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Continúa el segundo debate de la reforma laboral en la plenaria de la Cámara de Representantes. Esta semana el avance fue poco (por no decir nulo), ya que otras discusiones se entrometieron (“jugaditas”, dirían algunos representantes del partido de Gobierno) y terminaron por dilatar la discusión.
Gran parte del tiempo en la plenaria se lo llevaron los impedimentos, pues la mayoría de los representantes argumentó tener un posible conflicto de interés, por ser ellos empleadores, tener familiares que generan empleo o estar empleados, o porque a sus patrocinadores de campaña podrían verse beneficiados o afectados con este proyecto de ley. Al final todos estos fueron rechazados.
En la sesión de este miércoles hubo un ligero avance, pues se logró la presentación de las ponencias de archivo, presentadas por los representantes Jairo Cristo (Cambio Radical), Andrés Forero (Centro Democrático) y Luis Miguel López (Partido Conservador).
Parte de los principales argumentos se enfocaron en lo contraproducente que sería esta reforma para el tejido empresarial colombiano, en la medida en que se elevan los costos de contratación para las empresas. Según lo expuesto por Forero, esta reforma es inoportuna, si se tiene en cuenta el momento macroeconómico por el que atraviesa el país, en el cual, dice, el empresariado necesita estímulos para la reactivación, y no mayores cargas que reduzcan la capacidad de generar empleo.
Se usó, una vez más, el estudio adelantado por el Banco de la República en el que se estima que, si la reforma es aprobada, se podrían perder cerca de 400.000 plazas laborales en Colombia (aunque hay que tener en cuenta que el articulado original de este proyecto de ley ha tenido varios cambios, por lo que la estimación hecha por el emisor puede que tenga variaciones).
También se señaló que esta reforma no combate el problema de la informalidad, precisamente porque encarece el trabajo formal, amén de incorporar penalidades (como en los despidos injustificados) que suben de manera significativa los costos para las empresas. Por estas y otras razones los mencionados representantes solicitaron archivar el proyecto.
En la defensa de la iniciativa se pronunció la representante María Fernanda Carrascal (del Pacto Histórico), quien señaló que este proyecto de ley sí tiene el potencial de generar empleo y reducir la informalidad. Sobre esto último, la congresista ha expuesto los apartados del articulado en los que explícitamente se plantea la formalización de trabajadores de plataformas de reparto, trabajadores domésticos y trabajadores rurales, entre otros.
Según lo manifestado por el partido de Gobierno, y por el Ministerio del Trabajo, lo que plantea esta reforma es dignificar el trabajo, devolviendo derechos que se perdieron en el pasado (como unas horas de la jornada nocturna), creando oportunidades para la inserción en el mundo laboral de las mujeres y los jóvenes, y favoreciendo el quehacer de sindical en el país (sobre esto último, añaden, se incluyeron en el proyecto de ley compromisos que debe cumplir Colombia con la OCDE y otras organizaciones internacionales).
Al final la discusión se levantó por falta de quorum (que es otro de los aspectos que hay que mencionar: la baja participación de los representantes de partidos de la oposición). El presidente de la plenaria anunció que el debate se retomará el próximo lunes, a las 10 de la mañana.
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