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Después de un mes de negociaciones, empresarios y sindicatos no lograron ponerse de acuerdo en el alza del mínimo para 2024, por lo que este aumento tendrá que ser decretado por el Gobierno. Así las cosas, se rompe una racha de dos negociaciones consecutivas (2022 y 2021) en las que se había podido llegar a una concertación.
“El Comando Nacional Unitario, conformado por las Centrales Sindicales CUT, CGT y CTC y las Confederaciones de Pensionados CDP y CPC, lamentan la culminación sin ningún acuerdo de las reuniones de la Comisión Nacional de Concertación para buscar un incremento del salario mínimo para el año 2024″, señalaron en un comunicado las centrales obreras mencionadas.
Desde 2014, el salario ha sido concertado para los aumentos de 2018 y 2019 (pero en ambas ocasiones sin consenso de la CUT) y para los de 2022 y 2023. Aunque, históricamente, desde finales de los años 90, la mayoría de las veces ha debido ser decretado por el Gobierno.
A través de un comunicado, las centrales obreras reconocieron los esfuerzos del Ministerio del Trabajo por acercar a las partes, “sin embargo primaron los intereses del empresariado por mantener los privilegios de los que gozan”.
“A pesar de los múltiples esfuerzos, especialmente realizados por el Gobierno Nacional, para hacerle entender al empresariado la necesidad de un buen incremento, no se llegó a ningún acuerdo. Los empresarios siguen pensando en sus innumerables privilegios que han acumulado en estos 33 años de gobiernos proempresariales y no entienden la importancia del esfuerzo de los trabajadores en la riqueza nacional”, dijo Fabio Arias Giraldo, presidente de la CUT.
Cabe resaltar que el presidente de la República, Gustavo Petro, convocó a una rueda de prensa en las próximas horas, donde posiblemente hará el anuncio oficial del alza del salario mínimo para 2024.
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Una distancia insalvable
La distancia que separaba a los empresarios y a las centrales obreras era amplia, pues estas últimas habían pedido un incremento de 18 % en el mínimo para 2024.
La propuesta de los sindicatos, además de no ser bien recibida en general, no obtuvo una respuesta unificada y oficial por parte de los empresarios.
Un alza de 18 %, tanto para empresarios, como analistas, era extremadamente alta, si se tiene en cuenta que la inflación proyectada para este año se estima entre 9,4 % y 9,8 %, según las proyecciones del Banco de la República.
En 2023, el IPC llegó a 13,12 % y el alza del salario se determinó el año pasado en 16 %. Eso quiere decir que, con cuatro puntos menos de IPC, los sindicatos pedían un alza de dos puntos más por encima de lo acordado en 2023.
Al coro de voces que pedía mesura con el alza en el mínimo se sumó la semana pasada el Banco de la República, que en su más reciente decisión sobre tasas de interés hizo un “llamado a la cautela” para que el “aumento no exceda de forma significativa la variación anual del índice de precios al consumidor en 2023. Lo anterior teniendo en cuenta las ganancias en poder adquisitivo que se obtuvieron en 2023 y que se esperan en 2024 como resultado de la caída prevista de la inflación”.
En las minutas de esta última reunión, el Emisor dejó claro que el incremento del salario mínimo es una de sus principales preocupaciones de cara a la lucha contra la inflación.
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