El próximo 28 de noviembre de 2023 será una fecha clave para la definición del salario mínimo vigente para el próximo año. De acuerdo con el Ministerio de Trabajo, ese día se dará inicio al proceso de negociación en el que participará el Gobierno, trabajadores, sindicatos y empresarios.
La cartera precisó que al 30 de diciembre ya se sabrá el incremento que tendrá el salario mínimo para el 2024, pues ese día se emitirá el decreto que reglamentará dicha alza.
“Tendremos la posibilidad de escuchar la propuesta de los empresarios, sus análisis, lo mismo la de los trabajadores, llevaremos la academia y desde luego el Gobierno también hará sus análisis y desde allí esperamos concertar un salario mínimo que nos permita mantener el valor adquisitivo que este año ha sido una muy buena apuesta y avanzar para que efectivamente Colombia no sea tan impactada ni por la inflación ni por las tasas de interés”, señaló la funcionaria.
Si bien el Gobierno tiene la intención de llegar a un acuerdo, la negociación del salario mínimo suele ser complicada, por decir lo menos, y este año hay tensiones macroeconómicas que las partes deberán sopesar.
Alta inflación
“Todo está caro” es el mantra que muchos colombianos han repetido todo este año y con mucha razón.
El mandato de la Corte Constitucional señala que la negociación del salario mínimo debe tener en cuenta factores como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice de Productividad y la contribución de los salarios al ingreso nacional.
Pero, más allá de las cifras frías, este 28 de noviembre las partes deberán tener algo muy claro: si bien la inflación actual es menor a la de 2022, los precios al consumidor siguen muy altos y los colombianos han perdido poder adquisitivo. Es decir, hoy sus ingresos les alcanzan para menos productos o servicios.
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Desde hace más de 20 años el poder adquisitivo de los trabajadores no se veía tan castigado por la inflación, que con corte a septiembre de 2023 alcanzó un 10,99 % en su variación anual. Dejando a un lado la estacionalidad, podría decirse que de los $1.160.000 que se concertaron como salario mínimo para 2023, la inflación ya les quitó unos $127.000 aproximadamente.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo explicó que las medidas tomadas por el Gobierno (como la desindexación de muchos productos al salario mínimo) han logrado mantener un incremento real de más del 4 % en el salario mínimo. Mientras que en 2022 esta cifra fue negativa y afectó el bolsillo de los colombianos.
“Por eso hoy todavía tenemos un valor adquisitivo protegido y esperamos que esta experiencia tan buena de la mesa de concertación, que fue unánime, podamos trabajarla para el próximo año”, señaló la ministra.
En general, las previsiones indican que la inflación cerrará el año en niveles cercanos al 10 %, menos que el 12,53 % que alcanzó en noviembre de 2022. Sin embargo, la cifra sigue siendo muy alta, teniendo en cuenta que la meta del Banco de la República es del 3 %.
“Trabajamos con la estadística de la inflación del 30 de noviembre, pero desde luego empezaremos antes para ir haciendo con la mesa de concertación los estudios preliminares, que nos permitan tener unas reflexiones mucho más profundas”, dijo la ministra de Trabajo.
Tasas de interés
Las tasas de interés juegan un rol importante en toda la economía, desde las decisiones de empresarios hasta las posibilidades de compra diarias de las personas.
Piense en una serie de dominós: el primer dominó es el Banco de la República, que decide si suben o bajan las tasas de interés en Colombia. A partir de ahí, se desprende una cadena que termina en los precios del supermercado o en la oficina de créditos hipotecarios de un banco.
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El pasado martes 31 de octubre, la junta directiva del Banco de la República decidió, nuevamente, dejar sus tasas de interés en 13,25 %, es decir, mantenerlas sin cambios.
Las tasas del Banco de la República hay que leerlas en clave de inflación. O sea, un asunto va de la mano del otro.
El Banrep es llamado el “banco de bancos” porque la entidad le presta dinero a los demás actores del sistema financiero. Y, entre otros factores, es por este papel que sus tasas de interés terminan siendo claves para toda la economía: si el Emisor sube su tasa de interés, los demás bancos verán una presión financiera para prestarle a los ciudadanos y empresas a mayores tasas también.
La pausa por la que se ha decantado el Banco refleja el ritmo actual de la inflación, que acumula cinco meses de bajas constantes, aunque no tan profundas como se desearía (o como se necesita)
Y es que, durante el anuncio de este martes, el gerente del Banrep enfatizó en la preocupación que tiene la entidad por las pérdidas que causa la inflación en el ingreso real de los hogares, sobre todo los más pobres, así como por el impacto negativo que tiene la inflación en el crecimiento económico y el empleo en el mediano y largo plazo.
Además de definir el salario que devengará la mayoría de los trabajadores colombianos, las partes involucradas en la negociación están definiendo la unidad de medida sobre la cual se establecen cobros, tarifas, sanciones y precios de muchos bienes y servicios.
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