¿Subirá la edad de pensión?: esto dicen los expertos de la reforma pensional
Académicos, agremiaciones, sindicatos e investigadores hablaron sobre los reparos y propuestas que tienen en torno a la reforma laboral que pasa a su segundo debate en el Congreso.
Son pocos los temas políticos y sociales que logran poner de acuerdo a la gran mayoría. La reforma pensional es uno de estos, pues casi nadie discute con la idea de que el sistema de pensiones necesita ser reformado. Sin embargo, resulta paradójico que algo que reúne a tantos, a la vez, genera divisiones, pues hoy las opiniones se enfrentan en cómo transformar ese modelo.
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Son pocos los temas políticos y sociales que logran poner de acuerdo a la gran mayoría. La reforma pensional es uno de estos, pues casi nadie discute con la idea de que el sistema de pensiones necesita ser reformado. Sin embargo, resulta paradójico que algo que reúne a tantos, a la vez, genera divisiones, pues hoy las opiniones se enfrentan en cómo transformar ese modelo.
La propuesta del Gobierno, la reforma pensional, básicamente se resume en un sistema de pilares en donde se busca proteger a todos los adultos mayores del país, situándolos en cuatro pilares: contributivo, semicontributivo, solidario y voluntario.
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Aunque la iniciativa del Gobierno plantea resolver el tema de la cobertura (que es uno de los que más genera preocupación, pues con el modelo actual solo uno de cada cuatro trabajadores logra pensionarse), hay elementos de sostenibilidad financiera que ha hecho que más de uno cuestione la propuesta.
Con la intención de que el Congreso de la República, más exactamente la Comisión Séptima del Senado, conozca esos peros y se debata la reforma pensional con argumentos de peso, se adelantó una audiencia pública en donde académicos, gremios, sindicatos, investigadores y otros expertos en la materia explicaron lo que consideran acertado y equivocado de la propuesta radicada por el Ministerio del Trabajo; amén de exponer las propuestas que, consideran, pueden mejorar las pensiones en el país.
El umbral de los pilares
Gran parte de los expertos manifestaron lo inconveniente que resultaría el umbral de los tres salarios mínimos para separar a quienes cotizarían en Colpensiones y los que lo harían en un fondo privado de pensiones.
Para el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, es más conveniente que este umbral se establezca en un salario mínimo, pues resulta más favorable en materia de costos fiscales, así como para incentivar que los recursos que se tienen destinados para el fondo de ahorro realmente terminen allí.
En esto coincide el representante de la Universidad Javeriana, Santiago Tovar, al añadir que aumentarán los dineros que pasará a administrar Colpensiones, y en esas labores la repartición entre el fondo común para la vejez y el fondo del ahorro del pilar contributivo.
El problema con esto, señala, es que al tener el grueso de los dineros provenientes de las cotizaciones pensionales se establece una alta tentación (él lo llama “incentivo perverso”), para que sea cual sea el gobierno que esté de turno se privilegie el fondo común para la vejez sobre el fondo para el ahorro, pues eso libera caja en la destinación de recursos públicos.
Por su parte el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, señala que un umbral tan alto restringe el derecho a la libertad de elección que tienen los cotizantes en el país, pues cerca de un 90 % pasarían sí o sí a cotizar en Colpensiones.
¿Se eleva la edad de pensión?
En su intervención el representante de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), Ricardo Barona, dijo que parte de las pretensiones que tiene la reforma es “subir disimuladamente” la edad de pensión, llevando a que las mujeres reciban este beneficio a los 60 años, y a los hombres a los 65 años.
Hay que tener en cuenta que el fortalecimiento del enfoque de género es uno de los retos. La reforma contempla un beneficio de 50 semanas para las mujeres por cada hijo nacido y en el proceso se han sumado otros elementos: inicialmente, la edad en los pilares solidario y semicontributivo era de 65 años para hombres y mujeres, ahora se contempla una edad diferencial. El régimen de transición (es decir, la medida para definir a quiénes cobija el nuevo régimen y a quiénes no) eran 1.000 semanas, en primer debate quedó en 900 para los hombres y en 750 para las mujeres.
Aun así, falta un enfoque diferencial más ambicioso y que cumpla el fallo de la Corte Constitucional que dice que las mujeres en Colombia deben poder pensionarse con 1.000 semanas cotizadas y no con 1.300, como se exige hoy. En el país, las mujeres pueden pensionarse a los 57 años (cinco años antes que los hombres), pero deben cumplir el mismo requisito de semanas. Durante el primer debate, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, prometió que el Gobierno incluirá un artículo nuevo para reglamentar lo establecido en la sentencia.
Según lo manifestado por la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, “la reforma pensional no busca subir la edad de pensión”. De hecho, enfatiza en que la propuesta “no tiene nada que ver con las edades de pensiones, ni con el ingreso básico de la liquidación”.
Seguramente este será un tema de alto interés en el segundo debate, por lo que se pedirá que en el texto quede claro el tema de las edades. También recordar que en gran parte de las reformas que se le ha hecho a las pensiones en el mundo se ha considerado oportuno subir la edad de jubilación, teniendo en cuenta que la expectativa de vida ha aumentado.
Contribuciones de menos de un salario
El modelo que propone la reforma sigue aferrado a que la base mínima para la cotización de una pensión se debe hacer sobre un salario mínimo, aunque hay que tener en cuenta que persiste una especie de modelo que funciona como los actuales Beps (Beneficios Económicos Periódicos), al cual se pueden hacer aportes por un monto menor, que a su vez es incentivado por un aporte adicional que hace el Gobierno.
Diversos expertos le dijeron a los senadores que es importante estructurar un modelo que permita hacer este tipo de contribuciones, pues fomenta la solidez financiera que pueda tener el aparato pensional en el país. Aquí, por ejemplo, se integrarían cotizaciones que se calculen por horas o por semanas, algo que también se ha incluido en la reforma laboral.
Pensiones para los líderes religiosos
Desde la Asociación de Ministros Emprendedores se propuso a los senadores considerar que en los beneficios a la protección integral para la vejez se incluya a los líderes religiosos, teniendo en cuenta los aportes que hacen con sus labores sociales.
“Queremos un artículo nuevo donde digan que los ministros de culto religiosos tendrán derecho a recibir una pensión especial de vejez a los 57 años si es mujer, y a los 62 años si es hombre, sin que se les exija las semanas mínimas en el componente de prima media”, señalan.
Ahorro individual
Para sectores como Fedesarrollo hace sentido que el sistema de pensiones migre hacia el ahorro individual, teniendo en cuenta retos futuros como lo es el envejecimiento de la población.
Para entender esto hay que tener en cuenta que el modelo actual funciona como una especie de pirámide en donde la base (los trabajadores jóvenes) financian las pensiones de quienes ya se jubilaron. Al envejecerse la población, la base se hace más débil, haciendo inviable que el modelo continúe funcionando.
Con un sistema de ahorro individual cada quien estaría aportando para su pensión, lo que a su vez también incentivaría.
Pilares sí, pero no así
Desde el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría se propone un sistema de pilares, pero no con base en los salarios mínimos que pueda devengar un trabajador, sino en un porcentaje.
Su propuesta es que el 30 % de las cotizaciones entren a Colpensiones, mientras que el 70 % pase a unas cuentas de ahorro individuales de inversión, o a las administradoras privadas que prefiera el cotizante.
“Este modelo permitiría consolidar un verdadero sistema de pilares, en donde todos los trabajadores cotizarán de forma paralela a ambos sistemas pensionales y no como se propone actualmente en donde la mayoría solo podría cotizar en Colpensiones”, argumenta.
Finalmente desde diversos sectores se le pidió al Senado hacer bien y a conciencia esta reforma, teniendo en cuenta que su impacto no será para los próximos cuatro años, sino que seguramente podría llegar a varias generaciones. Desde las centrales obreras, por ejemplo, se pidió que la reforma que se apruebe no tenga muchos recortes en la esencia que ha buscado el gobierno, que es aumentar la cobertura y la calidad de las pensiones.
No obstante, sigue siendo un reto financiero el garantizar la sostenibilidad del nuevo modelo de pensiones que tendrá Colombia, por lo que la pregunta de cómo transformarlo seguirá estando en el centro del debate en el Congreso.
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