Imagen de referencia Transmilenio en Bogotá.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La idea de caminar desde la casa hasta un paradero, esperar (sin saber exactamente cuánto), montarse en un vehículo lleno de personas a las que luego hay que empujar para bajarse no es atractiva. Seduce mucho más la opción de tener un carro o moto en casa que no hay que compartir y que va a donde uno quiere que vaya. Pero como dice Ricardo Montezuma, experto en movilidad, PhD. y director de Ciudad Humana, tampoco es tan atractivo comerse un plato de vegetales cuando al lado hay una hamburguesa; aun así, los profesionales de la salud...