Un año después: ¿cómo quedó la tarea de desligar costos del salario mínimo?
Con la idea de proteger el poder adquisitivo de los colombianos, desde la mesa de concertación del salario mínimo se anunció en 2022 una serie de medidas que, tras casi un año de acordarse, no se lograron concretar en su totalidad.
Diego Ojeda
En unos pocos días, ya con la natilla y el buñuelo en el ambiente, comenzará la cita económica de todos los años: la concertación del salario mínimo. En esta reunión todos se conocen las caras, pues por años los mismos representantes de empresarios y trabajadores se han encontrado para discutir lo que consideran un aumento justo en el ingreso para quienes dependen “del mínimo” en Colombia.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
En unos pocos días, ya con la natilla y el buñuelo en el ambiente, comenzará la cita económica de todos los años: la concertación del salario mínimo. En esta reunión todos se conocen las caras, pues por años los mismos representantes de empresarios y trabajadores se han encontrado para discutir lo que consideran un aumento justo en el ingreso para quienes dependen “del mínimo” en Colombia.
Lea también: Se sigue sintiendo la inflación, pese a la tendencia a la baja del IPC anual
El año pasado hubo una variación interesante, pues definir el incremento salarial para 2023 no fue el único tema de discusión. La gran pregunta en la mesa de concertación fue cómo proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, pues la inflación (que cerró 2022 en máximos históricos) estaba provocando que los ingresos se fueran como agua entre las manos.
El resultado de esto es que, sumado al incremento de 16 % que tuvo el mínimo, se buscaron cuatro medidas adicionales. No todas llegaron a buen término.
Desindexación del salario mínimo
Hace un año, una considerable cantidad de cobros (como las matrículas en instituciones de educación pública y las multas de tránsito) estaban atados al salario mínimo. Es decir, cada año subían en el mismo porcentaje en que escalaba el aumento salarial. Para evitar que esto erosionara la capacidad de pago en los hogares se pidió que su incremento se amarrara a la Unidad de Valor Tributario (UVT, la cual aumenta cada año con base en la inflación).
Esta fórmula pretende garantizar un incremento menor, pues la inflación suele ser el piso sobre el cual se discute el aumento del salario mínimo.
En un principio se propuso que fueran 204 los rubros que se desligaran del mínimo. De estos, 34 se darían por medio de proyectos de ley y 170 mediante actos administrativos (como decretos y resoluciones). Tras casi un año desde que se presentó esta propuesta el Ministerio de Hacienda reporta la desindexación de unos 60 cobros, además todas las sanciones, multas, tasas y tarifas presentes en el Decreto 1079 de 2015.
En el Ministerio de Hacienda no precisaron, entonces, cómo quedaron los números de desindexación del salario mínimo.
Lea también: Salario mínimo: esta ha sido la evolución en las últimas décadas
Según lo explicado a este medio por José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda para la negociación del año pasado, “todas las desindexaciones se lograron, excepto las que tienen que ver con contribuciones a seguridad social”.
Hay que recordar que no todas dependen exclusivamente del Gobierno, pues algunas necesitan de ajustes en la Ley para poderse desligar del mínimo. Es decir, requerían de la aprobación del Congreso (una parte, por ejemplo, se fueron por el Plan Nacional de Desarrollo), razón por la cual se presume que en la mesa de concertación de este año se insistirá en la formulación de los proyectos de ley faltantes para reglamentar de una buena vez este propósito.
Disminución de la tasa de usura
Este fue otro ítem que se buscó abordar con la intención de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, entra en la lista de lo que no se logró, pues lo que hemos visto este año es una tasa de usura que sigue por las nubes, la cual escaló de forma constante hasta alcanzar su punto máximo en abril, con un 47,9 % efectivo anual; desde allí ha venido cayendo, aunque no al ritmo que se quisiera, pues para noviembre es del 38,28 % (ha caído 9,62 puntos porcentuales).
En este asunto hay que decir que la tasa sigue respondiendo a las dinámicas macroeconómicas del país. Es decir, sigue alta porque la junta directiva del Banco de la República ha mantenido altas las tasas de interés en medio de su lucha contra la inflación.
Le puede interesar: Arriendos, SOAT, aportes a pensión y otros valores que subirán de precio en 2024
Contrario a lo que se buscó en la mesa de concertación, no se ha podido bajar por la intermediación del Gobierno, pues para modificarla se necesitaría un proyecto de ley que sea aprobado por el Congreso, ya que la usura es un delito consagrado en el Código Penal.
Disminución en el precio de los productos farmacéuticos
La inflación también ha golpeado fuertemente el precio de los medicamentos en Colombia. La más reciente medición del DANE muestra que, con corte a octubre, en el último año el precio de los productos farmacéuticos y dermatológicos ha aumentado en 10,02 %. Podría decirse que este es otro rubro que no se logró alcanzar en esa lista de deseos de año nuevo que publicó la mesa de concertación.
Sin embargo, para representantes del empresariado como Rosmery Quintero, quien es la presidente del gremio que representa a las pymes, se debe reconocer que este año se dio una reducción importante en productos para tratar enfermedades críticas. Ejemplo de esto es la decisión histórica del Ministerio de Salud de declarar de interés público un medicamento fundamental para el tratamiento del VIH.
También hay que tener en cuenta que una parte de lo que se pretende en este rubro está incluido en la reforma a la salud, cuyo trámite avanza en el Congreso, en términos de regulación de precios de medicamentos, así como su fabricación nacional, entre otros ítems.
Tarifas de energía
La energía es otro tema en el que no se ha logrado cambios sustanciales en favor del bolsillo de los hogares colombianos. El mencionado reporte del DANE informa que el servicio de electricidad ha registrado un incremento de 7,97 % en el último año, a la vez que el rubro ha ido ganando más protagonismo en el aumento de la inflación para todo el país.
Desde el Gobierno se ha propuesto revisar la fórmula con la que se calcula la tarifa de energía desde la CREG. Sin embargo, estos intentos han encendido las alarmas en algunos gremios que consideran que con esto la comisión de regulación estaría perdiendo su autonomía, así como sembrar incertidumbre financiera en los inversionistas.
De momento la situación en la CREG ha mejorado en algo, pues ya tiene quórum para volver a tomar decisiones, aunque sigue sin llenar completamente su plantilla de comisionados expertos nombrados en propiedad.
Aún así, para Fabio Arias, quien es el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) las desindexaciones del salario mínimo sí han mostrado resultados positivos en la contención de la inflación. También anticipa que en la concertación de este año se insistirá para que los medicamentos bajen de precio, así como las tasas de interés (tema que, igual, no es competencia de la mesa de concertación, ni del Gobierno, vale la pena aclarar).
Con esto dicho vale preguntarse: ¿qué veremos en unos días con el inicio de la concertación del mínimo? La puja por un aumento que, parece, será de más del 10 %, así como la revisión de lo que no se logró alcanzar este año con la esperanza de que en el próximo sí se pueda mitigar gran parte de lo que hoy en día pesa tanto en el bolsillo de los colombianos.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.