¿Se pensionarán los millennials en Colombia?
El 56% de los cotizantes a los fondos de pensiones en el país tienen menos de 35 años, mientras que en el sistema público la cifra sólo llega al 11 %.
Kelly Rodríguez / kelly.joh.rodriguez@gmail.com
Mucho se ha hablado sobre pensiones en los últimos meses. Que el sistema no aguanta más, que se necesita una reforma pensional, que conviene más un régimen que el otro y que los jóvenes no alcanzarían a pensionarse. Esto último suele decirse con tono de resignación, en especial por parte de los cotizantes más prematuros. Pero ¿qué tan cierto es? (Lea Tres “reformas” pensionales y contando)
Según Asofondos, los cotizantes de los fondos de pensiones son en su mayoría jóvenes, pues en esta etapa es cuando el trabajador debe ser juicioso en ahorro y cotizaciones para su vejez, pues tiene la ventaja de contar con más años para obtener rendimientos importantes que aumentarían el monto de su pensión.
Sin embargo, el mercado laboral colombiano se caracteriza por su alta informalidad y, a pesar de los avances en la formalización de la economía (como la reducción de costos de nómina y parafiscales que favorecieron la creación de empleos formales), sólo 39 % de los 22,4 millones de trabajadores en Colombia son cotizantes al sistema general de pensiones.
Lo anterior significa que sólo 8,7 millones de ocupados realizaron un aporte a pensión durante el mes de mayo, según las últimas cifras publicadas por la Superintendencia Financiera. De estas personas, 72 % lo hace en los fondos de pensiones privados.
En cuanto a las edades, actualmente, 56 % del total de cotizantes a fondos de pensiones tienen menos de 35 años: en otras palabras, son millennials. Mientras tanto, en el sistema público de pensiones, sólo 11 % de sus afiliados están en ese rango de edad.
Volviendo a nuestra pregunta inicial, según Freddy Castro, experto en pensiones, la pensión no es una ilusión lejana y perdida, incluso para los millennials.
Entonces, ¿cómo lograrlo? De acuerdo con Castro, hay que comenzar por convencerse de que esto es posible y, de paso, empezar a ahorrar, no necesariamente en alguno de los dos regímenes pensionales, sino comprando propiedades, con cuentas de ahorro, abriendo un CDT o comprando acciones, entre otras opciones.
“Hay un estudio del Banco de la República que dice que más o menos 10 % de los cotizantes a la seguridad social se van a pensionar en los próximos 40 años, ese porcentaje tan bajo es el resultado de un gran mal que tiene el país: la informalidad. Pero a eso se suma también que las personas están pensando que nunca se van a pensionar y, por esa razón, no ahorran”, comenta Castro y agrega que, en este momento, tres de cuatro mayores de 65 años no recibe pensión, por lo que las cifras de pobreza en esta población son alarmantes y reflejan “una bomba social” que requiere medidas urgentes.
Para el experto, el sistema debe hacer cambios en tres vías. La primera: revisar algunos ajustes paramétricos como las tasas de cotización y tasas de reemplazo, entre otras. La segunda: revisar la estructura. Qué es lo que está pasando en términos de competencia entre los dos regímenes y quiénes deberían estar en cada uno. La tercera: definir límites para que haya estabilidad en las reglas de juego. Esto garantizaría un mejor sistema de cara al futuro; eso sí, combatiendo aguerridamente la informalidad pues, de lo contrario, la tarea quedaría a medias.
Según estimaciones de Asofondos, si no se realiza una reforma pensional, la cantidad de adultos mayores sin pensión, o con un subsidio bajísimo ($75.000 mensuales) crecerá de forma muy acelerada, dando como resultado una bomba social.
“Proponemos aumentar los beneficiarios de Colombia Mayor para todos los adultos mayores de los niveles 1 y 2 del Sisbén, quienes empezarían a recibir un ingreso al menos equivalente a la línea de pobreza ($250.000); también una reforma a los BEPS (Beneficios Económicos Periódicos) que entrega Colpensiones, asegurando que quienes ahorren en el sistema formal puedan convertir ese ahorro en una mesada vitalicia. Lo anterior es posible si se establece un solo régimen contributivo basado en el ahorro, que no otorgue subsidios a la población de más altos ingresos y que sea autosostenible en el tiempo. La administración de este pilar contributivo puede ser tanto pública como privada, por eso proponemos la creación de una AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) pública”, indicó Asofondos en una comunicación remitida a este diario.
No obstante, Castro considera que es una mala señal decirle a la gente que no confíe en el sistema pensional, pues la desconfianza es muy perjudicial para cualquier régimen de seguridad social. “Lo que necesitamos de verdad es que las personas ahorren. Yo le pregunto a la gente todo el tiempo en dónde está cotizando, cuánto tiene ahorrado o cuántas semanas lleva, y no tienen idea”.
La recomendación de fondo, entonces, es seguir ahorrando y generar una consciencia sobre la importancia de la pensión: no se trata de verla como algo que nunca llegará porque, a fin de cuentas, la vejez sí lo hará. Para los jóvenes, este es el momento de pensar en este tema y ver cómo aumentar el capital y los ahorros de cara a la vejez.
Mucho se ha hablado sobre pensiones en los últimos meses. Que el sistema no aguanta más, que se necesita una reforma pensional, que conviene más un régimen que el otro y que los jóvenes no alcanzarían a pensionarse. Esto último suele decirse con tono de resignación, en especial por parte de los cotizantes más prematuros. Pero ¿qué tan cierto es? (Lea Tres “reformas” pensionales y contando)
Según Asofondos, los cotizantes de los fondos de pensiones son en su mayoría jóvenes, pues en esta etapa es cuando el trabajador debe ser juicioso en ahorro y cotizaciones para su vejez, pues tiene la ventaja de contar con más años para obtener rendimientos importantes que aumentarían el monto de su pensión.
Sin embargo, el mercado laboral colombiano se caracteriza por su alta informalidad y, a pesar de los avances en la formalización de la economía (como la reducción de costos de nómina y parafiscales que favorecieron la creación de empleos formales), sólo 39 % de los 22,4 millones de trabajadores en Colombia son cotizantes al sistema general de pensiones.
Lo anterior significa que sólo 8,7 millones de ocupados realizaron un aporte a pensión durante el mes de mayo, según las últimas cifras publicadas por la Superintendencia Financiera. De estas personas, 72 % lo hace en los fondos de pensiones privados.
En cuanto a las edades, actualmente, 56 % del total de cotizantes a fondos de pensiones tienen menos de 35 años: en otras palabras, son millennials. Mientras tanto, en el sistema público de pensiones, sólo 11 % de sus afiliados están en ese rango de edad.
Volviendo a nuestra pregunta inicial, según Freddy Castro, experto en pensiones, la pensión no es una ilusión lejana y perdida, incluso para los millennials.
Entonces, ¿cómo lograrlo? De acuerdo con Castro, hay que comenzar por convencerse de que esto es posible y, de paso, empezar a ahorrar, no necesariamente en alguno de los dos regímenes pensionales, sino comprando propiedades, con cuentas de ahorro, abriendo un CDT o comprando acciones, entre otras opciones.
“Hay un estudio del Banco de la República que dice que más o menos 10 % de los cotizantes a la seguridad social se van a pensionar en los próximos 40 años, ese porcentaje tan bajo es el resultado de un gran mal que tiene el país: la informalidad. Pero a eso se suma también que las personas están pensando que nunca se van a pensionar y, por esa razón, no ahorran”, comenta Castro y agrega que, en este momento, tres de cuatro mayores de 65 años no recibe pensión, por lo que las cifras de pobreza en esta población son alarmantes y reflejan “una bomba social” que requiere medidas urgentes.
Para el experto, el sistema debe hacer cambios en tres vías. La primera: revisar algunos ajustes paramétricos como las tasas de cotización y tasas de reemplazo, entre otras. La segunda: revisar la estructura. Qué es lo que está pasando en términos de competencia entre los dos regímenes y quiénes deberían estar en cada uno. La tercera: definir límites para que haya estabilidad en las reglas de juego. Esto garantizaría un mejor sistema de cara al futuro; eso sí, combatiendo aguerridamente la informalidad pues, de lo contrario, la tarea quedaría a medias.
Según estimaciones de Asofondos, si no se realiza una reforma pensional, la cantidad de adultos mayores sin pensión, o con un subsidio bajísimo ($75.000 mensuales) crecerá de forma muy acelerada, dando como resultado una bomba social.
“Proponemos aumentar los beneficiarios de Colombia Mayor para todos los adultos mayores de los niveles 1 y 2 del Sisbén, quienes empezarían a recibir un ingreso al menos equivalente a la línea de pobreza ($250.000); también una reforma a los BEPS (Beneficios Económicos Periódicos) que entrega Colpensiones, asegurando que quienes ahorren en el sistema formal puedan convertir ese ahorro en una mesada vitalicia. Lo anterior es posible si se establece un solo régimen contributivo basado en el ahorro, que no otorgue subsidios a la población de más altos ingresos y que sea autosostenible en el tiempo. La administración de este pilar contributivo puede ser tanto pública como privada, por eso proponemos la creación de una AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) pública”, indicó Asofondos en una comunicación remitida a este diario.
No obstante, Castro considera que es una mala señal decirle a la gente que no confíe en el sistema pensional, pues la desconfianza es muy perjudicial para cualquier régimen de seguridad social. “Lo que necesitamos de verdad es que las personas ahorren. Yo le pregunto a la gente todo el tiempo en dónde está cotizando, cuánto tiene ahorrado o cuántas semanas lleva, y no tienen idea”.
La recomendación de fondo, entonces, es seguir ahorrando y generar una consciencia sobre la importancia de la pensión: no se trata de verla como algo que nunca llegará porque, a fin de cuentas, la vejez sí lo hará. Para los jóvenes, este es el momento de pensar en este tema y ver cómo aumentar el capital y los ahorros de cara a la vejez.