En noviembre la Aerocivil negó la solicitud de integración de Avianca y Viva, pues concluyó que la operación representa riesgos para la competencia. Decisión que Avianca apeló. Sin embargo, en enero (antes de contestar la apelación) la autoridad aeronáutica informó que en el proceso de primera instancia hubo una irregularidad sustancial, por eso se dejó sin efecto lo que ya se había decidido. Ahora el país espera la decisión.
Este jueves se conoció una carta que envió Latam a Edgar Benjamín Rivera Flórez, director (e) de Transporte Aéreo y Asuntos Aerocomerciales. En ella, la empresa puso sobre la mesa las consideraciones que cree debería tener en cuenta la Aeronáutica Civil a la hora de tomar una decisión sobre la solicitud. En las últimas horas, Wingo también se pronunció sobre el tema.
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La aerolínea asegura que “confía en el rigor técnico” de la Aerocivil y que la decisión final no debería “tocar los fundamentos técnicos que llevaron a la primera objeción, puesto que las condiciones de fondo no han cambiado”. Además, espera que en el nuevo proceso también se vincule a las aerolíneas como terceros interesados.
Wingo sostiene que si se aprueba la integración, Avianca concentraría más del 60 % del mercado aéreo colombiano y controlaría la infraestructura esencial para la prestación del servicio, refiriéndose a los slots, que son los turnos de despegue y aterrizaje en aeropuertos. Para la aerolínea, esto iría “en contravía de los sanos índices de competencia y, por ende, el interés general y el bienestar colectivo”.
La empresa argumenta que con la integración Avianca tendría hasta el 65 % de los slots en las franjas horarias de mayor demanda en la operación del Aeropuerto Internacional El Dorado, configurando una posición dominante que evitaría “la democratización de la infraestructura” para prestar este servicio.
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“Desde Wingo vemos que, en virtud de las consideraciones de fondo anteriormente expuestas, la figura del silencio administrativo positivo que habilita este nuevo procedimiento (ley 1340 del Régimen de Competencia) no debe ser una alternativa. La aerolínea confía en que la autoridad aeronáutica tomará decisiones dentro de los plazos establecidos con el fin de evitar que se active esta figura jurídica”.
La empresa, incluso, citó casos de mercados como Brasil, México y Estados Unidos, en los que ningún actor sobrepasa el 40 % del mercado de pasajeros.
Si se avanza en la integración, pese al panorama actual —dice Wingo— “se deben imponer condicionamientos estructurales a los intervinientes”, por ejemplo, la devolución de slots en franjas horarias de alta demanda en El Dorado de Bogotá y slots y posiciones de parqueo en otros aeropuertos como el José María Córdova, que sirve a Medellín, y el Rafael Núñez, de Cartagena.
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La aerolínea concluye su comunicado expresando que ni en esta ni ninguna otra industria, es adecuado concentrar el mercado “bajo el argumento de salvar a una compañía en crisis”. Y agrega que todas las aerolíneas se han enfrentado a un ambiente de alta inflación, devaluación de monedas e incremento del combustible y que la continuidad del modelo de bajo costo no depende de la existencia de Viva, por el contrario, requiere de condiciones para que los operadores puedan avanzar.
Vale recordar que en la última semana, se conoció que la aerolínea chilena JetSmart está interesada en adquirir el 100 % de las acciones de Viva Air.
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