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Este martes, 24 de diciembre, el Gobierno Nacional decretó un aumento del 9,5 % en el salario mínimo para 2025, que quedó en $1.423.500, con un subsidio de transporte de $200.000. La decisión se tomó luego de semanas de negociación sin lograr un acuerdo entre empresarios y centrales obreras.
La ministra de Trabajo, Gloría Inés Ramírez, explicó que la cifra, pese a ser decretada, fue resultado de 2 encuentros de la subcomisión de productividad y alrededor de 15 bilaterales.
“Como no fue posible llegar a un acuerdo, se expidió el decreto teniendo en cuenta: el índice de inflación, el factor de la productividad, la contribución de los salarios al PIB y la productividad por hora trabajada”, explicó la ministra Ramírez.
El incremento del 9,5 % en la prestación que recibirán cerca del 10 % de los trabajadores en Colombia a partir de este 1 de enero generó diversas opiniones.
Por un lado, los sindicatos celebraron la medida como un avance para los trabajadores, mientras que los gremios empresariales y analistas económicos alertaron sobre posibles riesgos para la economía formal, el empleo y la inflación.
Rodolfo Correa, presidente de ACOPI (la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), quien participó en la mesa concertación del salario mínimo, calificó el aumento como un “reto económico para el país, en especial para los pequeños y medianos empresarios”.
En palabras de Correa, “el aumento del 9,54 % del salario mínimo para 2025 está por fuera del presupuesto de los pequeños y medianos empresarios de Colombia. Dificulta el cumplimiento de la meta inflacionaria y pone en aprietos la economía nacional y el presupuesto del Estado”, afirmó.
Empresarios reaccionaron al aumento del 9,5 %
Desde el sector empresarial, Jaime Alberto Cabal, presidente de FENALCO, expresó su preocupación por el impacto de este incremento. “Con esta decisión, el presidente Petro no solo pone en riesgo la viabilidad de cientos de micro, medianas y pequeñas empresas, sino que afecta la generación de nuevos empleos, arriesga los puestos de trabajo que ya existen y fomenta la informalidad”, afirmó.
A su turno, Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), se refirió a través de su cuenta de X al salario mínimo de 2025 y calificó la decisión en torno a esta prestación como “populista”.
“Las decisiones populistas terminan siendo fiesta de pocos días y hambre hacia el futuro. Casi siempre se trata de hacer anuncios que mucha gente puede celebrar, pero terminan generando inmensos costos para toda la sociedad, especialmente para los más vulnerables”, advirtió.
Las decisiones populistas terminan siendo fiesta de pocos días y hambre hacia el futuro.
— Bruce Mac Master (@BruceMacMaster) December 24, 2024
Casi siempre se trata de hacer anuncios que mucha gente puede celebrar pero termina en generando inmensos costos para toda la sociedad en el futuro especialmente para los más vulnerables.…
Y Javier Díaz, presidente de Analdex, señaló que el incremento podría generar más inflación y dificultar la reducción de tasas de interés.
“Es muy alto el incremento cuando la inflación causada está en el 5,21 %. Esto castigará a la economía formal, al empleo formal y llevará a que la economía tenga una mayor inflación el año entrante y a que las tasas de interés no bajen tan rápido como se quería. Realmente es muy grave lo que acaba de hacer el Gobierno”, dijo.
Las implicaciones de un salario mínimo “alto”
El presidente de la República, Gustavo Petro, dijo este martes que, si bien el aumento decretado del salario mínimo para 2025 será del 9,54 %, el crecimiento real de esta prestación será de 6,54 %, teniendo en cuenta que la inflación podría cerrar en 2025 en un 3 %.
“Dice el empresariado grande de Colombia, reunido en la ANDI, en la SAC, que si yo crezco el salario mínimo se desploma la economía nacional. Eso no es cierto”, indicó el mandatario, quien destacó la senda de crecimiento que ha registrado la economía nacional en los últimos años.
Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, resaltó que el incremento es uno de los más altos del siglo en términos reales, pero advirtió sobre sus implicaciones: “Al encarecer sustancialmente el costo del empleo formal, inducirá aún más la contratación informal, especialmente en las microempresas. Además, presionará al alza la inflación, retrasando la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República”.
Por su parte, Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), uno de los sindicatos que hizo parte de las negociaciones en torno al salario mínimo, destacó el ajuste como una victoria para los trabajadores. “Es una cifra realmente importante y significativa, una forma de ir reduciendo la grave brecha salarial que los gobiernos neoliberales y proempresariales nos dejaron anteriormente. Nos parece un buen resultado, un buen incremento y, obviamente, es un esfuerzo que hemos hecho los trabajadores”, señaló.
El incremento del salario mínimo comenzará a regir el 1 de enero de 2025. Su impacto será monitoreado de cerca en los próximos meses, especialmente en el mercado laboral, la inflación y la formalización de empleo en Colombia. Mientras tanto, el debate sigue abierto entre quienes ven en la medida un avance social y quienes temen un encarecimiento de los costos laborales de cara al próximo año.
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