Tres Gargantas: la hidroeléctrica que ilumina China incluso durante las sequías
La mitad del consumo de energía del país asiático depende de esta hidroeléctrica, la más grande del mundo. ¿Cómo sortea los periodos de altas temperaturas, cuando los niveles de agua bajan?
Daniel Felipe Rodríguez Rincón
Un día de 1956, Mao Tse-tung escribió un poema tras darse un chapuzón en el río Yangtsé, el curso fluvial más grande de China y el tercero del mundo: “los muros de piedra se alzarán contra la corriente (…) / Para contener las nubes y la lluvia del monte Wu y las estrechas gargantas se convertirán en un lago”.
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Un día de 1956, Mao Tse-tung escribió un poema tras darse un chapuzón en el río Yangtsé, el curso fluvial más grande de China y el tercero del mundo: “los muros de piedra se alzarán contra la corriente (…) / Para contener las nubes y la lluvia del monte Wu y las estrechas gargantas se convertirán en un lago”.
Los versos escritos por quien, a la postre, se convertiría en el patriarca de la República Popular China hacen referencia a un viejo sueño de la época: construir una gran represa que contuviera las aguas del Yangtsé y, de esta forma, aplacar las constantes inundaciones que afectaban a las comunidades ribereñas.
La idea se materializaría hasta 1993, cuando empezó la construcción de una infraestructura sin precedentes en la historia moderna: las Tres Gargantas.
Tres Gargantas, cuatro propósitos
Luego de más de dos décadas de obras, 27 millones de metros cúbicos de hormigón, 463.000 toneladas de acero (suficientes para construir unas 60 torres Eiffel), 102,6 millones de metros cúbicos de tierra y, dicho sea de paso, más de 1,2 millones de personas desplazadas y posteriormente reubicadas, China construyó la que hoy sigue siendo la obra de retención de agua más grande del mundo.
En principio, las obras sobre el río Yangtsé tenían por objetivo el control de inundaciones en una zona donde históricamente se presentan episodios catastróficos, en promedio, una vez cada diez años. Una de las zonas más castigadas se halla en el curso medio del Yangtsé, entre las ciudades de Yichang y Wuhan, zona donde precisamente se encuentra la represa.
Solo en la temporada de crecidas en 2020 se produjeron cinco inundaciones en la cuenca del río Yangtsé y el pico de inundación más grande alcanzó los 75.000 metros cúbicos por segundo.
Tras una aprobación del 67 % en el legislativo chino, los ingenieros se dieron a la tarea de levantar definitivamente esos “muros de piedra” que mencionó Mao para contener el líquido del poderoso afluente que cruza gran parte de la geografía del gigante asiático.
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Cifras provistas por el Gobierno chino indican que, a la fecha, las Tres Gargantas pueden contener 22.000 millones de metros cúbicos de agua que, al rebosarse en el pasado, golpeaba a 15 millones de personas y arruinaba nueve millones de hectáreas de tierra.
Pero domar a este caballo desbocado llamado río Yangtsé tiene otra ventaja: aprovechar su fuerza para impulsar las aspas de turbinas y, de esta manera, producir una energía útil para un aparato económico tan dependiente de la capacidad industrial.
De ahí que las Tres Gargantas también sea la hidroeléctrica de mayor tamaño en todo el mundo.
Como lo explica Wang Hai, subdirector de la Administración de Funcionamiento de la Corporación de Tres Gargantas (TGC), además del control de inundaciones y la generación de energía, esta obra también facilita el tránsito de barcos por el río Yangtsé y el aprovechamiento de recursos hídricos.
“La generación de las Tres Gargantas ya suple el 50 % de todo el gasto energético de China. Puede cubrir la demanda en el centro, este y sur de China. Ha cambiado todo el panorama del sistema de energía de China”, señala Wang.
Y desde que la represa inauguró un paso para barcos, en junio de 2023, el volumen que carga ha incrementado rápidamente. Anualmente, más de 1,5 billones de toneladas de carga cruzan las Tres Gargantas, con mercancías como automóviles producidos en Yichang.
La fuerza del coloso
En un país de aproximadamente 1.400 millones de habitantes, según cifras de 2024, la hidroeléctrica Tres Gargantas provee energía suficiente para la mitad del consumo nacional, gracias a 34 turbinas (las dos últimas instaladas en 2022), cuyas aspas son movidas gracias a los 750.000 metros cúbicos de agua que las cruzan cada segundo.
La ficha técnica indica que esta hidroeléctrica tiene una potencia instalada de 22.500 megavatios. Para verlo en perspectiva, la planta de este tipo más grande de Colombia, la Central Hidroeléctrica El Guavio (en Ubalá, Cundinamarca), cuenta con una capacidad instalada de 1.260 megavatios, como lo indica Enel.
Y si se suma la capacidad efectiva neta de generación (la energía producida con los embalses en su máxima capacidad) de las cerca de 90 centrales hidroeléctricas en el territorio colombiano que alimentan al Sistema Interconectado Nacional (SIN), se obtiene una cifra aproximada de 18.000 megavatios.
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En 2014, las Tres Gargantas superó a la hidroeléctrica de Itaipú, entre Brasil y Paraguay, en producción de energía eléctrica, estableciendo un nuevo récord mundial para este tipo de plantas. Ese año, la infraestructura china produjo 98,8 millones de megavatios por hora (mWh).
La intención, de nuevo, no es comparar peras con manzanas -o “gargantas” en este caso-, pero los paralelismos hacen más fácil tener una imagen mental de este coloso que, literalmente, cambió el curso de la Tierra.
Hay físicos que sostienen que el peso del agua que concentra la hidroeléctrica Tres Gargantas en un área relativamente pequeña actúa como una maleta pesada para la rotación del planeta.
Más precisamente, se dice que 42.000 millones de toneladas concentradas en una superficie de unos 600 kilómetros cuadrados lograron mover dos centímetros el eje de rotación de la Tierra, algo que solo hacen los terremotos o las mareas, haciendo que los días sean 0,06 milésimas de segundo más largos en todo el mundo.
Entre otros efectos, críticos del proyecto han reprochado los cambios que han sufrido los hábitats de especies endémicas de la región, como el delfín baiji o de aleta blanca (declarado extinto en 2006) y la degradación ambiental durante el llenado de la represa.
No en balde, las labores de protección ambiental que han liderado las autoridades chinas han permitido que, a la fecha, los niveles de contaminación en las aguas del Yangtsé sean mínimos. De hecho, en las costas de la ciudad de Yichang es común ver a familias enteras dedicarse a la pesca informal de cangrejos y langostinos para consumo propio.
La ironía de las hidroeléctricas hoy
La misma naturaleza que le ha servido al ser humano para iluminar su desarrollo está jugando en contra de la generación hidroeléctrica, que suele tener un rol clave en la matriz energética de muchos países.
El cambio climático y, puntualmente, el incremento de la temperatura global ha llevado a que las represas en el mundo se enfrenten a un problema común: la reducción en los niveles de agua. Una ironía que, en la actualidad, enciende las alarmas porque amenaza la producción de energía que necesitan industrias y hogares diariamente.
De acuerdo con datos de XM, en medio del fenómeno de El Niño, en lo corrido de abril de 2024 el valor de las reservas hídricas del SIN se aproximó al 31 % del volumen útil para la generación de energía. De acuerdo con análisis de Fedesarrollo, lo anterior marca la cifra “más baja en los últimos 24 años”.
“Esta situación implica retos importantes en materia de precios de la electricidad, a la vez que suscita preocupaciones sobre posibles escenarios de desabastecimiento de agua y energía eléctrica”, indicó Fedesarrollo en un informe publicado el pasado jueves 2 de mayo.
Seguir el comportamiento de las represas es especialmente importante porque cerca del 70 % de la capacidad instalada de energía eléctrica en Colombia corresponde a energía proveniente de fuentes hídricas, como lo señala Acolgen.
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Al otro lado del mundo, los efectos del Fenómeno del Niño empiezan a preocupar a las autoridades que, por el momento, han tomado medidas para combatir sequías en regiones agrícolas del suroeste del país, siendo las provincias de Yunnan y Sichuan (cuya capital, Chengdú, es considerada la capital mundial de los pandas) las más afectadas.
Sin embargo, en el gigante asiático insisten en que represas como las Tres Gargantas saldrán avantes de las altas temperaturas que se están registrando a mitad de la temporada primaveral. Habrá que esperar a lo que suceda durante el verano.
El directivo de las Tres Gargantas explicó a este diario que la hidroeléctrica no resiente las sequías porque de septiembre a diciembre, periodos en los que incrementan las precipitaciones sobre el río Yangtsé, acumula sus reservas.
“De diciembre hasta el próximo verano, que es el tiempo más seco, se abren las puertas para que salgan las aguas. Así que controlamos la cantidad de agua para no crear sequías ni inundaciones”, acota Wang.
A lo anterior hay que agregar que el río Yangtsé tiene unas condiciones naturales que lo ponen en buena posición frente a las sequías. Por ejemplo, la mayor parte de su cuenca presenta abundantes lluvias, con una precipitación de 1.100 mm por año. Además, la conjunción de caudales de agua (las gargantas Qutang, Wu y Xiling, que dan nombre al proyecto) hace que el potencial hidroeléctrico de este cuerpo de agua sea uno de los más importantes del mundo.
*Enviado especial de El Espectador en China
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