“Ser sostenible es buen negocio”: presidente de Asocolflores
Augusto Solano habla de la agenda con miras a 10 años que los exportadores de flores y el Gobierno firmaron esta semana. Afirma que pueden duplicar ventas externas en ese lapso, pero que necesitan apoyo para encontrar nuevos compradores.
María Alejandra Medina C. - @alejandra_mdn
Esta semana, a puertas de San Valentín, que se celebra este 14 de febrero y que es la ocasión en la que los floricultores colombianos hacen cerca del 15 % de las ventas del año, el Gobierno y los exportadores firmaron una agenda de trabajo para el sector con miras a 10 años. Rentabilidad y sostenibilidad aparecen como prioridades (ver estrategias de la agenda al final).
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Esta semana, a puertas de San Valentín, que se celebra este 14 de febrero y que es la ocasión en la que los floricultores colombianos hacen cerca del 15 % de las ventas del año, el Gobierno y los exportadores firmaron una agenda de trabajo para el sector con miras a 10 años. Rentabilidad y sostenibilidad aparecen como prioridades (ver estrategias de la agenda al final).
En esta entrevista, Augusto Solano, presidente de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), da más detalles de la conformación de dicha agenda, que se empezó a preparar en octubre del año pasado a partir de las prioridades del sector privado y las capacidades de ministerios a cargo de temas transversales para la floricultura, como el agro, medioambiente, trabajo y salud.
Los puntos en la agenda son muy diversos. ¿Qué es lo más retador para el sector?
El tema de productividad, por la competencia, y la demanda. Una de las cosas más retadoras es lograr que la demanda crezca, porque nada saco si me pongo a producir, pero luego no tengo a quién vender. Es complicado porque competimos con productos como vinos, chocolates y perfumes, que además tienen presupuestos gigantescos.
¿Habla de demanda interna o externa?
El 97 % de las flores se exportan, este negocio no está enfocado al mercado interno. Colombia o países similares no tienen el volumen necesario, (este producto) está hecho para países de alto ingreso per cápita o para nichos de altos ingresos. Ahí estamos enfocados, porque estas flores son costosas y los clientes son altamente exigentes. No es que los floricultores ganen mucha plata, sino que cuesta mucho producir y exportar, por ejemplo, a Japón. Si ellos nos están comprando a nosotros y no a China, que está al lado, es porque nosotros tenemos algo: calidad, servicio, oportunidad y variedad.
¿Cuáles son los retos en productividad?
Tecnificar el cultivo, necesitamos producir más con los mismos empleados, y de calidad. Para eso necesitamos automatizar algunos procesos de manera que los mismos empleados o incluso más puedan producir más flores.
Y en sostenibilidad, ¿cuáles son los retos?
En eso hemos sido líderes. Asocolflores es miembro fundador del Cecodes, Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible, que tiene 25 años. Tenemos una certificación, que se llama Florverde, desde hace aproximadamente 24 años, un código de buenas prácticas. Uno de los retos grandes es posicionar más esta certificación en los mercados y lograr que la mayoría de los floricultores estén certificados. Estamos muy comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con la igualdad de género, la responsabilidad social. Hemos encontrado que ser sostenible es buen negocio.
¿Por qué?
Porque eso hace que uno utilice mejor los recursos, que sea más eficiente y, al ser amigable con el ambiente, uno puede proyectar el negocio hacia delante. De lo contrario, probablemente, el negocio se volvería más costoso, menos productivo o se afectaría la calidad. Hoy, además, algunos mercados, no todos, exigen esa garantía, el consumidor, sobre todo los jóvenes, piden la garantía de que el producto haya sido producido de una manera sostenible.
¿Cómo harán seguimiento a que la agenda con el Gobierno se ejecute?
Estamos pendientes de hablar con la viceministra Marcela Urueña, pero creo que por cubrir varios ministros por Presidencia puede ser el mejor camino. Podría convocarlo y coordinarlo la doctora Clara Parra, alta consejera para la competitividad. Todavía no nos han comunicado cómo se va a hacer. Además, esta agenda se firmó precisamente en la transición del ministro Andrés Valencia y el ministro Rodolfo Zea.
¿Cómo recibió el gremio el cambio de ministro de Agricultura?
Nuestra experiencia con el ministro Valencia fue magnífica, creo que fue un gran ministro, e igual expectativa tenemos con el doctor Zea, que viene con mucho entusiasmo y con una trayectoria de servicio en entidades adscritas al sector agropecuario.
¿Es realista la meta que pone el presidente Duque de duplicar las exportaciones en 10 años?
Es bien difícil, pero, como dice él, hay que tener la meta y trabajar hacia allá. Es difícil porque no depende sólo de nosotros: nos podemos poner a producir más flores y de pronto lo logramos, el tema es que haya quién las compre. Esto exige continuar con otros trabajos, la agenda no es lo único: por ejemplo, estamos vinculados a las asociaciones internacionales de flores, sobre todo en Estados Unidos y Europa, y en este momento en Estados Unidos estamos trabajando para ver cómo entre todos promovemos el consumo. Así ganamos todos. Se necesita un esfuerzo conjunto y trabajar con toda la cadena: mayoristas, los supermercados cumplen un papel importante.
¿Cómo llegan a la fiesta de San Valentín luego de coyunturas recientes, como la temporada de heladas?
El clima ha estado variable, pero por fortuna las heladas no fueron tan fuertes como para haber hecho daños grandes. Las flores, frente a las hortalizas y los pastos para ganadería, tienen la ventaja de que están cubiertas con invernadero y eso protege. Lo otro que es importante son los días de luz: a veces si hay demasiada, como en diciembre o enero, la flor sale antes y ya no se vende, o pasa lo contrario: si son muy opacos se retrasa la flor. En este caso se alcanzó a retrasar un poco porque al principio hubo momentos de días muy opacos, pero al final salió bien, que es lo normal.
¿Y respecto a la volatilidad del dólar?
La volatilidad es importante. Pero hay que tener en cuenta que las flores ya se despacharon, pero las pagan en marzo o abril. Nada saco con tener un dólar ahora a $4.000 y que cuando llegue esté a $2.000. Pero también, desde hace muchos años, el sector aprendió el tema de las coberturas cambiarias: en vez de esperar a ver qué pasa con el dólar, se hace una operación a futuro, con forwards, que quiere decir que a través del banco puedo fijar precios: si el productor sabe que en agosto va a recibir US$100.000 por venta de flor, el banco le puede ofrecer una tasa de cambio. Si el productor se compromete a entregarle US$100.000 al banco en agosto, el banco se puede comprometer a comparárselos a $3.400, por ejemplo. Si haciendo cuentas es un precio aceptable para el productor, se hace el negocio. Llegado el día, si el dólar está en $3.000, el banco tiene que entregar la diferencia. Pero si el dólar está a $4.000 el productor le tiene que devolver al banco $600. Es decir, vendió a $3.400 en todo caso, para bien o para mal. Entonces hay mucha gente que no está tan expuesta a si el dólar subió o bajó porque a lo mejor ya lo fijaron. La floricultura, además de ser la agricultura más moderna que hay en el país, es el sector exportador más avanzado en cubrir el riesgo cambiario.
Puntos de la agenda estratégica: