¿Se debe aumentar el endeudamiento del Gobierno?

Aunque haya varios sectores que necesitan billonarios recursos, y la economía tenga buenas perspectivas, analistas advierten que no es momento para hacer más emisiones de deuda. Indican que es prioridad mantener la regla fiscal para mantener la inversión.

Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.
17 de octubre de 2018 - 02:00 a. m.
Antes del 20 de octubre, el Congreso debe aprobar el presupuesto del 2019. / Getty Images.
Antes del 20 de octubre, el Congreso debe aprobar el presupuesto del 2019. / Getty Images.
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Los más de $18 billones que piden los estudiantes para la educación superior, los $76 billones en los que estaría desfinanciada la implementación de los Acuerdos de Paz, según la Contraloría, y los más de $5 billones del déficit de la salud son tan solo una muestra de los cuantiosos recursos que piden diferentes sectores al Gobierno colombiano. Aunque siempre ha habido este tipo de peticiones, la coyuntura actual es especial, debido a que por primera vez en más de cuatro años las perspectivas económicas del país son muy alentadoras: se espera mayor crecimiento y mayores ingresos fiscales por cuenta de los mejores precios del crudo. (Lea ¿Volvieron las cuentas alegres con el petróleo?)

Pero este optimismo no implica una inyección inmediata de más recursos. De hecho, el proyecto de ley del presupuesto, que debe ser aprobado antes del 20 de octubre, definió desde hace varios meses en $259 billones el monto con el que funcionará el Gobierno durante 2019. Por esto la verdadera tentación que genera esta situación de buenas proyecciones económicas y altas necesidades de gasto es la de considerar ajustes a los planes de endeudamiento del país.

¿Hay espacio para endeudarse?

Desde 2012, lo que ha venido respondiendo esta pregunta es la regla fiscal, un parámetro de sostenibilidad que fija un límite al déficit fiscal (cuando los gastos del Gobierno son mayores que los de sus ingresos). En 2018, este indicador se fijó en 3,1 como porcentaje del PIB, pero en 2019 se espera que llegue a 2,4 % del PIB. El objetivo es que siga bajando en los siguientes años, hasta que en 2025 se encuentre en 1,1 % del PIB.

Si bien esta senda bajista en el déficit no imposibilita necesariamente la emisión de más deuda, por lo menos cuestiona su conveniencia. Además, hay que considerar que la deuda como porcentaje del PIB se encuentra en más del 40 % , niveles que para el país siempre fueron altos, aun cuando no se tenía el grado de inversión.

Asimismo, Juan David Ballén, jefe de investigaciones económicas de Casa de Bolsa, advierte que “aunque se quiera emitir más bonos de deuda (TES), no significa que haya quien los compre. En los últimos años, los inversionistas internacionales han sido los principales compradores de TES, pero en los últimos meses han bajado de manera importante su nivel de compra. De manera que si lo que se busca es aumentar el gasto, es mejor estudiar otras opciones para financiar ese déficit fiscal. Se debe considerar, por ejemplo, el endeudamiento con multilaterales, es decir, pedir préstamos a bancos privados”.

¿Es necesario?

Ya habría billonarios recursos para redistribuir gasto por medio de una táctica de deuda que implementó el Gobierno hace un par de semanas. No fue la emisión de bonos, sino un canje de $12,3 billones en moneda local y US$1.000 millones en moneda extranjera. Lo que hizo el Ministerio de Hacienda fue ofrecerles a los tenedores de los bonos que se vencían en 2019 (que tocaba pagar en 2019) nuevos papeles con plazo mayor (entre 2022-2035). De esta manera se prorroga el saldo de estos compromisos a cambio de pagarles intereses por más tiempo a los acreedores, lo que les da más oxígeno a las finanzas colombianas.

Sergio Olarte, director de macroeconomía para BTG Colombia, explica que “el canje solo es posible cuando hay confianza en el Gobierno y en la economía colombiana. No significa que haya más recursos, sino que se postergaron obligaciones para redirigir el gasto que iba al pago de deuda a otros sectores, como el de educación. Es una táctica que permite priorizar recursos hacía las actividades que más lo necesitan sin necesidad de hacer más emisiones. Y no necesariamente es una apuesta riesgosa: si se usan correctamente esos recursos para impulsar la economía, este mejor crecimiento beneficiará el recaudo del Gobierno, por lo que estos mayores recursos para la nación permitirán enfrentar de manera sostenible las obligaciones que se postergaron”.

¿Más deuda es conveniente?

Olarte asegura que “en el mundo entero se está viviendo un ciclo en el que los inversionistas están castigando los malos indicadores económicos y premiando los buenos. Es por esto que hay incentivos para que el Gobierno cumpla su regla fiscal, pues de esta manera se logra mantener y atraer los capitales hacia Colombia. Lo importante es entender que el Gobierno tiene una restricción presupuestaria y deberá tener prudencia en su tarea de satisfacer tantas necesidades de gasto”.

Por Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.

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