¿Sabía que empresas pueden pedir números de tarjetas y códigos de seguridad por teléfono?
El Espectador hizo el ejercicio de consultar con las autoridades si es legal que una compañía solicite vía telefónica números de tarjetas de crédito con sus respectivos códigos de seguridad. La respuesta fue que, efectivamente, lo pueden hacer.
Diego Ojeda /@diegoojeda95.
Robar, estafar o defraudar a una persona no es una actividad novedosa. Recientemente la Fiscalía dio a conocer el modus operandi con el cual una banda conseguía robar a pensionados en Bogotá. Les ofrecían ayuda al momento de realizar una transacción para luego quedarse con la tarjeta y a cambio darles otra inservible.
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El anterior es solo uno de los muchos ejemplos de fraude en el país, por lo general, los delincuentes siempre encuentran una manera para engañar a sus víctimas consiguiendo a cambio datos sensibles como números de tarjetas de crédito, códigos de seguridad y fechas de vencimiento ¿qué precauciones se deben tener al momento de saber que una empresa puede legalmente pedir este tipo de información al teléfono?
El Espectador pudo comprobar esa realidad al recibir la denuncia de un ciudadano quien dijo haber recibido la llamada de una agencia de viajes que le prometía beneficios para adquirir un viaje por crucero. En una grabación que esta persona compartió a este medio se evidencia cómo la asesora que le estaba presentando la oferta le pedía el número de su tarjeta de crédito, el código de seguridad de la misma y su respectiva fecha de vencimiento.
“Hoy pagarías $6.000.000 si viajas en agosto, eso sería una reserva. Para julio ya debería estar todo pago”, se le escucha decir a la asesora en medio de la conversación.
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Este medio, una vez verificó la existencia de dicha empresa, se puso en contacto con la persona que vía telefónica presentó la oferta y pidió esos datos sensibles. La asesora aseguró que, efectivamente, como compañía habían solicitado dicha información a su cliente.
Posteriormente, como cualquier otro ciudadano, se contactó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), entidad responsable de la protección de los datos personales en el país. La consulta fue si es permitido que una empresa pida este tipo de información vía telefónica a sus clientes, la respuesta fue positiva, esta no es una práctica ilegal.
De igual forma, la asesoría recibida de parte de la Asociación Colombiana de Viajes y turismo (Anato), verificó que como agremiación no influyen en las propuestas comerciales que independientemente hacen las agencias de viajes. No obstante, recomiendan, al igual que la SIC, abstenerse de suministrar este tipo de datos vía telefónica.
Ambas entidades recomiendan que, si una persona recibe este tipo de llamadas, lo más prudente es cerciorarse que efectivamente la empresa existe y ofrece dicha promoción. Esto se puede hacer buscando el sitio web oficial de la compañía o consultando con las autoridades en las que deberían tener un registro tales como superintendencias y cámaras de comercio.
Pero esto no es suficiente, tanto la asesoría de Anato como la de la SIC concuerdan en que este tipo de información, de llegar el usuario a estar de acuerdo en suministrarla, no debería ser entregada por teléfono sino de manera presencial. Afirman que es una buena práctica dirigirse hasta las oficinas de la compañía que ofrece las promociones.
Ante este escenario, en el cual muchos estafadores pueden ampararse bajo esa legalidad que les permitiría robar a sus víctimas vía telefónica utilizando una empresa legalmente constituida como fachada, no queda mejor práctica que ser precavido, no creer en todo lo que dicen y siempre verificar si de eso tan bueno sí dan tanto.
Robar, estafar o defraudar a una persona no es una actividad novedosa. Recientemente la Fiscalía dio a conocer el modus operandi con el cual una banda conseguía robar a pensionados en Bogotá. Les ofrecían ayuda al momento de realizar una transacción para luego quedarse con la tarjeta y a cambio darles otra inservible.
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El Espectador pudo comprobar esa realidad al recibir la denuncia de un ciudadano quien dijo haber recibido la llamada de una agencia de viajes que le prometía beneficios para adquirir un viaje por crucero. En una grabación que esta persona compartió a este medio se evidencia cómo la asesora que le estaba presentando la oferta le pedía el número de su tarjeta de crédito, el código de seguridad de la misma y su respectiva fecha de vencimiento.
“Hoy pagarías $6.000.000 si viajas en agosto, eso sería una reserva. Para julio ya debería estar todo pago”, se le escucha decir a la asesora en medio de la conversación.
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Este medio, una vez verificó la existencia de dicha empresa, se puso en contacto con la persona que vía telefónica presentó la oferta y pidió esos datos sensibles. La asesora aseguró que, efectivamente, como compañía habían solicitado dicha información a su cliente.
Posteriormente, como cualquier otro ciudadano, se contactó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), entidad responsable de la protección de los datos personales en el país. La consulta fue si es permitido que una empresa pida este tipo de información vía telefónica a sus clientes, la respuesta fue positiva, esta no es una práctica ilegal.
De igual forma, la asesoría recibida de parte de la Asociación Colombiana de Viajes y turismo (Anato), verificó que como agremiación no influyen en las propuestas comerciales que independientemente hacen las agencias de viajes. No obstante, recomiendan, al igual que la SIC, abstenerse de suministrar este tipo de datos vía telefónica.
Ambas entidades recomiendan que, si una persona recibe este tipo de llamadas, lo más prudente es cerciorarse que efectivamente la empresa existe y ofrece dicha promoción. Esto se puede hacer buscando el sitio web oficial de la compañía o consultando con las autoridades en las que deberían tener un registro tales como superintendencias y cámaras de comercio.
Pero esto no es suficiente, tanto la asesoría de Anato como la de la SIC concuerdan en que este tipo de información, de llegar el usuario a estar de acuerdo en suministrarla, no debería ser entregada por teléfono sino de manera presencial. Afirman que es una buena práctica dirigirse hasta las oficinas de la compañía que ofrece las promociones.
Ante este escenario, en el cual muchos estafadores pueden ampararse bajo esa legalidad que les permitiría robar a sus víctimas vía telefónica utilizando una empresa legalmente constituida como fachada, no queda mejor práctica que ser precavido, no creer en todo lo que dicen y siempre verificar si de eso tan bueno sí dan tanto.