Tecnología: ¿una de las causas del desempleo en Colombia?
Según analistas y el propio DANE, ciertos sectores están generando el mismo valor agregado con menos empleados, nuevos modelos de negocio y herramientas tecnológicas. Esto opinan los gremios.
Valeria Cortés Bernal / @cortesbernal_v
El alto desempleo registrado en los últimos meses es una de las grandes preocupaciones que dejó el 2019 en materia económica. Si bien todavía se desconoce en cuánto quedará el indicador para 2019, este ha venido en aumento desde 2015, cuando se ubicó en 8,9 % y fue la tasa más baja de desocupación de los últimos 15 años. El año pasado la cifra más alarmante se registró en enero, con 12,8 %, y aunque cedió a lo largo de 2019, todos los meses se registraron incrementos respecto a las cifras de 2018.
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El alto desempleo registrado en los últimos meses es una de las grandes preocupaciones que dejó el 2019 en materia económica. Si bien todavía se desconoce en cuánto quedará el indicador para 2019, este ha venido en aumento desde 2015, cuando se ubicó en 8,9 % y fue la tasa más baja de desocupación de los últimos 15 años. El año pasado la cifra más alarmante se registró en enero, con 12,8 %, y aunque cedió a lo largo de 2019, todos los meses se registraron incrementos respecto a las cifras de 2018.
El pasado diciembre, funcionarios del Gobierno que asistieron al debate de control político citado para discutir el tema coincidieron en que las cifras son consecuencia de la desaceleración económica que se dio entre 2014 y 2017. Poco tendrían que ver otras variables como el aumento del salario mínimo para 2019 (como lo sugirieron en su momento varios analistas) o la migración venezolana. Y aseguraron que confían en que el crecimiento del PIB se verá reflejado en una mayor generación de empleo.
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Algunos expertos señalan que la economía colombiana debe expandirse por encima del 3,6 % o 3,7 % para, realmente, comenzar a crear nuevos puestos de trabajo.
Las causas del desempleo en Colombia son diversas y complejas. Tanto así que llama la atención una lectura que realizan algunos expertos y que corrobora el propio DANE: las tecnologías y nuevos modelos de negocio podrían estar reemplazando la mano de obra tradicional en el país.
Ahora bien, la incidencia de la tecnología en el mercado laboral no es un asunto nuevo. La invención y utilización de una tecnología (la rueda, el motor de combustión interna) son dos de los factores que más alteran las dinámicas de producción y consumo y, por esta vía, el panorama laboral de un tiempo determinado.
De acuerdo con Jaime Tenjo, director del departamento de Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, pese a que el sector comercio y el financiero crecieron en Colombia durante 2019, no generaron tantas plazas de trabajo como en años anteriores. “La hipótesis que yo he planteado es que probablemente el cambio tecnológico está afectando enormemente a estos sectores y ha causado una disminución en la capacidad de la economía para generar empleo”, asegura.
Según el académico, estos cambios se evidencian en el creciente uso de plataformas digitales para comercializar bienes y servicios y en las grandes inversiones del sector financiero en tecnología informática, que lo llevan a ser uno de los renglones más tecnificados del país.
El DANE también respalda esta mirada. De acuerdo con Daniel Oviedo, director de la entidad, ciertas actividades económicas, como las agropecuarias y las de comercio minorista y mayorista, demandan menos ocupados para producir lo mismo.
De hecho, durante el debate de control político, Oviedo explicó que para que el comercio pudiera generar $1.000 millones de valor agregado en 2015 se necesitaban 49 trabajadores, mientras en 2018 se requerían 46. “Es una señal de una intensificación del uso de bienes de capital o de tecnología para sustituir la mano de obra”, aseguró a El Espectador.
La aparente contradicción entre el crecimiento de la producción y la baja en el desempleo es un asunto reportado en economías más maduras. Por ejemplo, para Estados Unidos, cifras del Brooking Institute señalaban que entre 1980 y 2015 la producción de manufactura aumentó 250 %, mientras que la mano de obra disminuyó 40 % en ese mismo sector.
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El uso de nuevas tecnologías es un tema que ha interesado al empresariado desde la Revolución Industrial, si se quiere. Este interés es aún mayor cuando hablamos de cosas como la era digital. Según la Encuesta de Transformación Digital 2019 de la ANDI, que evalúa a empresas de todos los sectores económicos, hubo un aumento en el conocimiento de las empresas sobre lo que significa la cuarta Revolución Industrial, el uso de tecnologías exponenciales y también un crecimiento en el número de firmas que han iniciado una estrategia de transformación digital. Los grandes cambios se observan principalmente en el sector de los servicios.
De acuerdo con Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, el estudio arrojó que 86,7 % de las empresas encuestadas considera que la automatización se convierte en una oportunidad para elevar las habilidades de talento, y un 46,4 % realiza capacitación a sus empleados en temas de transformación digital.
“Con los nuevos modelos de negocio, las habilidades requeridas posiblemente cambien. Mediante la capacitación, los empresarios pueden facilitar el mantenimiento del balance entre las tecnologías y la generación de empleo”, sugiere Mac Master. Sin embargo, añade que para lograr este balance se necesita un esfuerzo tanto del sector empresarial, como de los propios trabajadores.
Los cambios en el comercio y el turismo
A pesar de ser una de las ramas que más trabajadores concentra, el renglón de comercio, hoteles y restaurantes empleó a menos personas durante la mayor parte de 2019 respecto a 2018, según cifras del DANE. La tendencia se ha dado paulatinamente en los últimos cinco años, por lo menos entre los meses de enero y octubre (ver gráfico).
Más allá del uso de nuevas plataformas, Oviedo ha sugerido que el modelo de “tiendas de descuento duro” (como Justo y Bueno y D1) podría estar incidiendo en la generación de empleo, particularmente en los municipios. “Esta nueva forma de comercializar productos minoristas está cambiando estructuralmente la forma en que se genera empleo y por eso vemos un comercio que crece a tasas del 7 %, pero que sus ocupados no necesariamente están creciendo”, apunta.
Al respecto, Koba (D1) asegura que, si bien es cierto que su negocio se basa en modelos muy productivos que permiten ofrecer productos a precios más bajos, “es precisamente esta búsqueda de la eficiencia la que ofrece la posibilidad de abrir un mayor número de establecimientos y, por lo tanto, contratar más gente”. Afirman que solo en 2019 crearon más de 2.800 empleos directos y que su transformación digital se ha orientado hacia procesos de logística, back-office y nuevos medios de pago.
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Otro caso es el del sector turismo. Las agencias de viajes, por ejemplo, han reportado al DANE que se han visto obligadas a reconvertir sus modelos de negocio tradicionales por los crecientes esquemas de comercialización directa vía internet. No obstante, para Paula Cortés Calle, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), la tecnología es un aliado del sector. “Lo que ha hecho esta transformación es mejorar la labor del agente. Ellos están buscando constantemente cómo innovar para impulsar sus negocios y mantenerse en un entorno tan competitivo, y nosotros como gremio los estamos apoyando”, asegura.
Generar nuevas capacidades, una alternativa
Según Oviedo, las personas que están saliendo del mercado laboral son, principalmente, aquellas que solo tienen educación básica, primaria y bachillerato. Los cambios del mercado estarían demandando más personas con educación media y formación técnica. “En algunas actividades económicas se está sacando a los jóvenes, porque el empleo en las zonas apartadas del país no está preparado para estos nuevos modelos”, añade Oviedo.
Toda transformación tecnológica supone también la creación de nuevos saberes y nuevos campos del conocimiento; esto, a la larga, se puede traducir en oportunidades laborales que antes no existían. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, opina que si bien los cambios en los procesos significan un ahorro de mano de obra en muchos casos, también abren oportunidades para nuevas profesiones y ocupaciones. “Convendría que en Colombia los empresarios estén al tanto de los profundos cambios que viven consumidores y canales de distribución para no sufrir consecuencias dolorosas como la desaparición de negocios análogos”, destacó el líder gremial.
Por su parte, Oviedo, Mac Master y Tenjo coinciden en que son necesarias políticas públicas laborales pensadas en la recapacitación de personal a largo plazo. Sin embargo, estos cambios tecnológicos parecen ir más rápido que la capacidad de las personas para adaptarse a ellos.
“Nos hace falta comenzar a pensar en políticas claras de educación y de asimilación de tecnologías para que esto no se nos convierta en una crisis laboral”, concluye Tenjo.