El proyecto de resolución de la CREG que fija un precio de bolsa nacional ajustado (PBNA) de $532 / kWh hasta que finalice la estación de verano 2023-2024, es decir, hasta el 30 de abril de 2024 (cuando podría finalizar el Fenómeno de El Niño), sigue suscitando opiniones al interior del sector eléctrico colombiano.
La polémica está servida por cuenta de los posibles incrementos que tendría el proyecto de la CREG en la tarifa del servicio de energía, según la Asociación Colombiana de Grandes Consumidores de Energía Industriales y Comerciales (Asoenergía).
El gremio advirtió que el proyecto tendría un impacto en la demanda de energía y que la gran mayoría de los colombianos podrían tener que pagar alrededor de $2,4 billones más en sus facturas de energía entre enero y abril de 2024.
“Se establece un tope de $532 /kWh al precio de venta de energía en bolsa, impactando negativamente al consumidor final al querer compensar esta acción con incrementos en el componente de las restricciones de la tarifa final de energía, entre $60 y $120 por kWh. Cálculos realizados por la misma CREG”, aseveró Sandra Fonseca, directora ejecutiva de Asoenergía.
Puede interesarle: ¿Tarifas de energía subirán un 30 %? Proyecto enfrenta a Gobierno y gremios
Andesco se pronunció al respecto
Si bien la medida propuesta por la CREG busca atender una situación coyuntural, como lo puede ser evitar subidas inmanejables en los precios de la energía por las presiones del fenómeno de El Niño a la generación, la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco) señaló que “es fundamental abordar el problema de fondo, que se refiere a aumentar la oferta de energía y a la situación crítica financiera de algunos comercializadores”.
En un reciente comunicado, Andesco hizo un llamado a evitar la intervención del mercado eléctrico, “más aún en momentos críticos como durante el actual fenómeno de El Niño”. Así mismo, el gremio instó a la CREG a dar a conocer cuáles serán los impactos de la medida, tanto positivos como negativos, para usuarios, prestadores y el sector en general.
Particularmente, Andesco le pidió a la CREG aclarar impactos en la recuperación de costos de prestación de servicio, el reconocimiento de rentas razonables, la mitigación de riesgos de exposición a bolsa y flujo de caja, considerando procesos previos de contratación.
De cara a los usuarios, el gremio instó a la CREG informar sobre el efecto que la medida pueda tener en las tarifas en el caso de los usuarios regulados y en los precios para los usuarios no regulados, “tanto por menores y/o mayores costos, como por el mayor valor de restricciones que se aplicará en la tarifa”.
“El gremio reitera que lo que menos le conviene a las empresas y por supuesto a los usuarios es que los servicios públicos suban por encima de la inflación”, puntualizó Andesco.
Puede interesarle: Cortocircuito: los fantasmas que acechan al sistema eléctrico en Colombia
Los pros y contras del proyecto de la CREG
Para entender lo que quiere hacer la CREG con el proyecto de resolución hay que partir de que la factura de energía que usted paga cada mes es el resultado de seis eslabones: la generación de energía (pesa un 35 % en la factura final del usuario), la transmisión (5 %), la distribución (38 %), la comercialización (13 %), las pérdidas eléctricas (7 %) y las restricciones (2 %).
Ahora bien, el precio de la energía que se consume en Colombia se negocia bajo dos modalidades principales. La primera son contratos de largo plazo. Esto quiere decir que la mayoría de la energía que se está consumiendo actualmente en el país tiene un precio que fue negociado con anterioridad. De fondo, esto trae mayor estabilidad al sistema (al garantizar que hay un suministro ya establecido), pero también deja abierta la puerta para que si hay fluctuaciones en las condiciones del sistema (como bajas en los embalses o problemas técnicos) esos precios pueden terminar por debajo de lo que cuesta generar en el presente.
Para atender este pedazo de la ecuación con la que funciona el sistema se tiene la bolsa de energía, la segunda modalidad. Allí se negocian precios a diario. La bolsa es el mecanismo principal al que se acude para suplir la demanda que no es cubierta por los contratos de largo plazo.
Ahora la actualidad: el 70 % de la energía que se consume en Colombia se genera en hidroeléctricas. Cuando llega el fenómeno de El Niño, caracterizado por mayores temperaturas, menos lluvias y sequías, los niveles de los embalses bajan.
Esto incrementa el riesgo de que, para poder seguir supliendo la demanda de energía del país, se tenga que echar mano de la generación térmica (a gas o a diésel).
La presión del fenómeno de El Niño en la generación de energía puede hacer que se incremente el precio en bolsa de la energía (el que se ofrece diariamente), superando el precio de escasez, un tope definido por el Gobierno al valor de la energía que se cobra a los usuarios.
El proyecto de resolución de la CREG lo que quiere es fijar un precio máximo por kilovatio hora ($532) para la compra de energía en bolsa, es decir, lo que paga el comercializador por la energía que no tiene contratada (sin contratos de largo plazo). Evitando así incrementos desmedidos en las tarifas por cuenta de las presiones del fenómeno de El Niño.
No obstante, al intervenir los precios de la energía en bolsa, podría ocurrir que ese valor propuesto por el Gobierno ($532 / kWh) supere al de los contratos entre empresas y por eso las hidroeléctricas producirían más energía, lo que podría agravar la situación de los embalses. Si los embalses llegan a niveles críticos, se tendrá que echar mano de otras fuentes (como las térmicas) que no tienen la capacidad para cubrir la demanda energética del país y que son más caras, reviviendo así los fantasmas del racionamiento e incrementando los precios de las tarifas al usuario final.
El jueves, el Gobierno se pronunció sobre las críticas al proyecto de resolución de la CREG, desestimando que la propuesta incremente el costo en la tarifa de energía. Javier Campillo, viceministro de Minas, le dijo a Blu Radio que se está trabajando en una “composición eficiente de precios de mercado”.
Según Campillo, al estar en un fenómeno de El Niño, la idea es que el sistema eléctrico cuente con la capacidad de compensar la reducción de generación a partir de fuentes hidroeléctricas.
“En este proceso de conformación eficiente de tarifa de mercado, lo que estamos buscando es que no solamente garanticemos el suministro de energía, sino que también podamos contar con una tarifa eficiente para las electrificadoras que desde la pandemia han estado en una opción tarifaria y se encuentran, algunas de ellas, muy apretadas en flujo de caja”, le dijo el viceministro a Blu Radio.
Campillo reiteró que lo que se busca es que todo el mercado pueda tener un balance en este periodo, “en el que el sistema eléctrico se estresa por la baja afluencia de agua en nuestro sistema hídrico”, puntualizó.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.