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Autos usados, pasajes de avión y muebles registraron fuertes subidas de precio en Estados Unidos en abril en un contexto de mayor inflación de lo esperado, que podría complicar la adopción del gigantesco plan de inversiones que promueve el presidente Joe Biden.
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Hacía 13 años que los precios no subían tanto: en 12 meses a abril pasado, el incremento fue de 4,2 %, según el índice CPI publicado el miércoles por el Departamento de Trabajo.
Hace un año, el derrumbe de la demanda por efecto de las medidas de confinamiento para combatir la pandemia de coronavirus, hizo caer los precios, creando así un efecto de comparación desproporcionado, sobre una base muy baja.
Sin embargo el alza de precios publicada este miércoles, mucho más fuerte de la esperada, podría atizar los temores de que la economía se recaliente, lo cual sería un nuevo obstáculo para Biden.
El mandatario presentó recientemente dos planes distintos: un “proyecto para las familias” por US$1,8 billones de gasto en 10 años, y un plan de infraestructura de US$2 billones en ocho años.
Si la presión inflacionaria es duradera, la Reserva Federal podría considerar ajustar sus tasas al alza, lo cual podría afectar el crédito y la inversión. El presidente de la Fed, Jerome Powell, indicó reiteradas veces que el fenómeno inflacionario sería temporal y que el pleno empleo debería alcanzarse antes de que el organismo considere subir los tipos de interés.
“Normalización” de precios
La inflación también subió mes a mes, 0,8 % en abril con relación a marzo, empujada por un conjunto de factores: los gastos aumentan gracias a la vacunación, que permite mayor movilidad, y a las ayudas del último plan de estímulo del gobierno, aprobado en marzo.
Al mismo tiempo, hay dificultades de aprovisionamiento a nivel mundial para la industria, que presionan al alza los precios desde la fabricación hasta la entrega.
“Una parte del aumento se debe a una normalización de precios en algunos sectores duramente afectados por la pandemia”, destacaron los consejeros económicos de la Casa Blanca en un tuit, citando “las tarifas de las compañías aéreas (que) aumentaron 10,2% en un mes, pero (...) siguen muy por debajo de su nivel prepandemia”.
La cuestión es si este incremento de precios que continuará en los próximos meses, durará o no. “Me sorprendió. Estas cifras son muy superiores a lo que esperaba y a las previsiones de los analistas”, reconoció el número dos de la Fed, Richard Clarida, durante una conferencia virtual.
El responsable espera que la inflación se estabilice en 2022 cerca del objetivo de 2 % del banco central.
Muchas empresas aumentan precios, o prevén aumentarlos. El grupo Whirlpool aumentará de 5 % a 12 % sus electrodomésticos, en tanto Coca Cola venderá envases con menos contenido, al mismo precio.
Baja de la gasolina
En abril los precios de los autos usados en particular se dispararon, al punto de que representan un tercio de la inflación mensual.
Es que los estadounidenses, adeptos al teletrabajo, continúan abandonando los centros urbanos y eso lleva a que compren varios vehículos, mientras en paralelo la escasez de semiconductores reduce la producción de autos nuevos.
También aumentaron los precios de los hoteles, los pasajes de avión, los servicios de ocio, los seguros automotores y los muebles, según el Departamento de Trabajo. En cambio los precios de la gasolina, que empujaron la inflación en los últimos meses, bajaron 1,4 % sobre marzo.
El resultado: si se excluyen los precios de energía y alimentación, muy volátiles, la inflación subyacente es de 0,9 % en un mes -el aumento más alto desde abril de 1982- y de 3 % en un año.