras. Se debe a que el boom de las compras en línea nos favoreció y a que en tiempos de crisis la ropa de segunda se pone más atractiva para el consumidor.